One Love Forever (PAUSADA)

Capítulo 1. "El cuaderno azul"

Narra Madeline

-¡Que me lo des, idiota!-Le grité tironeando del cuaderno hacia mi.

-Olvídalo, niña tonta. La señorita Ross dijo que ambos lo lleváramos.-Me respondió jalando del cuaderno hacia él.

La señorita Ross era nuestra maestra de octavo grado. Me dijo que llevara el cuaderno azul de asistencias al señor director, pero entonces Andrew dijo que también quería llevarlo y ahora tenemos que llevarlo ambos. Pero eso nunca pasará, odio a este estúpido niño de trece años que parece de tres y medio. Yo llevaré el cuaderno.

-¡Tú lo llevaste ayer, Andrew! Es mi turno ¡No seas egoísta!-Le grité abriendo mis ojos azules.

-No me importa. Quiero llevarlo también ¡Tú eres la egoísta!-Me gritó furioso.

-¡Dámelo, Andrew!-Exclamé tirando con fuerza.

-Nunca, Madeline. Tú no me mandas.-

-¡Feo!-

-¡Inmadura!-

-¡Cerdo!-

-¡Gorda!-

-¡Estúpido!-

-¡Burra!-

-¡Te odio, idiota!-Le grité.

-Que inmadura eres, niña tonta-Me respondió y jaló el cuaderno con tanta fuerza que se rompió y sus hojas volaron por el aire. Justo en ese momento la señorita Ross había salido de la clase y pudo ver perfectamente el cuaderno volar junto con sus hojas. Genial.

-¡Fue culpa de Andrew!-Fue lo primero que dije.

-¡No es cierto!-Contraatacó Andrew poniendo cara de pobresito. Agh, que idiota-No quería dejarme llevar el cuaderno.-Y me sacó la lengua, eso fue suficiente. Perdí mi paciencia y me lancé sobre él, cayendo juntos al suelo. Andrew me jaló de mi cabello y yo le grité en el oído aturdiéndolo.

-¡Basta! ¡Paren ya mismo!-Gritó la señorita Ross furiosa intentando separarnos. Y cuando lo logró, ambos sabíamos que no nos la dejaría pasar-¡¡Ustedes dos... A la dirección, AHORA!!-

Genial otra vez me encontraba en dirección con este idiota. Siempre me metía en problemas.

-¿Y bien?-Preguntó la señorita directora-¿No van a explicarme?-

Ambos intentamos explicarle lo sucedido.

-¡Madeline no me dejaba llevar el cuaderno!-Exclamó Andrew-¡Me empujó!...-

-¡Me jaló el cabello! Además él ya había llevado el cuaderno ayer...-Lo interrumpí.

-¡Me gritó en el oído y me insultó!...-

-¡Él también me insultó! Siempre es su culpa y nunca se hace cargo de nada...-

-Tu tampoco, niña tonta...-

El director nos miraba con cara de pocos amigos, sus manos masajeaban sus sienes intentando recuperar la paciencia que hace tiempo la había perdido con nosotros.

-¡Ya basta! ¿Es enserio? Van a pelear hasta el último día de clases? Es inaceptable. Quedaran el resto del día castigados.-Gritó golpeando la mesa con su mano, cerrada en un puño, haciéndonos sobresaltar.

-¡Por favor no llame a mis padres!-Rogué.

-Lo siento, Madeline. Debo informarles. No es la primera vez que esto sucede ¿Hasta cuando pelearan? Una cosa es insultarse o discutir y otra es que se golpeen. Ahora retírensen, me tienen cansado.-

Lo que decía el señor director era cierto. Peleábamos siempre, desde segundo grado. En este año hemos ido a parar a la dirección treinta y siete veces literalmente, es una suerte que no nos hayan expulsado.

Nos odiamos. Nos hacemos la vida imposible el uno al otro.

-Te odio.-Le dije-Suerte que el año que viene ambos nos cambiamos de colegio y no volveremos a vernos jamás.-

-Oh, eso si es suerte. Adiós por siempre, niña tonta.-

-Hasta nunca, idiota.-