Capitulo 7

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Siempre creí que las navidades en casa de mi padre eran una mierda.

Pero esto no tiene comparación.

No tengo a Sori y a Dona a mi lado, estoy cautiva en una casa, y ese maldito me trata peor que a una sirvienta, no tengo derecho a dormir en una recamara de servicio, no yo duermo en el suelo, afuera de su maldita habitación.

Bueno el lo dejo en claro soy su perra, y si a eso le agregamos que mi estado de salud es deplorable, no se porque sigo con vida.

Mi vida apesta, papá está muerto, el lo mató, si no fuer por él, estaría en casa, no estaría con el alma hacha pedazos.

—¡Paulette! Él me grita, y yo solo camino hacia su despacho.

No debo acercarme, según el, entonces ¿Para que me llama?

—si señor.

Mi voz suena vacía, eso intento. En un principio había en ella desprecio y eso siempre me costaba golpes, incluso muchos malos entendidos, que me gritara zorra.

—Veo que ya aprendiste quien manda aquí. Comenta.

No ha cambiado en nada, no lo había visto por dos semanas enteras y eso que duermo a fuera de su habitación.

—si señor. No lo miro, miró al piso.

—bien— se acerca a mi y jala mi trenza.
—esta noche tengo una reunión importante, quiero que subas a mi habitación y hagas todo lo que Gretchen te ordene.

Asiento, no quiero más golpes. No más por favor.

La última paliza casi me mata, y el me dejo en estado de miseria.

Busco a Gretchen quien ya me espera a fuera del despacho de Jürgen.

Gretchen es una mujer mayor, ella me mira con lastima, se que quiere ayudarme, pero no puede hacerlo.

Me quedo quieta mientras ella me peina.

Han pasado horas, ella me ordeno bañarme y luego me entrego lencería cara de color blanco y de encaje, la cual me tuve que poner, Me paso un vestido largo de color plata totalmente hermoso, ni siquiera cuando vivía con mi padre use algo así, unas chicas del servicio me pusiero maquillaje, entre ellas no está Tania.

—Se ve hermosa niña. Miró mi reflejo en el espejo, esa chica no era yo.

—Buen trabajo Gretchen. Felicita esa voz, la odio.
El demonio esta en el marco de la puerta, me mira de una forma que me produce escalofríos.

—Ahora largo de aquí.

Gretchen me dedica una sonrisa de lo siento.
Y sale de ahí.

Él se acerca a mi, me toma del mentón, y alza mi rostro.

—mírame. Me ordena y yo miró sus ojos intensos, que justo ahora son más negros.

—te vez hermosa pequeña. Lo miro fijamente, es muy guapo, no voy a negarlo, pero me a tratado como una basura.

Lleva un traje negro, se mira realmente atractivo.

Entre las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora