Sonrisas

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No puedo explicar lo bien que nos complementamos. Hay esa sensación extraña cuando besas a alguien por primera vez. Puede que besen increíble, es solo el hecho de que es una manera de besar nueva, que no conocías y demora unos momentos en cobrar sentido. Con Sabrina a penas fueron unos segundos. Mis labios y los suyos se entendieron casi al instante. Fue increíble cómo nos compenetramos, nuestros cuerpos se juntaron y parecieron acomodarse a la perfección. Ella me abrazaba del cuello, yo a ella de la cintura. Sentí cómo enterraba sus dedos en mi cabello a la altura de mi nuca. Simplemente no podía parar de besarla. Era adictivo. Era dulce, tierno y apasionado, todo a la vez. Era como si esto hubiera estado hacía mucho tiempo pendiente, pero ese era el momento perfecto. Llevé una mano a su rostro y con el pulgar acaricié su mejilla. Pude sentirla sonreír contra mis labios. Me aparté ligeramente para verla. Ambos abrimos los ojos y en cuanto nuestras miradas se encontraron sonreímos. En ese momento tuve la certeza de que su sonrisa era la sonrisa más bonita que jamás había visto. Reí un poco nervioso e incrédulo y la atraje de nuevo hacia mí, incapaz de resistirme a besarla de nuevo. Ella también me acercó y buscó el beso. Se sentía como si nada más importara incluso cuando no terminaba de entender a qué se debía esa sensación.

Sabrina se separó un poco. Me quedé mirándola. Pese a la noche, había suficiente luz como para poder contemplar sus facciones. Le acomodé un mechón de cabello que se había escapado del amarrado. Ella me observaba, conteniendo una sonrisa, como si estuviera estudiándome. 

-Me gustas, Sabri -susurré sin pensarlo en absoluto.

-¿Yo? 

No me quedó claro en qué tono dijo eso. Me pareció que dudaba. 

-Me gustas. Me gustas mucho -le aseguré.

Tardó unos instantes, pero una vez más sonrió. No pude resistirlo. ¿Cómo no iba a sonreír yo también? Realmente me encantaba su sonrisa. Hubo además algo en su mirada que me dejó claro que me había entendido. Porque no había querido decirle que me parecía bonita o me atraía superficialmente. No me refería solo a que me gustaba cómo se veía. Me gustaba ella, su manera apresurada de hablar y de contar cosas, cómo reía y cómo veía el mundo a su alrededor. Me gustaba cómo pensaba, sus preguntas espontáneas y extrañas, nuestras conversaciones, su humor. Definitivamente había bastante de ella que aún no conocía, pero tenía todas las ganas del mundo de hacerlo.

-Tú también me gustas -contestó.

Sentí que me abrumaba de emociones, reí un poco nervioso de no saber qué decir y solo la besé de nuevo. 

No sentí pasar el tiempo. La verdad que en ese momento, para mi, solo estábamos los dos y nada más. El resto del mundo no parecía existir. Pero claro que existía. Después de bastante rato que a la vez se me hizo corto, Sabrina empezó a tiritar. Sonrió nerviosa y escondió su rostro en mi cuello. Sentir sus labios tan cerca de mi piel me dio escalofríos. 

-¿Quieres salir? -le pregunté abrazándola por los hombros como queriendo protegerla del frío que se sentía fuera del agua.

-Quisiera no tener que salir -soltó como confesando -pero tampoco podemos estar aquí toda la noche.

-Voy a traer tu bata -le dije sin soltarla.

Ella tampoco hizo ningún gesto de apartarse. Al contrario, solo se acomodó para mirarme fijamente, sonreír y besarme. Me dejé llevar por el beso, disfruté de sus labios, su lengua y lo bien que se entendían con los míos. Solo cuando sentí que temblaba un poco por una corriente de viento helada me separé un poco.

-Voy a traer tu bata -repetí como queriendo convencerme a mí mismo.

Sabrina rio y se alejó un poco. La vi morderse los labios, conteniendo una sonrisa.

-No puedo -reí y me acerqué para darle un rápido beso antes de obligarme a salir sabiendo que sino me tardaría y distraería de nuevo.

Fuera del jacuzzi la temperatura era bajísima, el aire estaba helado. Casi corrí por mi bata, me sequé lo más rápido que pude y me la puse. Luego me acerqué al jacuzzi con la de Sabrina en las manos.

-Sécate lo mejor que puedas antes de ponértela -le aconsejé -Sino el agua que esté en tu piel se enfriará con el aire y será horrible.

Ella asintió. Soltó un grito en cuanto salió al sorprenderse con el cambio de temperatura. Siguió mi consejo y luego entramos casi corriendo al hotel. En realidad ni paramos hasta estar dentro del cuarto. Por algún motivo nos hizo gracia. 

Sin decir mucho nos organizamos para bañarnos. Ella fue primero y yo aproveché para traernos unas tazas con mate de coca. Cuando salió del baño y vio la taza humeante me agradeció suavemente. Me apuré en ducharme, temiendo que el momento que habíamos tenido allá afuera se terminara de perder. No sabía bien qué esperar cuando salí del baño. 

Sabrina estaba sentada en la cama, apoyando su espalda en la cabecera. Me hizo un gesto y me apoyé de la misma manera, sentándome a su lado. Sin decir nada recostó su cabeza en mi hombro. Yo la tomé de la mano, entrelazando mis dedos con los suyos. Levantó la mano que estaba cogida con la mía y pareció examinarlas. 

-Me gustan tus manos -dijo de pronto.

-¿Gracias? -me hizo gracia su comentario.

Sentí que me miraba y me giré para poder hacer lo mismo.

-Me gustas tú -susurró.

-A mí me gustas tú, Sabri -contesté con una sonrisa -quizás desde antes de que me diera cuenta, porque ahora que lo tengo claro, sé que de verdad me gustas mucho.

Estuvimos horas sentados así, conversando, riendo, solo mirándonos por momentos y besándonos. En algún momento se recostó apoyada en mi y creo que ni se dio cuenta de que se iba quedando dormida. Podía sentir su respiración más lenta, más pesada. Me sentí increíblemente cómodo, aunque seguramente al día siguiente me dolería el brazo. Como pude, jalé la manta para cubrirla y abrigarla. Tampoco sé en qué momento me quedé yo dormido. 




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Un capítulo después de mil años. Si están aquí y son nuevos, mejor. Si siguen aquí después de tanto tiempo, no saben cuánto se los agradezco y valoro. Realmente gracias por tanto. Le tengo mucho cariño a esta historia y ahora aún más. Pienso acabarla. No sé lamentablemente cuánto me demore, pero quiero hacerlo disfrutándola hasta el final. 

Espero que estén bien. Cuídense muchísimo. 

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⏰ Última actualización: May 26, 2020 ⏰

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