¡Extrañare tu cara la cual me enamoraba la vida!
¡Extrañare tu sonrisa la cual iluminaba mi oscuro día!
¡Extrañare tu delicado y suave cuerpo el cual abrazaba mi maltratada alma!
Pero lo que más voy a extrañar, es tu susurrante voz en mi almohada diciendo que nunca te irás.