Capítulo 1: Resumen del nuevo inicio.

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En resumen, que por alguna razón desconocida debo hacer, empecé mi aventura hace poco tiempo.

El profesor Murdoc me llamó para informarme que tenía otro pokémon, uno particular, lejos de los iniciales que siempre regalaba a los niños como excusa para que hicieran parte de su trabajo.

No me fijé mucho en mi forma de vestir, solo tomé mi mochila y unas cuantas cosas que creí necesarias, como mis auriculares junto a mi celular y unos cuantos preservativos -mejor prevenir que lamentar-.

Bajé las escaleras corriendo, nunca me pregunté por qué todas las casas poseían dos pisos, y seguiré sin preguntármelo porque es una pérdida de tiempo.

- Mamá, me voy... Tal vez no vuelva - dije.

- Bueno, muchos de tus amigos se fueron de aventuras hace cinco años, estás algo atrasado - dijo en tono de burla.

Que empezara a los quince no implicaba que estuviera viejo, eso me hacía más maduro.

- ¿No hay una despedida? ¿Algo?

- Sí. Adiós, hijo mío, cuídate - dijo despreocupada - ¿Feliz? No te pasará nada, sé que volverás pronto, de todos modos.

- Bueno, si tú lo dices - dije y salí por la puerta.

El laboratorio quedaba en la ciudad próxima a mi ciudad natal, en mi ciudad estaba el séptimo gimnasio, por lo que tal vez sí era verdad que pasaría por casa en alguna otra ocasión. Llegué hasta el laboratorio esquivando todos los caminos de hierba alta. Los pokémon suelen ser algo tímidos y se esconden en ella, pero si entras a su territorio atacarán como si nada. Preferí evitar distracciones y solo ir por mi pokémon.

- ¡Hola! - dije - ¡Profesor Murdoc! Ha pasado bastante tiempo - lo conocí cuando pequeño, pero no lo visitaba porque pensaba que podría hacerme algo que no querría recordar... Cosa que a veces aún pienso.

- ¡Maxi! - dijo el profesor - Mira lo que he encontrado, estos pequeñines estaban en un laboratorio que se encuentra del otro lado de la región, el profesor de ese lugar se comunicó conmigo para intercambiar y entregar nuevos pokémon iniciales a las siguientes generaciones de niños. Ahora puedes elegir entre los que están en esa mesa - continuó, luego señaló la mesa que se encontraba a su izquierda, de todos modos era la única mesa.

Revisé las tres pokéballs, era una decisión difícil, aún así terminé por elegir a Fennekin, quien resultó ser hembra.

- ¿Le pondrás algún nombre de cariño o algo? - dijo Murdoc.

- Mmm.... Te llamaré Zorrita - dije mirando a Fennekin desde su pokéball.

- Bueno, ahora vete, otro día nos juntaremos para ponernos al día - Nunca supe por qué me dijo eso.

Salí del laboratorio, de todos modos no me quedaría ahí con el profesor Murdoc, sería incómodo.

En fin, recorrí varias rutas y cuevas, en una de las cuevas, llamada "Nonílomin" me encontré un Zubat shiny, aunque no fue eso lo que me llamó la atención. Este Zubat, al que llamé "Batman", era más pequeño de lo normal, midiendo no más de setenta centímetros, algo que no muchos hubieran notado.

Lo capturé debilitándolo un poco con mi Zorrita y lo entrené.

También capturé a un Gastly, éste era totalmente normal, aunque tenía una velocidad poco usual que era bastante favorable. A Gastly lo llamé "Gasparín".

Ambos evolucionaron el mismo día, que fue exactamente tres días después de superado el segundo gimnasio, que era tipo psíquico.

Una buena anécdota sería que el día que evolucionaron mis pokémon fue el día en que el encabezado de las noticias decía "Gran explosión en el castillo de la señorita Psikia". De haber empezado mi aventura un poco después habría podido presenciar el momento.

Pensé en regresar para ver la explosión -y tal vez poder consolar a alguna princesa por la triste noticia-, pero preferí continuar mi camino -sabía que nada de eso iba a pasar, de todos modos-.

Después de vencer a la líder Angeles, un extraño me dio un huevo que resultó contener a una Ralts, no le puse nombre porque de todos modos era una inútil, pero no la liberé porque sabía que no estaba preparada para vivir por su cuenta y que de quedármela terminaría por encariñarme con ella.

Al cabo de un tiempo ya tenía a un Delphox, un Gengar -esa historia la dejaré para después-, un Golbat y una Kirlia que ya no era tan inútil.

Decidí continuar mi camino después de reforzar el nivel de mis pokémon, llegando así a pueblo "Cultivo", en el que empezó la verdadera historia.

Pokémon Adventure - Load Game  ~| Parte 2 de 4 |~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora