Cap. 4

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—Tengo algo que contarte, mamá.

—Deja que lo adivine.

Leslie se iba moviendo entre las mesas y los preparativos, esa tarde había fiesta en la iglesia, no quería descuidar ningún detalle. Pensativa miraba a Karolina que movía sus dedos nerviosa, intuía lo que su hija le quería decir.

—Estoy pensando...

Decidió hacerle esperar un poco. Sonó el teléfono de Karolina y se ausentó para coger la llamada, era Molly.

¿Hola? Sí, estoy libre ahora. Pero... ¿Qué pasa? Vale, vale... ¿No me vas a explicar? Okey, en nada estoy allí. Sí, bye.

—¿Quién era?

—Molly. Siendo muy misteriosa.

—¡Qué bien, reunión del grupo!

—Mamá...

—Ya me dirás, yo también estoy ocupada.

En la mansión...

—¿Qué pasa Molly?

Alex entró a la sala preguntando.

—Os he reunido porque..., bueno...

—¡Habla! —dijeron todos a la vez.

—Hace poco me uní a un equipo de chicos que "luchan" contra el mal.

—¿Chicos con poderes? — intervino su hermana.

—No, no todos. Algunos son inventores, como Chase, aunque no tienen cosas tan magníficas como tú.

Molly le guiñó un ojo.

—Gracias —dijo con una reverencia.

—Otros tienen fuerza, pero no como yo, simplemente son fuertes y se entrenan. Y otros saben de tácticas, emboscadas... En general, son muy buenas personas.

—¿Y qué pasa? —preguntó Nico, no queriendo perder más tiempo.

—¿A quién hay que patearle el trasero? —dijo Alex.

—Trabajamos juntos para parar atracadores, secuestradores, traficantes, ladrones, abusadores, etc... Un chico detectó comportamientos sospechosos en internet. Normalmente son juegos extraños que incitan a los adolescentes a hacerse daño, borramos todo rastro de las cadenas y a los chicos que estaban jugando los persuadimos, les recomendamos grupos de apoyo. Ahora es diferente, no se desconectan nunca, pasan todo el día en un juego de rol, parecen zombies. Cuando pasan unos días conectados y dejan de subir niveles o mueren definitivamente, desaparecen en la vida real. Ya van cuatro chicos en todo el país, tenemos que pararlo y evitar que se extienda.

—Lo que entiendo es que le paráis los pies a gente "normal" y ahora os encontráis ante un problema mayor. De los que nosotros estamos acostumbrados, brujas, aliens, organizaciones de asesinos.

Ante las miradas atónitas de todos, Nico aclaró eso último.

—Me refiero a nuestros padres —dijo encogiéndose de hombros.

—Exacto, os necesito. Esto tiene pinta de que están bajo algún hechizo.

—Manos a la obra entonces. ¿Cómo se llama el juego? ¿Entrará a jugar uno de nosotros?

—Eso no lo he pensado, pero es peligroso.

—¿Tu grupo está actuando de alguna forma? ¿Tenéis algún protocolo?— preguntó Karolina.

—No, no, esto nos viene grande.

—Bien, pues manos a la obra.

—¿Quién te ha nombrado jefa? —dijo Alex, bromeando.

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