¡Te llevaría a Saturno, pero ya tienes otro rumbo!
¡Te invitaría a jugar otro turno, pero ya tienes un acompañante nocturno!
¡Te acompañaría en tus días más oscuros, pero ya tienes quien te salve de lo profundo!Es ilógico como lo damos todo sin pensar por esa persona la cual elegimos amar, pero más ilógico aún, es estar dispuestos a darlo todo otra vez después de quedarnos sin nada.