¿Donde estas?

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Abrí lentamente los ojos, la luz opaca del día me molestaba, y lo único que podía escuchar era un fuerte zumbido en los oídos el cual iba bajando poco a poco, al sentarme cerré los ojos para poder calmar un poco el mareo junto con el dolor de cabeza, para cuenco volví a abrir los ojos me sentí mejor, el zumbido se había detenido y mi vista ya se había aclarado, me observe frente al espejo, me veía terrible, mis ojos se encontraban hinchados y la mayor parte de mi maquillaje se había corrido, no quiero ni ver de que manera se encuentra mi almohada. Después de acomodar un poco mi cabello decidí bajar, a decir verdad mis recuerdos de anoche eran algo borrosos pero lo que si podía recordar era lo sucedido con Theo, entonces pare en seco ante el marco de la puerta, anoche el se había quedado aquí, entonces por que ya no se encontraba conmigo… Pero podría jurar que lo de anoche no había sido un sueño, entonces, se habría ido, bueno supongo tiene mejores cosas que hacer, pero sin decir nada?, otro dolor de cabeza aun mas fuerte me volvió a atacar, debería bajar por una aspirina.

Tome un vaso para poder servirme un poco de agua para la aspirina… “no estas lastimada cierto?” la voz de Theo resonó en mi como un pequeño dejavu, provocando que otra vez me temblara la muñeca, cerré la llave y me pase la aspirina intentando distraerme un poco, una vez que me termine el vaso de agua lo deje en el lavadero y fui hasta la sala para ver un poco de televisión, pero no importaba cuantas veces cambiara de canal solo era una manera en la que mi cuerpo estaba activo mientras mi mente volaba en otro lado, demonios, sin prestar atención en que canal se quedo la televisión deje caer el control en el sillón, y mi cabeza en el brazo de este, estaba tan exhausta que si cerraba los ojos por mas de tres segundos caería en un profundo sueño, poco a poco mis párpados se sentían mucho mas pesados, y estaba por no resistir mas hasta que un estruendo en la cochera me provoco un pequeño susto, me incorpore en el sillón y moví levemente la cortina de la sala para observar de que se trataba del auto de mi madre, un viejo mustang que se caía a pedazos, fue lo mejor que pudo pagar con lo poco que recibía de su trabajo, tome el control y le subí al televisor, para aparentar hacer algo, era bastante extraño encontrarnos en casa ya que esta siempre estaba ocupada, escuche como forzó un poco la puerta hasta lograr abrirla de golpe, era bastante torpe a la hora de hacer algo tan sencillo como eso…

-Es un milagro verte en casa- dije de manera irónica 

-Sabes que no puedes traer a nadie cuando no estoy en casa!- “nunca estas” me conteste mentalmente 

-De que estas hablando- seguí cambiándole al televisor pero por alguna extraña razón mi mano comenzó a temblar 

-De quien es la motocicleta que esta afuera?- pregunto bruscamente, Motocicleta?, deje de jugar con el televisor y moví levemente la cortina una vez mas y alcance a verla, era la motocicleta de Theo, si esta estaba aquí, entonces donde se encontraba el -No piensas contestar?- pregunto pero ahora casi gritando

-no tengo por que- fue lo unico que alcance a contestar, otra vez apenas y podía pronunciar palabra, odio estar tan distraída por algo (alguien)  

-Mira, quieras o no esta es mi casa, así que tu respetas mis reglas!- dijo cruzada de brazos mientras cubría el televisor con su cuerpo 

-La que pagaste con lo que mi Padre te dejo, o mas bien dicho, me dejo…- susurre pero fue lo suficientemente fuerte como para que ella escuchara 

Después de varios segundos de silencio incomodo, sin decir nada mas fue hasta la cocina, supongo en busca de algo de beber, aunque solo terminaría encontrando lo mismo que yo, botellas vacías he inservibles, después de unos segundos me sobresalte al escuchar susurros y un sonido estruendoso, quisiera o no la curiosidad fue mayor así que camine hasta la cocina, pero no me adentre solo me detuve en la entrada de esta, mi madre buscaba desesperadamente, ya había sacado varias cosas de su lugar, roto alguno que otro plato junto con la comida desperdiciada en el suelo, se veía desesperada y si mi oido no fallaba como esta mañana pude escuchar el como susurraba “donde esta?” repetidas veces, sentí como una lagrima cayo por mi mejilla, verla así, desesperada por algo tan estúpido como eso, simplemente no lo soportaba mas… sin querer un sollozo salió de mi boca la cual cubrí al instante pero no fue lo suficientemente rápido ya que esta me escucho.

-Fuiste tu cierto?- su mirada era oscura, fría, sin sentimiento alguno, sin contestar solo retrocedí -Dime donde esta!- me exigió, pero yo me encontraba lo suficientemente aterrada como para decir algo, y si lo intentaba lo único que saldría de mi boca serian lloriqueos, entonces casa vez se acerco mas a mi y yo en cambio retrocedí, buscando con mi mano algo con que protegerme en caso de que le diera uno de sus ataques de ira, pero cuando por fin lo encontré un estruendo proveniente de la entrada nos distrajo a ambas

Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora