¿Te encuentras bien?

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Una vez que cerre la puerta di media vuelta y me encontré con Luna batallando por limpiar sus ojos sin sentir el ardor que provocaban las heridas al sentir sus saladas lagrimas, tome su muñeca y la guié hasta la cocina donde busque el botiquín que tenia guardado, después de ponerlo sobre la mesa le pedí que quitara lo que había puesto en su mano, mientras yo remojaba un trapo de cocina un poco, regrese donde ella y pase el trapo por sus muñecas, había un poco de sangre que aun salían de sus manos, y recordando como la había visto en la mañana solo me dejaba la opción de que se acabara de lastimar, una vez que vi que sus heridas casi dejaron de sangrar tome una gasa y le seque las manos junto con la poca sangre que aun salía, después de eso tome una venda y coloque una en cada una de sus manos, mientras terminaba de vendar su muñeca le observe, su mirada estaba fija en sus manos y parecía pensativa, aun sin decir una palabra sus ojos parecían llorosos, me pregunto si la razón por la que llora y la razón de sus cortadas es la misma por la que llego aquí.

-Espero sanen pronto- coloque mi mano sobre su rodilla a lo cual ella solo frunció el ceño como respuesta, levante un poco su falda, hasta poder ver sus rodillas, las cuales también tenían algunas cortadas, un poco mas leves, levante la mirada y Luna se encontraba sonrojada y las lagrimas que rodaban por sus mejillas cesaron, aunque sus ojos aun se veían llorosos -Lo-lo lamento- dije apartando mi mano al notar que su reacción de debía al acto anterior mío -podrías acomodar tu falda- me levante para enjuagar el trapo hasta que quedara limpio de cualquier residuo de sangre, y poder volver a usarlo en sus rodillas -Bien, y que paso?- pregunte sin dejar de limpiar su herida

-Thomas…- dijo casi en susurro después de soltar un gran suspiro -Llego a mi casa, molesto por dejarlo solo ayer, me grito, peleamos, y al fin lo corte, supongo…- había algo de alegría en su tono, pero sabia que también le había pasado algo malo, era bastante obvio 

-Te puso una mano enzima?- pregunte ya que fue la primer opción que se le ocurrió a mi mente para explicar su llanto 

-No…- le observe con mirada sarcástica esperando la respuesta verdadera -solo me apretó las muñecas, abriendo mis heridas, por eso siguen sangrando- bajo su mirada evitando encontrarse con la mía, después de terminar con las heridas en sus rodillas, tome sus muñecas, no se como no lo note antes, al parecer estaban marcadas, no tanto como lo debieron estar al inicio, pero se veían rojas, a lo cual solo me dejo suponer con cuanta fuerza le tomo 

-Si el no te hizo esto, entonces, como paso?- pregunte mientras tomaba su barbilla haciéndola levantar la mirada

-Soy una tonta no crees- dijo a la vez que soltaba una risa nerviosa

-no, tu nunca serás una tonta- no pude evitar sonreír al verla ya sin lagrimas en los ojos -ya desayunaste algo?- me levante del asiento en busca de algo para que pudiera almorzar

Luna me conto lo que había pasado mientras desayunaba, al parecer Thomas se había molestado por el hecho de que ella hubiera “abandonado” lo cual podría asegurar no se dio cuenta de su falta hasta hoy en la mañana, al notar que había despertado con otra, me encontraba recargado en la mesa observando a Luna, parecía que tenia razón, no había almorzado para nada, me asustaban las heridas en sus muñecas, aunque hubieran sido solo cortadas provocadas por un simple accidente al buscar aspirinas, en parte me dio risa el hecho de que se hiriera al hacer algo ridículo, pero me sentía mal al verla así, al terminar el pedazo de pan que había estado pellizcando me observo y se sorprendió al notar que la miraba

-Lo siento, también querias?- dijo observándome con ojos de un pequeño perro inocente 

-Jaja, no no te preocupes- sonreí al verla tan preocupada por algo tan simple después de lo que le acababa de pasar -No te pregunte si tenias tu proyecto listo para mañana- tome mi vaso para beber unos cuantos tragos ya que sentía un poco reseca la gargantee

-Si, solo me falta la presentación- al terminar de hablar soltó un gran bostezo -Aunque no me siento bastante bien- froto sus ojos, parecía una niña pequeña que acababa de despertar

Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora