Utopía

Capítulo 6

Los resultados eran asombrosos y él lo sabía. Tenía unos pequeños viales en la palma de su mano. Cada uno contenía una muestra de la Neurotoxina Utopía. Aquella toxina tenía propiedades realmente asombrosas; sin duda, merecía mayor estudio. Se utilizaba en su forma estabilizada y se mezclaba con una sustancia secreta en un gel viscoso alcalino. Solo las autoridades del sanatorio conocían cuál era aquella sustancia desconocida. Se inyectaba con una aguja muy fina y especial que ellos mismos habían diseñado. Podía perforar y atravesar el lóbulo temporal hasta llegar al hipocampo sin dañar ninguna estructura. La llamaban "aguja fantasma" debido a su gran capacidad de no alterar el tejido que atraviesa. La neurotoxina se inyecta en la porción ventral del hipocampo y se aloja ahí por un tiempo hasta ahora variable. El primer paciente ya había despertado y, a pesar de que la doctora Torres había ordenado sacrificarlo después de realizar una craneotomía y evaluar su hipocampo, no lo realizaron. Le tomó mucho tiempo, más de dos meses; sin embargo, al despertar, consiguieron lo que esperaban.

El paciente número uno despertó a las cuatro de la madrugada del día cero. Lloraba, gemía, golpeaba la puerta con los puños. No lo culpaba, la alteración cerebral funcionó a tal punto que el paciente en verdad creía que todo lo que soñó era verdad. Lo que se debía modificar era la demora en despertar. Quizás la neurotoxina aún debía ser modificada. Lo durmieron y estudiaron. Su hipocampo se mantenía conservado. No había evidencia de inflamación o necrosis. El tejido se mantenía en perfecto estado. La neurotoxina tenía una gran capacidad para poder infiltrarse en el tejido y no alterarlo. Al cerrar el cráneo del paciente y suturar el cuero cabelludo, lo llevaron a su habitación de nuevo, con estrictas órdenes de no quitarle la vista de encima.

En orden de jerarquía, el Doctor Hayes tenía el mismo rango que la Doctora Torres; sin embargo, ella daba órdenes a diestra y siniestra como si se tratara de su casa. Era algo muy particular y muy molesto. Las discusiones se daban a diario e incluso a veces, se gritaron frente a los pacientes. Sabía que algo le ocultaba ya que él también le ocultaba algo a ella. Aquel combate entre ingenios tenía un único objetivo, el cual era conocer lo que ocultaba el otro y usarlo a su favor.

Tras aquel incidente con el paciente número uno, al que habían llamado "Primogénito", los demás pacientes también despertaron. Hasta el momento habían podido revisar a cincuenta; los demás se encontraban aún en una especie de letargo. Las cincuenta craneotomías fueron exitosas y los cincuenta hipocampos se encontraban en un perfecto estado.

El primogénito despertó y fue entrevistado por la doctora Elaine Torres y por el doctor Víctor Hayes. Su relato fue bastante interesante. Entre risillas y llantos, contó la anécdota de su hermana y lo mucho que afectó eso en su vida. Quedó devastado y se sumió en el licor por mucho tiempo. Cuando, por fin, dejó la bebida, optó por la carrera legal, pero con arma en mano. Ser policía, ser detective. Relató haber recibido la tarea de inspeccionar el sanatorio y todo lo que sucedió allí. Cuando hubieron terminado con él, lo dejaron descansar y se dirigieron a la oficina de la doctora.

- "¿Román?", le preguntó con una ceja en alto. "¿De dónde vino eso? Se supone que el recuerdo implantado nos presentaría a ambos como doctores. El objetivo siempre fue ese. Que los pacientes, al despertar, nos reconocieran como doctores y no como sus compañeros dementes. ¿Por qué te presentaste como un loco e incluso te cambiaste el nombre? Hasta le contaste acerca de nuestros estudios".

- "Quizás aún tengamos que pulir detalles", respondió Hayes con el ceño fruncido. Se acomodó los lentes y tiró los rulos que tenía en la cara hacia detrás. "Deberíamos revisar bien eso antes del nuevo lote de pacientes. Lo más probable es que haya algún tipo de alteración o desviación del proceso de implantación de memoria. El cerebro puede intentar agregar información. Como si fuera un sueño. En un sueño, así sea implantado, el inconsciente de la persona puede alterar todo el plan establecido. Eso lo sabes tú también".