Me sentía en un infierno. ¿Por qué no leí esa parte y vine con Harry? Draco, que es prefecto, tenía que subir conmigo y yo con él. Juntos, si ganamos, deberíamos situarnos en el centro de la pista del baile y bailar frente toooodo Hogwarts. Mi vida sería un asco si eso me pasara.
—Hola, Hermione, debemos subir. —Me había quedado rígida en la silla pensando, no me movía para nada.
— ¿Ah? Ah, sí, sí. Ahora voy. —Me acomodé en mi silla y tomé un poco de jugo de calabaza. Pensando nuevamente en cada sorbo. Necesitaba un pensadero.
Me levanté y subí al escenario con él. Ocultando mi cabeza lo más posible.
—No tienes de qué avergonzarte, Hermione.
—Tú sí. Si vienes conmigo, sabrán que en el fondo un poco, apenas un poco, me quieres. Lo hago por ti.
—Da igual. McGonagall sabe que viniste conmigo. En todo caso, Snape sabe también. Si ganamos, sabrán que viniste conmigo sin importar que te ocultes.
—Ti… tienes razón. —Tartamudee.
Levanté un poco la cabeza y me miraron raro. Después todas las miradas se posaron en Draco. Mirándolo con cara de –Vino con la sangre sucia que odia- -Creí que odiaba a los sangre impura- Es un mentiroso- El, por lo que vi, ignoró todos esos comentarios. Sonreía.
— ¿No te molestan? —Me limité a preguntarle
—Para nada. Venir con la chica que… —Se calló y yo me preguntaba, ¿La chica que…?— Nada, no me molestan porque por algo quise venir contigo.
Me quede en silencio. Unos minutos después anunció McGonagall:
<Todos los prefectos y sus parejas, anoten sus nombres en la boleta que tienen al lado. Luego, se les entregará a los demás estudiantes para que voten por su pareja preferida. Parte de la tradición, sería muy injusto que nosotros los profesores, votáramos por ustedes>
Tomamos la boleta y escribimos nuestros nombres. Estaba asustada, ¿Y si ganábamos? ¿Y si no? Entregamos la boleta y luego apareció una pluma y una boleta pero en pergamino para que voten. Todas las mesas votaban y votaban. Me estaba asustando, eso Draco lo notó y me dijo:
—Todo estará bien.
—No es eso. Siento un leve impulso de ganar. Así también tengo un leve impulso de perder. Es extraño.
—No sucede nada malo, solo es una simple votación.
—Tienes razón. ¿Siempre la tienes? Esto me asusta.
—Mírame a los ojos, Hermione, ¿Qué ves?
Lo miré muy suave y sigilosamente a los ojos. ¿Qué veía? Mil y una cosas, lo veía a él. Sin ninguna oportunidad. A él, un mortífago. Veía unos muy lindos y tiernos ojos azules. Un hombre, no muy seguro de que hacía, pero seguro de lo que deseaba.
—El mejor tono de azul.
—Más allá.
—Un hombre seguro.
Otra vez, la voz de McGonagall nos interrumpió.
<La votación a concluido. En cinco minutos anunciaremos a los ganadores>.
Cuando dijo eso, le lancé una mirada a Harry que simplemente se podía descifrar que decía: -¿Por quién votaste?-
Él no respondió.
Fueron los cinco minutos más largos de toda mi vida. Hasta que finalmente, McGonagall lo anunció.
<Los ganadores son... Hermione Granger y Draco Malfoy>
