𝐍𝐨, 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐢, 𝐧𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐢𝐫 𝐚 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞
Se despidió de la señora Son y volvió a casa, llevando oculta la libreta entre las sudaderas que había decidido quedarse, en una bolsa de tela que le habían dado para la ropa. Había decidido no decirle a la adulta que había encontrado el diario por miedo a que se lo quitara. Era egoísta de su parte, sí, pero quería que la persona que encontrase a Hyejoo fuese ella. Quería aparecer junto a ella y decirle que lo sentía, que se arrepentía de no haberle vuelto a hablar y que si pudiese, hubiese actuado completamente diferente. Quería ser la primera en verla. Una parte de ella quería volver a acostarse con la chica. ¿Había personas que tenían más ganas de verla? Probablemente sí, y si esas personas viesen lo que estaba haciendo, pensarían que era egoísta, ¿no? Pero al fin y al cabo, se dijo, ella había sido la primera en visitar a su familia, la primera en preocuparse por la chica y la primera en encontrar el diario. Claro, al fin y al cabo, daba absolutamente igual ser egoísta durante un rato si conseguía encontrar a Hyejoo, ¿cierto?
Una vez en casa, subió a su cuarto, dobló su ropa nueva dentro de su armario y se tumbó en su cama con la libreta entre las manos. La abrió, encontrándose de nuevo con el pequeño post-it. Se le hacía extraño que la policía no hubiese encontrado el cuaderno, pero asumió que o bien lo habían visto y no lo habían leído o bien no habían revisado los cajones después de ver que no había sido un secuestro, sino que se había marchado por voluntad propia. Suspiró y pasó la página. La siguiente hoja había sido llenada por una caligrafía descuidada un tanto complicada de interpretar. El primer renglón solo ponía la fecha, que coincidía con la que había visto en la página número uno: 25 de diciembre de 2018. Comenzó a leer.
“Me han regalado esta libreta por Navidad y me han dicho que la use como diario. Pero ni siquiera tengo algo que escribir. En fin… Me llamo Son Hyejoo y tengo 17 años. Me gusta leer. También me gusta bailar, y se me da bien, pero a nadie le importa. También me han regalado una sudadera. No me gusta llevar un diario, adiós.”
¿Eso era todo lo que había escrito en la primera página? Dios, Chaewon confiaba en que con el paso de miedo hubiese escrito algo más largo y útil, no solo párrafos tímidos. La página siguiente simplemente contenía una lista de la compra, y la siguiente, una tabla donde la chica había contado cuantos pantalones tenía y de que colores, porque al parecer iba a donar algunos por la Navidad. La tercera sí incluía un texto medianamente largo, al menos, más que el primero que había leído.
“30 /12/18 Voy a regalar mis peluches a los niños pequeños. Ojalá me dejasen donar más cosas. Al final mamá no me deja donar mis vaqueros. Mamá dice que son mis recuerdos y que no debería tirarlos, pero seguro que hay un niño que quiere un osito y no puede comprarlo, ¿no? Yo podría ayudarle. Ya no me hacen falta tantas muñecas y tantos peluches. Solo ocupan espacio. Tengo jodidos 17 años, no necesito un juguete para dormir. Pienso darlos todos. Como mucho me quedaré a Wolfie.”
¿Quién era ese peluche? ¿Había acabado quedándoselo? ¿Tenía un significado especial para Hyejoo? Se levantó y cogió de su escritorio un bolígrafo de tinta roja para trazar un círculo alrededor del nombre. Pensaba marcar de esa forma todas las pequeñas cosas que le hacían sentirse un poco más cerca de Hyejoo. No tenía sentido sentir que la conocía mejor por saber el nombre de sus peluches o cualquier otro detalle, pero por algún motivo no podía evitar sentirse así. Siguió leyendo, encontrándose con una ilustración de un lobo muy bonita al pasar la página. Las proporciones no eran perfectas y la anatomía del animal estaba deforme, pero intuía que era parte del estilo artístico de la chica, pues no desencajaba en absoluto ni le quitaban encanto al dibujo. En la siguiente hoja, fechada en el uno de enero, la desaparecida había enlistado las coreografías que quería aprenderse ese mes. Todas las canciones de la lista estaban tachadas con tintas de colores diferentes, lo que por algún motivo le causó una sonrisa. Paró de leer unos minutos para buscar en su teléfono las canciones que no conocía, y con el bolígrafo que había usado antes, dibujó pequeños corazones en sus favoritas. Cuando cambió nuevamente de página se encontró con otra ilustración, que al contrario que la anterior, contaba con proporciones casi perfectas. Hyejoo había retratado con un boli negro a una chica sentada en una mesa, mirando por una ventana mientras que los rayos del sol le golpeaban la cara. El único colorido que tenía el dibujo era el pelo de la chica, pintado con tinta morada. Debajo del marco de la ventana, Hyejoo había escrito con letra minúscula:
“Yerim se tiñó el pelo."
¿Quién era Yerim? ¿Se había enterado de la desaparición de Hyejoo? ¿Iba a su escuela? ¿La encontraría si buscaba? Y, lo más importante, ¿quién era Yerim para Hyejoo? Siguió leyendo, pues en la página derecha que acompañaba a la del dibujo, la dueña del diario había escrito el texto más largo con el que Chaewon se había encontrado desde que empezó a leer.
“02/01/19 ¿Por qué odio tanto a alguien al que amo tanto? No te soporto, Yerim. No puedo evitar quererte, pero detesto la sensación que me provocas. ¿Se puede estar borracho de amor? Porque es así como me siento. Me mareas, me haces sentir que mi cuerpo no es mío, alteras mis sentidos, me haces perder completamente el control sobre lo que ya parecía descontrolado. Haces de mí un desastre, como si un huracán revolviese mi corazón cada vez que tú te encuentras cerca de mí. Siento que acabaré vomitando y que me ahogaré en mi propio sudor. Me puedes, Yerim. ¿Cómo puedes hacerme sentir así? ¿Cómo puedo echar de menos tus palabras en momentos en los que me hablas a la cara? ¿Es porque no atiendo tanto a lo que dices como atiendo a tus labios moviéndose? ¿Por qué? ¿Por qué es que tienes permiso para hacer que me sienta así? ¿Por qué me haces cambiar?¿A qué se debe esa necesidad de ser mi mejor versión para ti? ¿Por qué te quiero tanto? ¿Por qué me hiciste quererte? ¿Por qué me he enamorado de esta forma? ¿Por qué, Yerim, por qué estoy tan enferma de amor por tu culpa? Quiéreme. Por favor, quiéreme como yo te quiero, porque será la única forma de curarme y de calmar mis sentidos. Tócame como quiero que me toques, siente mi presencia como yo siento la tuya, siénteme como un huracán o un diluvio, siénteme como la desgracia que estoy dispuesta a ser por ti. Dejame llenarme al completo de ti y completar mis sentidos. Deja de ser molesta, estando aquí conmigo pero nunca lo suficientemente cerca, nunca lo suficientemente aquí. No me hables de forma en la que te eche de menos estúpidamente, háblame desde cerca con tus labios sobre los míos y mi lengua probando la tuya. Déjame perder el control al completo y enredar mis dedos en tu pelo de color morado. Por favor, deja de estar siempre tan lejos y acércate hasta que seamos una. Por favor, Yerim, por favor.”
Eso es lo que había sido Yerim para Hyejoo, pensó, y el primer paso para encontrar a Son Hyejoo sería encontrar a la chica de pelo morado.
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Word count: 1241
Los side ships van a ser mis otps más underrated, así que si no es algo que shippeéis (¿esa tilde va ahí? Son las 2 AM, es muy tarde para pensar) pues o le cambiáis los nombres mentalmente o lo intentáis. Anyways tampoco es como si fuesen a salir mucho.
¿Qué os parece lo de Yerim? B)
¿Qué opináis del capítulo? I mean, me gusta que comente la gente y ese stuff y que haya r e a c c i o n e s.
En fin tkm por llegar al capítulo 2
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A Mi Juventud [wonhye] 🌹🦋
Фанфик❛ ⁿᵒʷ ᵖˡᵃʸᶦⁿᵍ・❪to my youth❫・ᵇʸ ᵇᵒˡ⁴ ❜ Tras la repentina desaparición de Son Hyejoo, parece ser que nadie quiere encontrarla, menos la joven Park Chaewon, quien no puede evitar arrepentirse de como se comportó la última vez que se vieron y pierde el...