Undecima hora de la depuración.
-Estaciona aquí-me habló Alexander en el asiento de alado. Yo miré a la izquierda, hacia la gran estructura que se alzaba elegantemente y me pregunté cuanto dinero tenían estos mamones.
-Uy mira que bonito el lugar donde me tendrás secuestrado-hablé con sarcasmo.
-Querrás decir nuestro hogar ahora, hermoso-me guiñó un ojo con una sonrisa y yo aparté la mirada.
Odio lo estúpido que estoy siendo, y a mis estúpidos pensamientos.
-Sí como sea, bajemos rápido. Quiero dormir un rato y que esta mierda acabe pronto-me bajé del auto y cerré la puerta, cuando Alexander cerró la suya, presioné el botón para cerrar el auto.
-No sé, pero algo me dice que no te desagrada la idea de dormir conmigo-puso una sonrisa pícara en sus bonitos labios.
-Estoy a tres segundos de abrirte otro agujero-el se echó a reír-¿y quién dijo que dormiría contigo?.
-Precioso, no hay manera de que teniendote en la misma casa no duerma contigo-me tomó de la mano y la apretó. Yo no me solté porque él estaba herido y después se caía, no por nada más, obvio.
Vi a mis hermanos bajar de los otros autos y a diferencia de hace tres años, ellos no se veían asustados, simplemente se veían tranquilos, hasta un poco alegres podía decir. Y era extraño, demasiado, ¿como es que le agarras cariño a personas que te hicieron mucho daño en el pasado?
Miré a Alexander.
Supongo que de mi parte siempre he estado enamorado de él.
Cuando entramos a la casa, mi boca se abrió de la impresión, esta era mucho más espaciosa que la otra y con cosas más tecnologicas.
-¿Te gusta tu nuevo hogar, cariño?-preguntó Alexander abrazandome por atrás y dandome un beso en la nuca. Me puse nervioso por su cercanía, pero me dejé querer.
-Para una persona con un disparo, eres demasiado cariñoso-sonrió en mi cuello y nos meció unos segundos-es muy linda...me gusta-susurré lo último, pero estoy seguro que él lo escuchó.
-Me alegra escuchar eso-me soltó para tomarme de la mano de nuevo-ven vamos a nuestra habitación.
Antes de poder subir un escalón uno de los hombres se acercó a nosotros.
-Jefe, ¿Qué hacemos con Morales?-miré a Alexander preocupado.
-Por favor, no mates a Imasu-él me dió una mirada algo ruda, haciendome tragar saliva.
-¿En serio crees que dejaré a ese pedazo de escoria vivo después de tocarte?-tensó la mandíbula-él va estar a tres metros bajo tierra después de desfigurar su feo rostro.
-Él no tuvo la culpa-tragué saliva-fue mía-frunció el ceño.
-¿Por qué lo hiciste, Magnus?.
-Bueno, a ver, cierta persona se supone que estaría 20 años dentro de una cárcel y me hizo mucho daño. ¿Crees que te iba a esperar 20 años a que vinieras por mi?.
-Sí, era justo eso lo que quería. Además sabes que estoy arrepentido de todo el daño que te hice.
-Sí bueno, estar arrepentido no soluciona nada, y estás demente si creías que te esperaría 20 años.
-Bueno, almenos me hubiera gustado no verte en los brazos de otro después de...¿Cuanto llevan ustedes?.
-Llevabamos, ya no somos nada. Fueron 9 meses.
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The Purge(La noche de las bestias) 2da tempo. (Malec) >TERMINADA<
RandomAdaptación!!!!!! Creiste que te librarías de mi?, que ingenuo.]