Capitulo 15

134 12 0
                                    

Harry se quedó con la boca abierta. Malfoy sonreía burlonamente yo estaba asombrada. Si, está bien, seguía en contacto con Viktor.

—Es mentira.

— ¿Ah Sí?

—No, Hermione nunca me engañaría.

— ¿Y si hago esto? —Se acercó hasta mí y me besó. Sin importar que Harry estuviera allí, entrelacé mis manos en su cuello y lo seguí besando. Nos despegamos para tomar aire y luego lo miré a Harry, que se estaba por ir.

—Maldito. Harry, no, espera, vuelve. Harry, no era mi intención. Lo siento.

—No, Hermione. Dos palabras que no ayudarán nunca más. Jamás solucionaron nada.

—Harry, espera...

Me caí de rodillas al suelo a llorar. Estaba totalmente rendida. Lo miré a Malfoy y luego le dije:

—Muchísimas gracias. ¿Lo hiciste a propósito? Lograste lo que querías, pero no como lo querías. 

— ¿Qué?

— ¡Qué Jamás te amaré! ¡Jamás me gustaste! ¡Cuando lo hiciste, fue un error, Draco! ¡No me correspondes ni yo a ti Lo siento! ¡Jamás estarás conmigo! ¡He perdido algo que jamás recuperaré por tu culpa, lo lamento, pero no! ¡Y jamás iría con Krum al baile! ¡Me agrada pero voy a ir con Harry! Ah, cierto, ¡YA NO!

—Hermione, espera. —Casi se desploma como yo, solo que yo ya me había ido sollozando.

***

Caminé en Hogsmeade por horas totalmente sola. Pensando. Eran las cinco de la tarde (Por suerte era domingo) y me choqué con Ron.

—Perdón, perdón si le rompí el corazón a Harry. No era mi intención, Seguro ya ni me hablaras, lo siento. —Me puse a llorar como loca.

—No importa. Luna tampoco irá conmigo, le confirmó a Neville. Y Harry ya confirmó con Ginny. Lamento...

—El me besó, yo no... ¿Qué? —Me asombré.

—Estaba buscándote para preguntarte si quisieras ir al baile conmigo. Con Ron Weasley. Tu segundo amor de por vida.

—No de por vida. Iré al baile contigo. —Sonreí. —Pero no me trates como trataste a Padma Patil.

—Oh, no lo haré. —Devolvió la sonrisa.

—Ahora si me disculpas... —Me corrí a un lado para poder irme y seguir recorriendo tiendas. Él me tomó del brazo.

—Vayamos a hablar a las tres escobas.

— ¿Hablar sobre qué?

—Por favor, te gusta Malfoy. Es más que obvio. Lo abrazaste y lo seguiste besando, no me digas que no...

— ¡Él no me gusta! —Exclamé.

—Termina de mentir en las tres Escobas. —Me arrastró hasta llegar a las tres escobas.

—Dos cervezas de manteca. Pagamos al irnos. —Le dije a Madame Rosmerta.

Nos entregó las cervezas de Manteca y luego nos fuimos a sentar.

—Hermione, soy tu amigo, cuéntame.

—No es eso. —Tomé un sorbo de Cerveza de manteca.

— ¿Entonces qué?

—Me gusta guardarme mis problemas. Pero no termina allí, no es que me agradé, es costumbre. Pero tienes razón, eres mi hermano. —Sonrió. —Tal vez me siento atraída por él, ¿Eso está bien?

—No decides de quien sentirte atraída.

—Él es un caballero conmigo. Y siento que debería, no sé, evitarlo.

Chicas —Murmuró.

— ¿Chicas qué?

—Que no entienden al hombre. Si Malfoy te pide que le hables, que seas su amigo, que lo respetes un poco "Sangre sucia", Simplemente hazlo. No digo que estés con el ahora. Pero que intentes de ser su amiga. Por las barbas de Merlín Hermione, él está loco por ti. Lo entiendo, eres muy hermosa.

Me ruboricé hasta que Ron me miró muy raro. Pagamos la cerveza y luego nos fuimos a caminar.

—Sabes, Hermione, tal vez sea nuestra última visita, desde el ataque...

—Puede ser. Oye, me acompañas a comprar una pluma nueva y unas cosas.

—Claro, ¿Dónde vamos primero?

—A la tienda de vestidos de primera mano.

—Pero eso es caro.

—Harry me dejó un par de monedas antes de romper. Unas... cien monedas de oro.

—Además debes tener las tuyas.

—Quiero probar una cosa Ron, si me disculpas... —Me concentré mucho. Luego dije—: Expectro Patronum. —Una hermosa nutria salió de mi varita.

Nos quedamos pensando un segundo. Convoqué un Patronus de cuerpo entero y ya no era una hermosa cierva, ahora era una hermosa nutria.

—Era una cierva. —Miré a la nutria caminar. Mientras entrabamos en la tienda de vestidos de primera mano, muy original nombre, ¿No?

—Hola. —Saludó Desatenta la mujer que atendía—. ¿Qué quieren?

—Un vestido, ¿Podemos pasar a ver? —Preguntó Ron.

—O claro, adelante. —Pasamos por unas hermosas estanterías. Encontré un vestido Rojo hermoso, muy hermoso. Lo miré a Ron.

—este.

— ¿Viste su precio? —Eché un vistazo al precio: 25 Galleons y 8 Stickles.

—Sí, lo puedo pagar. —La puerta de la tienda se abrió.

—Madame, ¿Usted vio tal vez a una hermosa joven con un chico alto, pelirrojo?

—Están justo allá querido.  — ¿Quién me buscaba? Harry apareció. Yo intenté tomar ese vestido e irme a probarlo. Él era rápido, me alcanzó y me tomó por los brazos.    

—Hermione te necesito, no puedo, no puedo seguir.

Suéltame

Le hice una seña a Ron para que nos ignorara, incluso que se fuera. El solo se fue para afuera. A lo que parecía esperar.

—No, regresa, Hermione, vuelve.

Veté. —Repetí en tono cortante.

—Por favor.

No. Ron irá conmigo al baile, tú y Ginny siempre fueron la pareja ideal. No miento Potter.

—Está bien, solo vuelve.

— ¡NO!

—Por favor. Hermione regresa. Lo siento.

Dos palabras que no ayudarán nunca más. Potter. He dicho que me sueltes. —Saqué mis brazos de los de él. Mi corazón estaba roto en mil pedazos distintos. Pero lo solté. Tomé el vestido, lo pagué y me fui: Dejándolo allí plantado.

—Vámonos. —Dijo Ron.

—A comprar las plumas. No he tocado ni una moneda de las que Harry me dio.

—Bien hecho. —Sonrió. Entramos en el local que vendía plumas. Eran las ocho de la noche, deberíamos irnos rápido.

—Quiero esa pluma de pavo, estos cuatro pergaminos nuevos y estos dos tinteros. —Tomé todo lo que quería. Le pagué al señor amablemente y después no fuimos con dos bolsas. Regresamos al banquete y comimos, me fui a dormir, pero en mi cama pasaron algunas cosas.

El chico que destruyó Harmony.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora