Cuando te sientes vacío/a al besar a una persona, te darán tantas ganas de arrancarle los labios, tanto así que querrás dejar el tiempo a un lado con tal de que no se despeguen sus costados.
Pero a veces nos topamos con la cruda realidad de que esa persona ya está completa y nos sentiremos extraños, ya que no sentiremos el mismo deseo ferviente de que nos arranquen los labios.