Libertad condicional

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Volviendo al presente otra vez nos encontramos con un Osomatsu golpeado, herido y con serios problemas psicológicos. Es curioso antes y después del secuestro se sigue sintiendo una escoria y está orgulloso de eso.
Todo esto es muy repetitivo, ver a Osomatsu sufrir todos los días a todas horas por un señor que parece que la maldita suerte le sonríe ¿Nadie escuchaba sus gritos de dolor en la madrugada? ¿Acaso a nadie le importa? Osomatsu se siente ignorado, siente que si sale del lugar donde vive, ese sótano que solo le traerá recuerdos dolorosos en el futuro, saldrá y gritara tan fuerte por ayuda que no le importa que en ese instante le pongan una bala en su cabeza quiere que en su último segundo de vida sea sentir la libertad. Todo por lo que ha pasado fue por sus hermanos y los volvió a ver pero de nuevo los perdió. ¿Acaso su destino era sufrir durante años y años de su vida hasta morir? ¿Nunca terminaría su sufrimiento?
Ya estaba hartó.

Después de unas semanas de hacer ese trato con Tougou y sufrir todos los días a todas horas por fin... El día llegó....

Osomatsu con su ojo morado (de nuevo) y heridas recientes estaba en la mesa comiendo su arroz ya que no había otra cosa que comer como siempre, Tougou estaba frente a él leyendo el periódico.
Osomatsu sin decir ningúna palabra se levantó y se dirigió al baño sucio que estaba ahí.
Se miró al espejo.
Odiaba todo su aspecto.
Odiaba todo de él.

Sin dudarlo ni un segundo más, golpeó el espejo con tal fuerza y brusquedad que logro romperlo en pedazos que cayeron al suelo.
Miro al suelo, lentamente recogió un fragmento, sonrió con lágrimas en sus ojos.
Se escuchó un gritó.

-¿Que estás haciendo mocoso? ¿Porqué tanto jodido rui...?- sin terminar la frase Tougou vio a Osomatsu- Niño suelta eso ahora-

-Nos vemos en el infierno maldito- Con esa frase Osomatsu le dedicó una última sonrisa burlona y se cortó el cuello rápidamente-

-¡NOOOOO!

Nadie se lo esperaba, ni siquiera Tougou está bien que el chico tenía ideas suicidas, pero ya habían llegado a un acuerdo ¿Qué ocurrió?
Tougou poco a poco se comenzó a acercar al cadáver de Osomatsu.
Pero todo paso tan rápido, el chico se incorporó y le clavo el vidrio a Tougou.
Osomatsu había planeado todo, solo había fingido haberse hecho el corte, si se hirió la mano para que saliera sangre y se ensució en el cuello para que así fuera más creíble la cortada.
Osomatsu se lanzo hacia Tougou luchando para ver quién ganaba está podría ser su última batalla y si al menos va a morir que sea buscando su libertad.

-¡Hijo de perra!-

Osomatsu se defendió con un pedazo de vidrio del tamaño de su palma, hasta que lo dejó gravemente herido y fue a toda velocidad a la cocina agarró un cuchillo, Tougou fue detrás de él casi arrastrándose, pues tenía cortadas en sus piernas y brazos, con un movimiento brusco pero veloz tomó un arma que estaba escondida abajo de la mesa, Osomatsu se lanzó hacía él no le importaba el peligro, su adrenalina estaba al 100% Tougou respondió con una bala dirigida al pecho del contrario pero su puntería fallo así que le dió en el hombro a Osomatsu.
Tougou trataba de pelear con el chico si salía de esta viva, le iba a dar la lección de su vida. Pero esa perspectiva cambio por completo cuando vio a Osomatsu que en una distracción le quitó el arma y lo amenazaba cuchillo en mano.

Fue su fin.
En un movimiento sin parpadear Osomatsu se lo enterró varias veces.

Tougou tu propia creación te asesinó.

Osomatsu lloraba de ¿Felicidad? ¿Orgullo? ¿Tristeza? Lo que sentía era indescriptible, ya no sentía culpa ni remordimiento digo, asesinó a varias personas pero no de esa manera.
El cuerpo de Tougou ya estaba inmóvil desde hace horas pero Osomatsu se desquitó de esos años, días, semanas y meses que le robó Tougou.
Las heridas que le dejó psicologicamente.

Recuerda tu verdadero yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora