Capitulo 11.

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|Flashback|

—Hola Potter, hola inmunda. —Nos saludó Malfoy.

— Déjame en paz, Malfoy. El inmundo eres tú. —Le respondí fríamente.

— ¿De sangre? No, no y no. Hagan exámenes, verán sangre pura, en cambio sí lo hacen contigo, solo habrá muchas bacterias impuras. —Me quedé parada allí, mirándolo con odio. Ya sabía que decirle.

—Oh, aquí está el caballero que prometió tratar bien a la sangre sucia. La gente ya no cumple promesas. —Él se puso rojo, pero no se fue.

—Ah, claro, la chica que prometió hablarme, Que casualidad, ¿No?

En defensa a eso, le dije a Harry que alejara. Luego dije:

—Le mandé una lechuza a tu padre diciéndole que fuiste al baile conmigo. ¿Qué pensará? —Me reí, me di medía vuelta y me fui.

Vi que se puso rojo, me reí más y luego lo llamé a Harry y lo volví a abrazar. Nos fuimos hasta Defensa contra las artes Oscuras.

—Entonces, para combatir un Crucio solo hay que pensar en lo que te hace feliz y amable, luego gritar el contra hechizo y saldrá un escudo protector. —Terminó de decir el profesor. Todos  se despertaron de la larga siesta que estaban tomando—. Eso vendrá en el examen. —Yo estaba prestando toda la atención, lo juro— ¿Alguien quiere agregar algo más?

Levanté mi mano rozando el techo de la mazmorra. El profesor me vio y me ignoró, como vio que nadie más quería hablar me dijo:

—Granger, díganos que más tiene que decirnos.

—Señor, pero si usted quiere lanzar el contra hechizo, tiene que tener en cuenta que depende quien te lo esté lanzando. Si el maleficio Cruciatus, tiene más poder del que se logra hacer con él contra hechizo, es posible que lo traspase y la maldición llegue al individuo igual. Y no es como un Patronus, solo evita dolor con una nube negra espesa de polvo.

—Bien explicado, se le han agregado cinco puntos a Gryffindor. Ahora pueden retirarse. —Agregó y todos salimos.

***

Estaba en el gran comedor hablando con Ron y Ginny  sobre Slytherin y Ravenclaw, sobre lo agrandados que eran.  Nos reímos al hablar de Malfoy, pero sabíamos que Cho Chang era muy amiga de Harry, así que no hablamos de ella. Estoy riéndome y una voz muy familiar se acerca a hablarnos:

—Hola pobres, hola muggle. —Nos dijo Malfoy con una sonrisa despreciable en su cara.

— ¿Qué quieres? —Me levanté a enfrentarlo—. Y no soy una Muggle, por algo estoy en Hogwarts.

—Y si tanto dices, muéstralo. —Se abrió de brazos y me desafió.

Saqué mi varita:

Rictusempra! —Él empezó a reír a carcajadas y yo me subí a una mesa, estaba segura de lo que quería: darle batalla.

Él se puso de píe y gritó:

Expelliarmus! —Caí hacía atrás y sentí como la varita se me iba a caer, yo la mantuve firme en mi mano y quedé con la varita en ella. Me levante y vi la mirada de todos.

—Si lo que quieres es pelea, pelea tendrás. —Levanté mi varita de nuevo—: Incendio!  —Él automáticamente quedó rodeado de llamas de fuego, corriendo hacia atrás para después irse corriendo. Yo en pose con la varita, sonreí y me acomodé, Ginny y Ron me aplaudieron fuertemente, luego lo hizo la mesa de Gryffindor entera, luego la de Ravenclaw y por último la de Hufflepuff. Me sentía feliz, fuerte y libre. El gran salón más tarde se abarrotó de gente para el almuerzo. Harry estalló en risas cuando le contamos lo que hice.

— ¿Ese cobarde salió corriendo? —Preguntaba a las carcajadas.

—Sí, y luego todo el Gran Salón me aplaudió.

Él se reía, luego McGonagall pidió que nos quedáramos callados para comer.

Nuestros platos se llenaron de comida rápidamente y empezamos a atacar. Comí mucho mientras contaba Ron como vio la historia y luego Ginny. Risas estallaron entre Fred y George, que nos acompañaban ya que Snape y McGonagall querían ayuda en algo sobre el fin del año. Ellos sabían hacer muy bien los fuegos artificiales de interiores, así que fueron llamados para hacerlo.

Vimos como una lechuza dejó caer en el regazo de Malfoy una carta. Estaba escrita en pergamino y sellada con un sello rojo, como el de Hogwarts. Más tarde se nos acercó diciendo:

—Léela, es de mi padre, en todo caso tu respuesta. —De sus ojos casi salen lágrimas. Me dejó la carta en las piernas, luego yo y Ginny la abrimos juntas y la leímos:

Querido Draco:

¿¡COMO QUE FUISTE AL BAILE CON ESA GRANGER?! ¿NO TE EDUCAMOS BIEN? ¡DEBES RESPETAR LA SANGRE, UNA SANGRE IMPURA NO PUEDE ESTAR CONTIGO! TU MADRE ESTÁ INDIGNADA, ¿Y YO? ¡YO ME SIENTO TRAICIONADO! LA PUREZA DE SANGRE ES IMPORTANTE DE RESPETAR Y TIENES QUE HACERLO, ME SENTIRÍA MEJOR SI HUBIESES IDO CON LA TAL GINNY WEASLEY. AL MENOS ES DE SANGRE PURA. NUNCA MÁS ASISTIRAS A LOS BAILES SI LA PROXIMA VEZ ES CON UNA DE PADRES MUGGLE, ESTAMOS IN-DIG-NA-DOS. AMBOS.

Con amor, Lucius Malfoy, tu padre indignado y tu madre avergonzada, se me olvida tu tía, que al menos no sabe de esto.

 

Leímos eso y nos empezamos a reír. Luego le dije a Ginny:

—Lo hubieras invitado vos, creo que cometí un error.

—Oh si Hermione, lo hiciste. 

Nos reímos más fuerte aún que ya hasta algunos nos miraban, Draco, que seguía allí, nos sacó la carta y la empezó a leer.

—Esto no tiene nada de gracioso. —Casi se pone a llorar, pero en otro trozo de pergamino anotó:

Papá, lo disfruté igual. Pero entendí y no lo volveré a hacer.

Draco

Al ver como una lagrima se deslizaba por su cara, yo quería tomarlo de la cintura y empezar a bailar de nuevo, secarle la lagrima y bailar hasta que nos tengamos que ir. Miré al suelo y luego le dije:

(Mañana al baño de Myrtle la llorona)

Él lo entendió y se fue.

|Fin del primer Flashback|

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Bueno, ¿Qué les pareció? Yo no esperaba que Draco llorara, ni que Hermione le ganara en un duelo. Pero siento que yo lo único que hice fue el comienzo, que el final se escribe solo, ya que una vez escrito tiene que ir acorde. Así qué, la historia se escribe sola. Yo no sé qué le pasará a los personajes ni a la historia, en este momento ni siquiera se el final.

El chico que destruyó Harmony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora