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𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐪𝐮𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐦𝐨𝐝𝐞𝐥𝐨, 𝐥𝐚 𝐮𝐧𝐢𝐜𝐚 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐚𝐬𝐢𝐚𝐝𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐠𝐫𝐢𝐦𝐚𝐬

Se miró en el espejo de nuevo, preguntándose por enésima vez si el alisarse el pelo había sido una buena decisión. “Definitivamente no” se dijo, pues no acababa de convencerle. La melena rubia de Chaewon caía en cascada sobre sus hombros, cubiertos por una chaqueta de color azul claro. Sus pantalones eran del mismo color y tanto sus zapatos como la camisa que se había puesto eran blancos. Debería haber apostado por un vestido, se repetía mientras intentaba posar para el espejo intentando encontrar una forma de verse bonita. Se rindió tras unos minutos y volvió al baño, pensando que debería volver a rizarse el pelo. Creía que todo era demasiado simple, pues además de que su conjunto no era exactamente complejo, su maquillaje tampoco era la gran cosa. Debería haber llamado a Hyunjin para que la ayudase pero era demasiado tarde y hubiese sido demasiado repentino llamarle. Tras enchufar de nuevo la plancha del pelo, su teléfono vibró en el bolsillo de su chaqueta. Lo cogió y ley ó el mensaje que había recibido mientras esperaba a que la máquina se calentase. “Tinywoo” le había escrito completamente en mayúsculas la frase “VAN A CERRAR LAS PUERTAS EN 45 MINUTOS, CORRE.” Maldijo en silencio al tiempo que desenchufaba la plancha y cogía de su mesita de noche su cartera y la libreta de Hyejoo, saliendo después de casa en dirección a la parada del bus.

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Había mucho ruido en la sala en la que se encontraba, pero había probado en todas las salas y esa era la menos ruidosa de toda la exposición. Sabía que debería estar buscando a Sooyoung, porque no creía tener una oportunidad tan buena como esa de nuevo, pero había demasiada gente y demasiados cuartos. No tenía ni idea de cómo se veía la chica, pero confiaba en que la encontraría si podía avistar una de sus obras. Tenía horas enteras para observar todos los cuadros, pero se le hacía demasiado poco, sobre todo cuando estaba ahí de pie dejando pasar los minutos en lugar de hacer algo útil. Daba demasiado miedo encontrar a la pintora que buscaba, pero no podía permitirse perder la más mínima oportunidad de acercarse a Hyejoo, pensó. Respiró hondo y empezó a moverse,  porque si había ido ahí era para encontrar a Sooyoung y si quería hacerlo, debía ser valiente.

Vagó por la sala en la que estaba, pero ninguna de las inscripciones de debajo de los cuadros ponía el nombre que buscaba. La siguiente en la que entró tampoco contaba con ninguna obra suya, al igual que la tercera y la cuarta. Quedaban otras tres, y todavía tenía una o dos horas antes de que cerrasen la exposición, pero empezaba a estresarse. Entró en otra de las salas, pero resultó ser simplemente el espacio reservado al catering, lo que alegró su modo, pues sus opciones ahora se veían reducidas a dos. Cruzó la puerta a la penúltima habitación, llena como las otras de cuadros y de gente. Las personas, para su sorpresa, se encontraban más alejadas de las pinturas que en los otros sitios en los que había estado. Entró bastante decidida, más sonriente que antes. Tenía tiempo suficiente para mirar obras, incluso podía pararse a hablar con alguien que no fuese Sooyoung por unos minutos. Se le habían renovado  las esperanzas, pensó justo antes de detenerse en seco y girar rápidamente para mirar a otro. Le había visto. Estaba ahí. Estaba mirándole desde atrás, sentía sus ojos en la nuca, quemando con su mirada. Pero no podía ser cierto, porque Son Hyejoo no podía estar ahí.

Giró sobre sí misma lentamente para asegurarse de que no se había equivocado. Al parecer no lo había hecho. Anduvo hacia el lugar lo más rápido que podía, simplemente para llevarse la decepción de su vida al ver que la Hyejoo a la que había visto no era más que un dibujo al óleo. Claro que era ella, pues todos sus rasgos y pequeños detalles. Le habían retratado sosteniendo una cámara, apuntando el objetivo de esta hacia el lado contrario del cuadro. El paisaje en el que se encontraba estaba completamente pintado en escala de grises, y lo único que mostraba color era la propia chica. Obviamente  no era la verdadera Hyejoo, pero era lo suficientemente realista como para reconocerla. Intentó con todas sus fuerzas pelear las lágrimas que habían llegado a sus ojos por culpa de la frustración pero no pudo evitar que cayesen unas pocas.

A Mi Juventud [wonhye] 🌹🦋 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora