Prólogo

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-Tu..-la bibliotecaria le toca el hombro a aquel chico rubio y de cara dulce,que descansa sobre la mesa- no deberías dormir aquí..

Ella se para unos segundos a observarle y se fija en sus facciones relajadas y la media sonrisa que sale de sus labios.Le resulta tan tierno que sonríe con él.

-Vaya,debe de ser un buen sueño..
-Disculpe..

La bibliotecaria se gira ya que alguien le llama,era el jefe de seguridad.

-Señorita Juls,hay que salir ya,estamos cerrando la biblioteca.

Esta asiente y se vuelve a girar hacia el chico misterioso y le zarandea un poco más notoriamente el hombro.

-Disculpe joven,tiene que desper...

Juls,la bibliotecaria,se queda a media frase cuando en uno de sus zarandeos la mano del joven que se encontraba en su estómago,cae a un lado sin vida y puede ver toda la sangre que desprende el chico.

Se asusta mucho y el segurata se acerca a ellos también.
Se quedan en shock tras ver la escena,pero el segurata enseguida se recompone y empieza a dar órdenes a la pobre e impactada Juls.

-¡Juls corre llama a una ambulancia y trae rapido el botiquín!

Esta sigue sus órdenes y el guarda se pone manos a la obra.Lo primero que hace es bajar al chico al suelo,le toma el pulso y comprueba su respiración.
Las dos cosas eran muy débiles pero aún le quedaba un hilo de vida que podría salvarle.

Juls regresa con el botiquín en la mano.

-La ambulancia ya está en camino.
-Vale muy bien.

Se acercan al lugar un par de personas más que pertenecían al personal de la biblioteca.
El segurata saca todas las gasas que contiene el botiquín y hace presión en la herida mientras zarandea un poco al chico y le da tortitas en la cara.

-Venga chico despierta,ya viene la ayuda en camino,tienes que aguantar.

Sigue intentando que el chico despierte y Juls se mueve alrededor asustada y desesperada por la situación que le estaba tocando vivir.

Ese pobre chico..
Con la expresión tan dulce y tranquila que tenia parecia que verdaderamente quería morir y estaba conforme con el destino que tenía.
Ella misma le había visto cómo entraba a la sala,cogía asiento y ojeaba unas páginas.

Eso le recuerda..
Mira la mesa y ve las páginas a las que se refería.Las coge y las dobla con mucho mimo y se agacha al lado del chico metiendo las páginas en el bolsillo de su pantalón mientras un par de lagrimas caen por su mejilla.

-Venga chico despierta...

El segurata seguía insistiendo sin dejar de medirle el pulso y de presionar su herida.
Y en ese preciso momento escuchan la sirena de la ambulancia.

-¡Ya vienen! ¡Ya están aquí!-Juls se separa del chico cuando ve que cuatro médicos entran con una camilla y acompañados de otro miembro del personal que les guiaba hacia el herido.

Estos se hacen cargo del chico y lo suben a la camilla mientras le ponen un bote de suero vía intravenosa y le miden las constantes.
Empiezan a mover la camilla y Juls instintivamente corre al lado de la camilla sin dejar de mirar al joven rubio.

Los médicos hablaban entre ellos.

-¡Ha perdido mucha sangre!
-¡Preparad una transfusión rápido!
-¡Las constantes están bajando!

Llegan a la ambulancia y empiezan a introducir la camilla del joven en ella.
Juls y el segurata se quedan en la puerta y ven cómo se llevan al pobre chico que ahora mismo prendia de un hilo entre la vida y la muerte.

Juls junta sus manos a modo de rezo y pide a Dios que no se lo lleve.
No le conoce de nada,pero le a resultado muy duro ver como un chico tan joven tenía asumida su muerte y ni siquiera pidió ayuda.
Ese chico se merecía vivir,merecía que no terminara todo tan pronto.


Mientras tanto en la ambulancia,el joven rubio ya tenía en su brazo una transfusión de sangre de cero negativo.
Los médicos le proporcionaron una mascarilla de oxígeno e intentaban parar la hemorragia  que tenía en su abdomen.

Una vez en el hospital le pasaron rápidamente a quirófano.
Arreglaron el daño interno que la puñalada había causado y enseguida ya le tenían cosido y listo.
Sus constantes vitales siguen un poco débiles pero todo iba bien,el chico saldría de esta sin problema dada a la intervención.
Si llega a estar unos pocos minutos más ahí sentado,solo Dios sabe lo que le habría pasado..

Suben a la unidad de cuidados intensivos al chico y ya empiezan la búsqueda de sus datos personales para llamar a algún familiar o conocido.

Al pasado el dia,esa noche llegan compañeros del joven preguntando por su amigo Ash.
Los médicos les indican que ahora mismo estaba en la UCI y los tres amigos esperan fueran de esta.

Mientras tanto,Ash,abria los ojos por primera vez desde que los cerró en la biblioteca, y muy débilmente pestañeó un par de veces.
Una enfermera que estaba en la habitación comprobando el suero que le estaban administrando se acercó a él sonriendo.

-Hola Ash..¿cómo te encuentras?,dame un momento tengo que llamar al doctor.

La enfermera se alejó a la puerta y Ash seguía confuso.
Miro a la puerta y vio a un hombre de pelo castaño y alto entrar en la habitación,era el doctor,pero en su confusión sólo pudo decir una palabra antes de volver a cerrar los ojos.

-Eiji...

El final que merecemos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora