Capitulo 11

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Decima hora de la depuración.



-Deten el auto-ordenó Alexander en medio de la nada, literal. Todo lo que se veían era puros arboles, hierva y suelo.

-¿Qué hacemos aquí?-preguntó Magnus levantando una ceja-¿aquí es donde vas a matarme?-preguntó medio en broma.

-Estas chistosito cariño-gruñó-sabes que no te mataría.

-Eso no pensaste hace tres años cuando me rompiste el orto, estúpido. Pude haber muerto de una hemorragia interna.

-Veo que haz estudiado-cargó una de las armas que tenía en su cinturron y abrió la puerta-sal, vamos a enterrar a tu madre.

-¿Aquí? ¿estas ebrio?-preguntó molesto, negandose a bajarse del auto cuando Alexander abrió la puerta trasera-ni lo pienses.

-Es enterrarla aquí o tirarla a un puto oceano, elije de una maldita vez, no tenemos tiempo y tengo muchas cosas que hacer.

-Vete a la mierda, idiota-murmuró Magnus. De mala gana y con un poco de dificultad se bajó del auto. Alexander le regaló una divertida sonrisa y Magnus quiso borrarla a golpes.

O con un beso.

No, joder, ¿qué estaba mal con sus pensamientos?. Llega Alexander y en vez de estar cagado de miedo siente que sus hormonas se alborotaron peor que un adolecente de 15 años. Ya tenía 20 jodidos años y era capaz de matarlo.

Alexander se quitó el chaleco que él tenía y se lo intentó poner a Magnus.

-¿Que haces?-preguntó Magnus echando su torso un poco hacia atrás.

-Te pondré mi chaleco, este lugar no es seguro y no quiero que te pase nada, ven.

-No-negó debilmente y con una extraña sensación en el pecho. Le pareció un lindo gesto.

-No seas terco, joder-Magnus a regañadientes se dejó poner el chaleco y Alexander sonrió por primera vez con ternura, sin cinísmo ni burla. Magnus había olvidado que la sonrisa verdadera de Alexander era una de las cosas más bellas que este tenía. Se sonrojó por pensar en ello. Alexander vió esto y besó su cabeza.

-Entiende que ahora solo quiero protegerte-susurró Alexander mirando calidamente a los ojos de Magnus, este tragó saliva y bajó la cabeza.

-Sí, esta bien...-susurró sin saber que decir, de repente no quería pelear más.

-Tú, busca una pala-le ordenó Alexander a uno de los cuatro hombres que los acompañaban y cubrían la espalda.

-Hay una en el maletero de la camioneta blanca-habló Lorenzo con pereza llegando a su lado, Andrew caminaba a su lado sin ataduras y con la cabeza gacha, a Magnus le extrañó eso.

-Andrew, ¿estas bien?-preguntó dandole una mala mirada a Lorenzo para regresarla al palido. Este levantó la cabeza y apesar de que solo los alumbraba las luces de los autos pudo darse cuenta del sonrojo en su rostro.

-Estoy bien-murmuró. Magnus entrecerró los ojos pero no dijo nada. Él y Rafa estaban actuando extraños, casi como él, solo que más dóciles.

Nadie dijo nada mientras cababan un agujero en el suelo donde enterrarían a la madre de Magnus y Simon. Estos dos estaban abrazados y las lágrimas habían vuelto a sus ojos cuando estaban metiendo el cuerpo de su madre. Magnus no lo soportó y se arrodilló frente al hoyo en el cual ahora estaba su madre.

-Te voy a extrañar demasiado, mamá-susurró-te amo.

Cuando estaban por regresar la tierra al hueco, el ruido de balas los sorprendió.

-Nos atacan, mierda-gruñó Jace tomando a Simon y cubriendolo con su cuerpo-vamonos ahora.

Magnus sintió la mano de Alexander en su hombro y el empujón. Sin oponerse comenzó a correr para protegerse mientras los hombres de Alexander empezaban a disparar también.

El castaño se detuvo abruptamente por dos cosas, sintió el fuerte agarre de Alexander en su brazo y algo pequeño y fuerte golpear su costilla, bajó la mirada y vió una bala encajada en el chaleco antibala, manchada de sangre, que obviamente no era de él. Miró a Alexander y se dio cuenta de que lo miraba con los ojos abiertos. Bajó su mirada buscando lo que mas temía y su respiración se atoró cuando vió sangre en el pectoral izquierdo de el peli-negro.

-¡Alexander está herido!-gritó Magnus preocupado, tomó los brazos contrarios y lo encaminó más rápido a su camioneta. Lo subió en la parte trasera y buscó un trapo o algo. Cuando no halló absolutamente nada lo único que pudo hacer fue tomar las manos de Alexander y hacer que presionara fuerte en el lugar donde lo habían baleado. Una bala rebotó en el vidrio blindado de la puerta, justo a un lado de su cabeza y casi pega un grito. Buscó desesperadamente el arma que tenía Alexander en su chaleco y miró a quien había echo ese disparo, matandolo de inmediato.

Luego de unos minutos ya no se escuchaba más balas y en un parpadeo Magnus tenía a los tres hermanos rodeandolo a él y Alexander.

-Mierda hermano, ¿estás bien?-preguntó Ragnor extendiendole a Magnus un botiquin de primero auxilios.

-Sí-murmuró intentando respirar lentamente-pero duele como la puta madre.

-La bala lo atravezó-avisó Magnus sacandole la playera a Alexander con cuidado de no molestar mucho el lugar afectado. Decidió ignorar el hormigueo que sintió su cuerpo al ver el torso desnudo de Alexander pues no era el momento y se concentró en la herida-te la vendaré pero le hace falta sotura-murmuró Magnus mientras hacía su trabajo concentrado.

Alexander lo miraba fijamente y con una suave sonrisa cariñosa. Cuanto había extrañado a Magnus, más que a cualquier cosa en la vida, casi se volvía loco esos tres años sin él. Y tenerlo frente a él, sanandole una tonta herida de bala tan preocupado y concentrado, le llenaba el pecho de una sensación bonita. Apesar de que Magnus se comportara arisco con él, se prometió no hacer ni un movimiento que pudiera dañarlo físicamente. Podía hablarle duro y quizás feo, pero no volvería hacerle daño de nuevo, no como tiempo atrás. Ahora haría las cosas bien.

-Te ves tan bonito así-no se contuvo y le dijo aquello cuando vió a Magnus guardar todo en el botiquin.

-Deja de ponerme nervioso maldita sea-suspiró-podrás estar bien hasta que lleguemos a tu casa. Si quieres yo puedo conducir, nada más tienes que decirme el camino.

-¿Quieres conducir donde te diga, aunque sepas que esto es un "secuestro"?.

-Lo hago por mis hermanos, no quiero dejarlos solos. Ni te emociones-Alexander rió y Magnus se vió mordiendose el labio para no sonreír.

Enserio, ¿qué jodidos le pasaba?.

No puede evitar pensar en la sensación que tuvo cuando vió que le dispararon a Alexander. Fué como si el mundo se le hubiera detenido por un momento y cuando siguió su rumbo, Magnus tenía que hacer algo de inmediato.

-Esta bien, precioso. Haré como que te creo, vamos.




𝓒𝓞𝓝𝓣𝓘𝓝𝓤𝓐𝓡𝓐....

Uno más porque me caen bien y porque ya me voy a dormir 🤗😴 queda solo un capitulo, el final y el epílogo para acabar esta historia 🥺

The Purge(La noche de las bestias) 2da tempo. (Malec) >TERMINADA<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora