Duodécima hora de la depuración.
Cuando nuestros cuerpo se sintieron menos cansado después de aquella intensa sesión de sexo, Alexander caminó hasta su mesita de noche y llamó a alguien.
-Mándame un jodido doctor para que me cosa la mierda que me hicieron en la costilla. Pero rápido, que tengo asuntos que atender.
-¿Me puedes decir qué son esos "asuntos"?-pregunté girandome hacia él una vez colgó el teléfono.
-Dos pedazos de estúpidos que ya conoces.
-¿En serio vas a dañar a Imasu?.
-Sí, Magnus, lo haré. No lo voy a matar pues mi primo Mark está enamorado de ese jodido chico feo-el nombre Mark se me hacía familiar. Arrugé el ceño al escucharlo insultar a Imasu tan infantilmente.
-Que inmaduro-besé sus labios-yo quiero estar allí.
-No, no quiero que veas eso.
-No lo vas a matar, me lo aseguraste, entonces está bien. Puedo soportar verte golpear a Imasu.
-Bueno, no solo lo golpearé-lo miré horrorizado-tranquilo cielo, no será para tanto, ya verás.
-Voy a confiar en ti-suspiré y él acarició mi cabeza-¿Y a Alejandro?.
-A ese infeliz si voy a matarlo-gruñó.
-Dejamelo a mi-me miró sorprendido-ese maldito idiota mató a mi madre, quiero venganza-la sonrisa tan grande que me dió cuando dije aquello me hubiera asustado en el pasado, ahora la encuentro hasta atractiva.
-Eso quería escuchar-me miró a los ojos algo dudoso-¿Pero vas a poder con la venganza?.
-Claro que sí-me enderecé un poco colocando mis manos en su pecho. Miré fijamente a sus ojos par que me prestara real atención-ya no soy un niñito miedoso, Alexander. Puedo tomar un arma y disparar sin parpadear, como también puedo atravesarle el cuchillo a alguien en la garganta y disfrutar de ver como la sangre abandona poco a poco su cuerpo. Yo no tengo miedo de hacer agonizar a cualquier desgraciado que se haya metido conmigo-le dije completamente serio.
-Se me paró-toda la tensión que se creó de repente se rompió por ese tonto comentario que me hizo reír mucho.
-Eres un idiota-negué levantandome de la cama.
-Es enserio, se me paró, ven a hacerte cargo-lo miré divertido y le guiñé un ojo para caminar hacia el baño.
-No lo creo cielo. No demora en venir el doctor a curarte y yo tomaré un baño.
-Eso es algo demasiado injusto y más si caminas frente a mi con ese glorioso trasero desnudo.
-Que lastima, cariño, más tarde podrás disfrutar de nuevo de este glorioso trasero-le lancé un beso y cerré la puerta del baño.
Después de una corta ducha la cual me sirvió para apagar un poco mi calentamiento y tranquilizarme un poco, salí del baño para pedirle ropa a Alexander.
-Tomate estas pastillas cada 8 horas y cuando ya los puntos se hayan sanado, me llamas para retirartelos. Nos vemos.
-Sí, adiós-se despidió Alexander del doctor paracolocarse un nueva camiseta-¿Ya terminaste?, De ser así apresurate, amor, no nos queda mucho tiempo y hay dos idiotas que tienen que sufrir.
-Uno menos que otro-le mencioné buscando unos vaqueros azules, unos boxers y una playera blanca dentro del enorme closet de Alexander.
-Sí, como sea, vamos.
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The Purge(La noche de las bestias) 2da tempo. (Malec) >TERMINADA<
Ngẫu nhiênAdaptación!!!!!! Creiste que te librarías de mi?, que ingenuo.]