Recuerda tu verdadero yo

Azul como las lágrimas

La historia se repite ¿Cierto?

Recuerdas. Lloras. Tiemblas. Lastimas.

No me sorprende que yo fuera la última persona que recordarás. Pero yo quiero cambiar.

Quiero arrancar mi propia página.

Es lo único que puedo hacer ¿Cierto? Pude seguirte, podía gritarte ¡Ey! Detente Oso. No lo hice y duele.
Tal vez incluso nos llevarían a los dos y ambos sufriríamos lo mismo.
Al menos no estaría aquí al cuidado de 5 hermanos que se comportan como adolescentes he incluso niños.

¡No es queja! ¡Ni siquiera ofensa!

Hubo momentos que jamás creí volver a recrear con nuestros hermanos. Trate de ser fuerte por ellos he incluso hubo momentos en que acepte tu muerte.
¿Has sentido cuando anhelas algo con toda tu alma y cuando lo obtienes no sabes que hacer? Estoy en la misma situación.
Por unos instantes me sentí amado.
Amado.

Recuerdas esa vez que todos me golpearon he incluso me secuestraron ¡Por dios! Te juro que jamás creí volver a verlos de la misma forma, creí que a la mañana siguiente si tomaba algunas pastillas todo iría bien.
No lo hice porque algo me detuvo.
Ahora estamos en este punto de nuestra historia.
Si no existiera yo, no sé que hubiera Sido de mis hermanos.
Los cuide mientras tú no estabas.
Aunque es curioso, jamás parecía interesarte nuestros hermanos.
No sé cómo sentirme, me siento egoísta, solo, preocupado, feliz y asustado. Aunque no lo creas tu eras mi soporte emocional por un rato.
Quería ser como Ichimatsu o tú, igual de confiado. Ahora para mí es más fácil mentir que estoy bien, ustedes dos me enseñaron muy bien.

Cada día que pasa puedo observar como recuerdas a nuestros hermanos con cariño, haces bromas en voz baja ¡Es la mayor alegría! Pero también puedo notar como tus ojos comienzan apagarse, tus manos tiemblan con cualquier movimiento brusco, te disculpas por cada cosa que ocurre, tratas de sonreír pero lo único que sale de tus labios es una mueca, miras fijamente a la pared como si está te hablara.
Un día trate de llevar flores rojas pero antes de entrar mire como intentabas golpear tu cabeza contra la pared, quería detenerte pero no podía, lo único que hice es llamar al personal que te atiende. Ese día nuestros hermanos tuvieron un hermoso florero en la mesa.

Yo siempre llevo a nuestros hermanos a las visitas pero el trabajo me tiene agotado ¡Si! Trabajo, creo que lo notaste la vez que nos encontramos en el restaurante. Estoy seguro que tú antigüo yo estaría enojado conmigo.
Imaginó tus gritos de ira.
Aveces los extraño.

No pienso entrar. No quiero ver tu rostro. No quiero que veas un espejo. Me niego a pensar que esa persona en cama eres tú. Quiero continuar con mi vida normal.

Hoy me enteré que casi matas a nuestro hermano menor, es algo curioso si lo piensas de cierta manera, recuerdo que hubo un tiempo en que darías tu vida por él, sería algo poético que matarás a tus propios hermanos después de tanto sacrificio. No te juzgó, yo en algún punto hubiera hecho lo mismo.
Somos molestos.
No sé cómo sentirme ante estás situaciones ¿Odiarte? ¿Entenderte? ¿Empatia? ¿Angustia? Todo es tan confuso. No quiero verte, tengo ansiedad de lo que pueda ocasionar si me recuerdas.

Siempre espero afuera de la puerta o incluso del hospital.
Creo que está tarde te transladan al hospital psiquiátrico, menos visitas, más dolor.

Mientras escribía notas en mi cuaderno siento una mano sobre mi hombro.

-¿Estás bien?-

-Oh, hola Ichimatsu casi me das un infarto ¿Tú estás bien?- en un movimiento rápido cierro el cuaderno de color azul que me regalaron el día que me convertí en policía-

-Yo sí, pero por lo que puedo apreciar tu no estás del todo bien- respondió con su tono monotono de siempre-

-Im fine little brother!- contesté con una sonrisa mientras me acomodaba mis lentes de sol-