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Tae despertó poco antes de medianoche sintiéndose aún acongojado, aunque el excesivo cansancio que sufrió debido a las energías negativas que había sentido en el paseo de ese día parecía haberse ido al fin.

Salió de su habitación viendo a lo lejos una luz por dónde se encontraba la sala de la casa, no le dio importancia porque sabía que Jimin se quedaba hasta altas horas de la noche.

Así que decidió como noches anteriores, salir a ese hermoso prado que antes de su llegada parecía más desierto debido a la ausencia de flores y vida en sí según él. Estaba ansioso por poder realizar su trabajo pese a que no se encontraba en su antiguo hogar, sintiéndose más feliz de usar sus poderes acá porque sentía realmente que todo a su alrededor necesitaba de él, en sólo tres días de sus atenciones el prado parecía haber revivido ya que se podía encontrar una gran variedad de flores, pequeños animales, insectos hermosos, toda la vida había empezado a renacer.

Pero este día en especial era de su favorito, pues había visto ya varios capullos que necesitarían de su ayuda. El nacimiento de las mariposas era de sus eventos favoritos, él de encargaba de danzar y cantar alrededor de éstas para asegurar su óptima formación para después eclosionar y dar paso a los bellos seres.

Una vez había llegado al lugar reunió a todos los capullos al centro y empezó con su ritual. Al empezar a cantar todos los seres vivos de su alrededor sentían esa felicidad que la Ninfa emanaba, todos capturados por la melodía se ponían a danzar.

Este era uno de los más fuertes poderes que él tenía, emanar y lograr que los seres vivos sientan esa felicidad, de esta manera cuidaba de todos los nacimientos, ya sea de nuevas plantas, de insectos o hasta de los mamíferos. Todo aquel ser que esté "vivo" era afectado por este poder.

Concentrado en su danza, sentía la vibración de cada capullo avisando que estaban a punto de eclosionar, él con los ojos cerrados había empezado a danzar con más delicadeza más intensidad.

Pero no se había percatado que alguien lo estaba mirando hasta que lo sintió cerca, sintió una extraña presencia que lo hizo detenerse de inmediato abriendo los ojos, quedando estático al chocar la mirada con esos ojos negros que lo veían tan intensamente que sintió perderse en ellos.

Totalmente petrificado su pecho subiendo y bajando por la mezcla de emociones que estaba sintiendo, luchando por controlarse. En ese momento el extraño rompió la intensa mirada dirigiéndola hacía arriba con claro asombro.

Tae pensó que de seguro su cabello ya lo había delatado y que en este momento debía ser una guerra de colores, por eso el extraño tenía esa mirada asombrada. Normalmente eso causaba miedo en todas las personas que conoció, pero ese ser frente a él parecía hasta disfrutarlo.

Sintiéndose avergonzado sus mejillas al igual que su cabello se tornaron en un rosa bastante adorable. Los ojos del contrario habían vuelto a verlo, pero esta vez la mirada estaba más llena de asombro que antes. El corazón de Tae sentía que se saldría de su pecho ya que el contrario empezó a avanzar más, acortando la distancia lentamente.

A cada paso que daba, Tae creía que ese ser era aún más hermoso de cerca, sus labios parecían dos pétalos de las flores más aterciopeladas y rojas que había visto, las cuales contrastaban a la perfección con su piel lechosa y el pelo negro como la noche que se encontraba peinado todo hacia atrás dejando a la vista su hermosa frente. Sus hombros anchos hacían que resalte aún más su angosta cintura. Sus piernas largas se marcaban a la perfección gracias al pantalón ceñido que vestía.

Gracias a todas las semillas de Dientes de León que giraban a su alrededor, sentía que al ser que tenía en frente eran alguien ficticio, alguien efímero; que si tan solo parpadeaba este desaparecería de su vista.

Tae tenía al extraño a unos centímetros cerca de él, sintió que el tiempo se detuvo cuando sus ojos parecían sumergirse en su mirada, perderse en ellos. Esos ojos negros tenían un brillo único capaz de reflejar a la luna misma.

Cuando de pronto fue sacado de su ensoñación al sentir el tacto esas manos en su mejilla enviando una corriente por todo su cuerpo y su corazón latir aún con más fuerza que juraba se escucharía hasta el otro lado del universo.

Asustado por esa nueva sensación salió corriendo despavorido hacía la laguna del Kitsune. Dejando en su lugar un estallido de mariposas pues todas ya habían logrado eclosionar, volando en dirección al vampiro nublando su vista sin poder saber hacía dónde se dirigió su hermosa criatura.

Al llegar a la laguna sentía sus piernas temblar, su corazón estaba tan agitado que le estaba siendo difícil el poder respirar. Con una mano a la altura de este y otra sobre una de las rocas de la laguna trataba de comprender lo sucedido.

-"¿Qué me está pasando? ¿Qué fue eso? ¿Qué es esto que siento? Mi corazón creo que va a explotar"- pensaba apoyado en esa enorme roca mirando hacia su sagrada luna como exigiéndole una respuesta.

✧*♡*✧ EL PODER DEL AMOR ✧*♡*✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora