Adoraba el olor que desprendía el bosque, la manera en que la luz se reflejaba en la copa de los árboles, eran maravillosos los delgados rayos de sol que se filtraban en medio de tantas hojas, sin embargo siempre se abrían paso ante todo. Las cosquillas de mis pies al rozar el césped húmedo debido al rocío, pues iba descalza, al lado de la persona que más amaba en el mundo, pues si, él era lo único que tenía en la vida, mi hermano Dave. No me quedaba nadie más ya que mis padres murieron cuando era aún muy pequeña, según lo que todos me contaban, en un enfrentamiento con los humanos… Esos despreciables seres ambiciosos que lo único que añoran es la guerra y la muerte, es por eso que los odio tanto; mataron a mis papás. Sólo quieren hallar la manera de arrebatarnos nuestros poderes, usarlos a su favor o experimentar con nosotros.
No recuerdo a mamá y papá, eso es lo peor de todo, no saber absolutamente nada y estar sumida en esta ignorancia. Quisiera tener una mediana idea de cómo eran, pero no, no recuerdo sus risas, sus abrazos, su carácter, si eran buenas personas, lo que pensaban del mundo, si se amaban y es lo que me mata. Solo gozaba de una idea preconcebida de ellos gracias a que Dave aún los tenía en sus recuerdos, pero siendo realistas ... Eso no servía de mucho ya que no le gustaba hablar de ellos.
Una noche me encontraba en mi cuarto debatiendome si era o no mejor tener algún recuerdo de mis padres porque tenerlos en mi memoria supondría un dolor mayor por su pérdida.
—¿Qué tienes? — Preguntó él notándome melancólica.
— La verdad no lo sé, quisiera saber como eran ellos, me refiero a nuestros padres. Yo sé que es un tema espinoso para ti y que nunca has querido contarme de ellos ¡Escasamente sé sus nombres! pero por favor dime, así sean algunos pequeños detalles.— dije suplicando.
— Si quieres... te puedo decir algunas cosas, pero no quiero que sufras. —dijo resignado— Mamá era defensora, de las que lanzan descargas eléctricas. Protegía a nuestra raza de los humanos, tenía cabello negro igual al tuyo y ojos grices como los míos, era tan cariñosa... — Profirió un suspiro— Amaba a papá casi tanto como me amaba a mi y desde el momento en el que supo que iba a ser madre nuevamente, ya te amaba como a nadie en el mundo. — Sé que Dave estaba reprimiendo las lágrimas, quería consolarlo, pero dejé que continuara hablando — Papá era fuerte y hábil para la caza... —dijo, pero se paró de repente — Lo siento May no puedo, los extraño tanto. Sólo dejame. — ahogó un suspiro.
—También lo siento, no debí preguntar tanto, no quería... No importa, no quiero incomodarte.— Mientras me hacía un ovillo en la cama.
En fin, a pesar de que no los conocía, sentí una punzada de dolor por ellos, sabía que no era tan profundo como lo que experimentaba Dave día a día.
Una pequeña comunidad de Agers, ubicada cerca a la ciudad de Puerto Moresby adoptó a dos pobres huérfanos, nos acogieron, brindándonos protección enseguida por temor a que nuevamente llegaran aquellos hombres inhumanos que nos habían raptado.
Caminamos durante un largo tiempo en silencio, él estaba sumido en sus pensamientos y yo en los míos. Dave recordaba con precisión el momento antes del secuestro a pesar de la edad que tenía, esa era una ventaja de los Agers... Teníamos mejor capacidad de memoria que un humano corriente. Según me contaba Dave, el día de mi nacimiento, el falso Docer le dio algo de beber que impedía que sus sentidos funcionaran bien. El resto no me lo ha contado completo porque se parte en el dolor y no quiere herirme, pero lo único que genera en mi es frustración al no saber nada, sin embargo, tampoco lo presiono entendiendo lo que supone para él.
— ¡May despierta! —Dijo Dave— Concéntrate, casi te caes, no quiero tener que llevarte alzada a casa porque te rompiste un tobillo.
—Si, ¡Ya lo sé! Deja de ser tan gruñón, no seas así hermano. —le digo poniendo los ojos en blanco y el se limita a poner esa cara dura que me indica que está un poco disgustado. Siempre se comportaba así, lo amo, pero a veces se cree mi padre, sólo nos llevábamos tres años. May deja de divagar. — ¿Ya casi llegamos? Estoy cansada, ayer tuve clases y tú no estás ayudando a encontrar esa paz interior que dijiste iba a hallar.
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The Agers: Secretos oscuros.
Ciencia FicciónLos Agers son seres que se separaron de la raza humana hace millones de años, pero evolucionaron diferente al vivir en el centro de la tierra, comparten características físicas con los hombres, sin embargo, ellos poseen lo que muchos humanos deseari...