One Love Forever (PAUSADA)

Capítulo 8. "¿Celos?"

Narra Andrew

Toqué bocina dos veces y apareció en el umbral de la puerta de entrada de la casa de Thomas, Lindsay y una muy caliente Maddy. Dios, deberían estar prohibidos ese tipo de vestidos tan ajustados y cortos. Ella se subió al auto seguida por Lindsay y Thomas quien se sentó en el asiento de copiloto.

-Buenassss.-Saludó Thomas y las chicas.

-¿Todo bien? ¿Nos vamos?-

-¡Ay, no! Me olvido mi celular. Enseguida regreso.-Dijo Maddy.

-Si te demoras mas de dos minutos nos vamos sin ti, cielo.-Bromeé.

-Juro que te mataré, Andrew.-

-Me das tanto miedo, nena.-

-Pues deberías, no sabes lo que soy capaz de hacer.-

-Oh, claro que sé. Te arrojarás encima de mi como en la escuela y gritarás en mi oído mientras te jalo el cabello.-

-Que resentido de tu parte, idiota.-

-¿Pueden parar ambos? Maddy ve a buscar el puto teléfono celular y vámonos ¡Dios, parecen niño!-Exclamó Lindsay.

-Ella es la niña tonta.-

Maddy abrió la boca para decir algo pero la cerró al instante y se bajó del auto para buscar su móvil.

Volvió rápidamente.

-Ahora si, vámonos ¿No tarde demasiado verdad?-Soltó con molestia.

-La verdad es que casi me quedo dormido…-Respondí fingiendo un bostezo.

-Pues entonces, deberías quedarte en tu casa a dormir como un abuelo.-

-Y tú deberías…-

-¡Basta! ¿Van a comenzar de nuevo? ¿Enserio?-Me interrumpió Lindsay sin paciencia.

-Maduren de una vez.-Comentó Thomas.

-Oh, lo siento, Mr. Maduro.-Respondí y arranqué el auto.

-¡Idiota!-Exclamó Maddy-¡Podrías habernos matado!-

Lindsay, Thomas y yo reíamos a carcajadas.

-¡Eso fue genial, Andrew!-Exclamó Lindsay.

-¡Lindsay!-La reprendió frunciendo el ceño.

-Ya, tranquila, Maddy ¡Andrew siempre lo hace y nunca nos ha pasado algo!-Le dijo Thomas rodeándola con un brazo.

Cuando estábamos en camino, tuve la brillante idea de hacer mis “peligrosas” maniobras por la calle con mi auto, como manejar a toda velocidad, hacer zic-zac, frenar de golpe, etc. Madeline como la controladora y aguafiestas que era, se había pasado todo el viaje gritándome y por poco no lloraba del susto. Dios, esa niña si que necesitaba un poco de adrenalina en su vida.

-Ya, bonita, ya no llores ¡Ohhh! ¿Te rompiste una uña? ¿Te despeinaste? ¿Tu lindo maquillaje se arruinó?-Bromeé con mi voz de bebé. Madeline se soltó del agarre de Thomas, dio un paso al frente y me miró desafiante.

-Primero, no estaba llorando. Segundo, no me rompí nada, ni me despeiné, ni mi maquillaje se arruinó. Tercero, es enserio que podrías habernos matado ¿Sabes cuántos adolescentes mueren por hacer la estupidez que acabas de hacer?-

-¡Solo fue un poco acción! No es para tanto. Deberías dejar de ser taaan prudente, te impide vivir la vida.-Le recomendé.

-Eres un idiota.-

-Bueno, ya, ya…-Interrumpió nuevamente Lindsay-Ahora vamos a disfrutar la noche.-

Luego de un par de rondas de bebidas Maddy esta un poco borracha.

-¿Bailas?-Le preguntó algún idiota.

-Claro.-Respondió ella y ambos se dirigieron a la pista de baile. Eso no me gustaba…

Maddy bailaba muy pegada a él y no sé porqué, en un acto de impulso agarré a la primera chica que vi y comencé a bailar. La chica no estaba nada mal, morena, ojos almendrados y cafés, alta y no tenía mal cuerpo. Su nombre era Jazmín.

