capítulo 20

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El frio golpea a mi rostro, mis lágrimas caen, estoy muy asustada.

Miro hacia la cama, donde Jürgen se encuentra completamente dormido.

Tenemos dos semanas en su casa, y lo único bueno es que conocí a una chica como yo.

Nerwen es una chica pelirroja muy Bonita que como yo esta en las garras de un mounstro, que es uno de los guarda espaldas de Jürge.

Desde que la vi en el Jardin llorando no he podido alejarme de ella, y Jürgen parece conforme con mi amistad con Nerwen, así que me deja estar con ella algunas horas.

Es triste que siempre que la vea lleve una nueva cicatriz en los brazos.

Jürgen me dice que no me meta que son cosas de Nerwen y su pareja.

¡Ese no es su pareja!

Una niña de quince años no está con un hombre de casi treinta que la golpea por decicion propia.

Nerwen es quien me ha estado haciendo compañía, me escucha hablarle de mi nana y sobre Sori, ella se mantenía al principio en silencio, ahora me habla sobre su vida. A ella Devin la raptó cuando salía de la escuela, tan solo tiene quince años, es tan pequeña, tiene el rostro aniñado y su cuerpo es tan Delgado, la veo con tanta pena y ternura.

Pero ella a sido lista, y a vigilado los momentos más vulnerables de la casa para poder escapar.

Porque para Nerwen una vida así no tiene caso, y tiene razón, me da valor para tratar también de escapar.

Miro a Jürgen, no quiero volver a verlo, el dolor en mi pecho es más grande que el odio que siento por el, y sin embargo estoy muerta de miedo por escapar.

Se que si me vuelve a encontrar me matará, me hará pedazos antes, destruirá cada parte aún completa en mi y luego cortara mi cuello.

Sonrio y abrocho bien mi sudadera.

Me acerco a él.

—te perdono. Susurro.

Dona dice que no es bueno guardar malos sentimientos, que te pudren el alma.

Estoy a punto de irme cuando siento un tirón en mi brazo.

Caí sobre su cuerpo, un grito de horror se me escapó.

—¿Adonde ibas pequeña?

Cada terminación nervisa se tensa.

Y mis lágrimas comienzan a caer, el me pone debajo de su cuerpo.

—oh pequeña, ¿Crees que no note lo que trataban?

Mis ojos no miran los suyos.
—Jürgen por favor déjame ir.

—Nunca. Dice mientras besa mi frente. —Tu naciste para mi, eres mi mujer, yo soy tu hombre entiende.

—no te amo.
Digo, aunque se que a el esto no le importa en lo más mínimo.

Digo y su rostro es triste, cierra los ojos apoyando su labios en mi frente.

—Te juro que un día lo harás, me amarás tanto que te quedaras a mi lado aunque yo te pidiera que te vayas.

Voy a contestar cuando escucho el grito de Nerwen.

—No la lastimes, es una niña.
Ruego.

—tiene que pagar por tratar de alejarte de mi.

Jürgen trata de ponerse de pie, pero lo jalo.

—no lo hagas por favor. Lo miro a los ojos. —Haré lo qu quieras, pero deja que se vaya.

Entre las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora