-¡Auch!
-Jackson no puedo limpiar tus heridas correctamente si no dejas moverte-Habló muy malhumorada la médica de la manada, una alfa de ojos claros y tez clara, llamada Yerim.
Al no haber dormido prácticamente en más de dos días su paciencia estaba a punto de llegar a cero. Durante varias horas se dedicó a curar a todos los miembros de la manada que resultaron heridos del altercado con los lobos en la montaña.
-Tú, ven aquí-Llamó al omega que estaba entrando en la habitación -limpia las heridas de tu alfa y cambia sus vendajes.
Mark que apenas puso un pie dentro de la habitación quedó estático por la orden de la alfa y por su mirada intimidante. Era entendible que estuviera de tan mal humor, sabía lo molesto que resultaba ser Jackson por lo que no la culpo porque estuviera así de enfadada.
-¿Y yo por qué? ¿acaso no hay nadie más?
-No tengo la suficiente paciencia con Jackson y mucho menos las demás enfermeras y enfermeros.
-¿Y que te hace pensar que yo la tengo?-preguntó altanero cruzándose de brazos.
-¿Eres su omega no? Ahí te lo dejo-Yerim con una sonrisa burlona paso por su lado colocando una mano en su hombro deseando así buena suerte al omega sabiendo que la necesitaría, para luego pasar por su lado y desaparecer entre los pasillos del hospital.
Con un suspiro Mark entró por completo a la habitación y cerró la puerta tras de sí, posó su mirada cansina en el alfa en cual se encontraba sin una pizca de culpabilidad en su mirada. -Lo hiciste a propósito.
-Claro que no, ¿qué te hace pensar eso?-Se defendió Jackson rápidamente ante la acusación de su omega
-Deja de fingir ya, no hay nadie aquí, seguramente esas heridas ya ni te duelen.
-Claro que lo hacen, hay una herida enorme que me duele, ¿quieres saber cuál es?
-Mmm...
Mark sabía que su alfa estaba apunto de decir algo que muy probablemente iba a hacer que quisiera darle con algo en la cabeza, entonces se apartó de todo lo que fuera a ser utilizado como un arma y se sentó en un extremo de la cama lejos de todo.
-Aquí-Jackson apuntó en su corazón-esto es lo que más me duele, durante todos estos años, me ha dolido mucho el no tenerte.
-Jackson...
-No, déjame hablar, se que yo te aparté desde un inicio y se que no debí hacerlo, se que tu eras diferente a lo que siempre quise en un omega y fui un idiota al no aceptar tu forma de ser, lo que tu eras, perdóname.
-¿Sabes que necesitas más que eso para que te pueda perdonar verdad?-preguntó tratando de ocultar su dolor en lo más profundo de su corazón, sin embargo no lo logró.
-Claro que lo sé, haré lo que sea.
-¿Dime quien manda?
-Tú.
-Vas por buen camino-respondió Mark con una ligera sonrisa para luego ponerse de pie y salir por la puerta, desde donde escuchó al alfa pedirle que regrese a curar sus heridas.
-¡Estás dejando a un enfermo aquí!
-¡Cúrate tú mismo!
Pese a su respuesta Mark regreso y entre risas por parte de Jackson y resoplidos de parte del omega pasaron el resto de la tarde en el hospital, hablando de lo que había pasado y mayormente con Mark hablando del bonito reencuentro de Namjoon con su omega y sus hijos, estaba tan emocionado por los bebés de la pareja alfa que habló hasta por los codos de lo lindos y pequeños que eran.
-¿Quieres cachorros?-Preguntó Jackson con temor a la respuesta, deseaba que dijera que sí pero sabía que no tenía mucha suerte respecto a su omega.
-Algún día, tal vez.
-¿Conmigo?
-Eso depende ti.
-Me esforzaré mucho para que vuelvas a aceptarme.
Luego de aquella tarde Mark dejó de hablar con Jackson, aún estaba dolido por la forma en que lo trató en el pasado, por sus constantes rechazos, por su actitud distante y por sus constantes palabras frías, no quería resultar herido nuevamente. No lo mencionaba pero tenía miedo de volver a ser rechazado.
En lo referente a Jackson debía decir que había cambiado por completo, seguía siendo una total molestia como siempre pero ya no era distante, aprovechaba cualquier excusa para acercarse y tratar de entablar una conversación, no era tan bueno pero al menos trataba.
-El clima está un poco frío.
-Se aproxima el invierno, entonces...-respondió Mark con una ligera sonrisa al ver el esfuerzo de Jackson. -...voy a entrenar-avisó tomando el filo de su suéter para sacárselo quedando con una camisa blanca sin mangas.
Desde que su cuerpo se fortaleció Mark volvió a su rutina diaria de madrugar a correr en los campos de entrenamiento de la manada, donde siempre lo esperaba Jackson con alguna tonta excusa para hablar con él y extrañamente con una rosa entre sus manos para dársela.
El sol apenas se alzaba tras los árboles que rodeaban el campo de entrenamiento, emitiendo ligeros rayos, los cuales caían sobre el cuerpo de Mark, había perdido algo de peso pero sus músculos aún estaban ahí, su piel ligeramente bronceada empezaba a cubrirse por una delgada capa de sudor a medida de que avanzaba en su carrera y sus cabellos rubios ondeaban con el viento.
Por un momento Jackson lo observó correr por el sendero circular, donde varios otros centinelas corrían a su lado, muy interesados en observar también. En otro momento Mark habría reaccionado con la actitud de ser un centinela superior y los habría hecho bajar la mirada con un ligero gruñido pero ahora parecía apreciar la atención de los alfas a su alrededor.
La actitud de Mark había cambiado drásticamente, Jackson lo sabía, antes lo perseguía por doquier, intentaba hablar con él por cualquier medio, hacia todo para que le diera una sola mirada, incluso su actitud de ser un omega reclamado tenía, nadie podía mirarlo porque ya tenía alfa, sabía darse su lugar aunque él no se lo diera.
Un gruñido en el pecho de Jackson empezó a crecer cuando observó a lo lejos a su omega sonreír a los nuevos centinelas, tigres alfas mucho más jóvenes, mucho más alegres y sobre todo tigres que no lo habían lastimado.
-No vayas por ese camino-la voz del alfa de la manada Kim Namjoon a sus espaldas lo hizo voltear hacia atrás.
-No sé de qué hablas.
-Perdiste tu oportunidad amigo, no seas un total cabrón ahora que lo tienes aquí, lo que menos necesita Mark es un alfa lleno de celos en este momento.
-Ya lo sé-suspiró en cambio-solo...
-Ahora debes ser tú el que se arrastre y no será bonito.
-¿Tratas de darme consejos de amor?
-Bueno... hice que mi omega me perdone.
-Y también lo hiciste enojar si lo recuerdo bien.
-Admito que me equivoqué pero las cosas salieron bien al final del día.
Jackson no podía refutar aquello por lo que asintió con la cabeza dándole la razón a al alfa de la manada y prosiguió a retirarse del campo de entrenamiento, aún no podía ejercitarse como quería y menos aún entrenar a los nuevos centinelas por lo que decidió abandonar el lugar si no quería empezar una pelea con jóvenes tigres. Cuando estuviera recuperado hallaría una manera de hacerlos sufrir por atreverse a tirarle sonrisitas a su omega.
Bueno lo prometido es deuda y yo cumplo con mis promesas, espero que disfruten el pequeño Markson que les traigo.
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¿Puedes ser mío otra vez? Markson
FanfictionSecuela Soy de tu Propiedad. Jackson un cambiante tigre, centinela de la manada de tigres dirigida por Kim Bum, encontró a su compañero en un omega fuerte, valiente, descarado, alguien que no necesitaba protección alguna. En su mente todo estaba ma...