-¿Intentas darme celos, idiota?-Me gritó Maddy riendo. Era divertido verla ebria, esta un poco inconciente y por lo tanto, no piensa lo que dice y lo que hace, aunque eso esta muy mal, pero estaba vigilándo que nadie haga nada malo con ella.

-La verdad es que no, pero si tu te pones celosa... Ya es cosa tuya.-Le respondí guiñándole el ojo. Maddy me hizo una mueca de desinterés y siguió bailando con el idiota.

No me gustaba la manera en la que bailaban, y sabía que Maddy lo hacía a propósito así que decidí darle una cucharada de su propia medicina. Agarré a la morena de su trasero, la atraje hacia mí y planté en beso en sus labios. Jazmín pareció sorprendida, pero no tardo en corresponderme. Me separé de ella para ver la expresión de Maddy que era de total desinterés fingido. Y lo siguiente me sacó de mis casillas. El idiota comenzó a manosearla más que bailar con ella y cuando noté que a Maddy no le importaba, lo empuje tirándolo al piso.

-¡¿Estas loco, amigo?!-Se sobresaltó.

-Oh, si. Estoy muy loco ¡Que no se te ocurra volver a poner una mano en ella o meteré tu cabeza en tu trasero!-Le grité. El idiota se levantó y se fue rápidamente.

-¡¿Eres idiota?!-Me gritó Maddy furiosa.

-Él es el idiota ¡Como vas a dejar que te toque de esa forma! ¡Ni siquiera es tu novio! En realidad… ¡Ni siquiera lo conoces!-

-Tu tampoco lo eres, imbécil. Y claro tu puedes manosear a cualquiera pero si yo lo hago o me dejo ¡Esta mal!-

-¡Y pues claro! Te faltas el respeto a ti misma.-

-Tu le faltas el respeto a todas, imbécil.-

-¡Soy hombre! Ellas son las putas que se dejan...-Le contesté. Maddy me miró con desilusión y se dirigió a la salida.

Mierda, no quise decir eso. No me refería a que ella era una puta, porque no lo era. Solo que me había molestado demasiado verla de esa forma con el otro idiota. Y me molesté conmigo más por no saber que mierda sentí y me pasó hace unos minutos. Maldita sea, ¿Por qué no puedo dejarla en paz? Creo que la cagué hasta el fondo.

-Maddy, lo siento.-Me disculpé. Ella estaba apoyada al lado de mi auto con su celular. Me ignoró totalmente así que volví a intentarlo-No me refería a que eras una puta, si eso es lo que crees que intenté decir...-Nada... ¡Maldición! Venía aquí a pedirle disculpas cuando nunca en mi vida lo hice y esta niña me ignora. Era hasta mas orgullosa que yo-Maddy, contesta.-Como no tuve respuesta de su parte le quité el teléfono de sus manos.

-¡Dámelo, idiota!-Gritó saltando para alcanzarlo, pero yo soy más alto que ella.

-No te lo daré hasta que no me respondas lo que te dije...-Le respondí alzando aún mas mi brazo, la chica saltaba bastante alto con tacones y todo.

-Dámelo.-

-Madeline, no te lo daré hasta que no me perdones.-Ella siguió intentándolo, me daba risa porque se molestaba cada vez que no podía alcanzarlo.

-Te odio, idiota.-Y dicho esto me pegó una patada en mis testículos.

-¡¡HIJA DE PUTA!!-Grité cayendo al piso de rodillas. Ella muy astuta se rió de mí y aprovechó a quitarme su teléfono de mis manos.

-Te detesto, Andrew. Estoy segura que lo que dijiste no era lo que querías decir pero no entiendo porqué empujaste a ese chico ¡No te di derecho para que actuaras como un chico celoso! ¡No soy tu novia! Y deja de meterte en mi vida. Se supone que nos odiamos.-

-Estoy algo borracho, lo siento...-

-Esta bien.-

-Se que aunque digas que nos odiamos estas loquita por mí...-Le dije acercándome a ella.

-Te gustaría, Baker.-Me respondió acercándose aún más.

-Ya me gusta, porque estoy seguro de que te gusto.-Bromeé acercándome aún más casi rozando mis labios con los de ella.

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Foto de Thomas Mccarthy en multimedia.