ᴠɪɪɪ. ᴇʟ sᴇɴ̃ᴏʀ ʟᴇᴇ

1.4K 194 66
                                    

La señora Park era una absoluta persuasiva. Tan experta que, antes de que Hee Sook se diera cuenta, ya había accedido a visitar a los Lee para ver como se encontraban y darles un falso sentido pésame. -Falso- porque, para Hee, un cajón vacío no daba por terminado el problema, solo lo dejaba en pausa.

Los enormes portones de la mansión Lee se abrieron una vez que las cámaras de seguridad detectaron su rostro y le cedieron el paso.

La mansión Lee era como un moderno castillo repleto de lujos, muchos de ellos, innecesarios. Contaba con un enorme jardín con un laberinto dentro, piscina y jacuzzi. Los pisos de mármol no reflejaban una sola pizca de polvo, aunque los sillones siempre estaban infestados de pelos de gato.

El ama de llaves fue quien la recibió, advirtiéndole que la señora Lee no se encontraba por el momento, pasándola, en su lugar, con el señor Lee.

Su oficina podía ser fácilmente el tamaño completo de su propia casa. Consistía en una habitación alargada, alfombrada, con gruesas y pesadas cortinas, iluminación tenue, sala y biblioteca además del escritorio, sobre el cual reposaba el hombre, sumido en papeles y trabajos. Hee Sook sonrió para sus adentros al notar también un marco de plata con la foto de Lee Minho, portando un uniforme escolar gris y esa bonita y pequeña sonrisa en el rostro.

El señor Lee era atractivo, bien conservado a pesar de su edad, cercana a los cuarenta o cuarenta y cinco años. Su traje negro lucía impecable y su expresión serena.

—Hola Hee Sook —pronunció tranquilo al cabo de unos segundos. —No sabía que habías vuelto de Nueva York.

Hee Sook, sentada en la silla frente a él, sonrió apenada.

—Volví ayer, solo pasaba a saludar —mencionó. —Y también…supe que hubo un funeral —alargó, sintiendo algo amargo recorrer su garganta. El señor Lee exhaló pesado, como si no deseara hablar en absoluto del tema. —Solo quiero decir que lo lamento mucho, y que cuentan con mi total apoyo para lo que sea que necesiten mientras esté en mis posibilidades. Aprecio mucho a su familia y quisiera dejarlo muy en claro ahora más que nunca.

El hombre parpadeó, suavizando el rostro.

—Yoo Sun y yo estamos profundamente agradecidos por tu cooperación y ayuda desde que comenzó todo este caos, y créeme cuando te digo que el aprecio es mutuo. Puedes contar con el apoyo de nuestra familia siempre que lo necesites.

Hee Sook sonrió, disponiéndose a ponerse de pie para salir, pero se detuvo por unos segundos en la puerta antes de seguir avanzando para despedirse.

—Señor Lee...—alargó dudosa. El hombre alzó la vista por encima de sus lentes. —Los rumores corren en Brownhill, algunos aseguran que es imposible entrar a la universidad únicamente con el examen e historial académico —el señor Lee asintió, esperando paciente que ella continuara hablando. —Yo, creo que lo que intento preguntar es tan solo si Minho...no tuvo nada que ver con esto.

El señor Lee suspiró, quitándose los lentes y cruzando sus manos.

—Sí tu pregunta es si hubo tratos sucios y sobornos por parte de Minho para que entraras en Brownhill, la respuesta es no —contestó. —Sin embargo, Minho sí vino a mí un día después de que presentaras tu examen, para pedirme que emitiera una carta de recomendación con el sello familiar.

—¿El sello familiar?

—Dinastía Lee, aunque no lo creas, tiene grandes influencias en el extranjero —aclaró. —Pero Brownhill no es una de esas influencias, así que puedes estar cien porciento convencida de que entraste a esa universidad gracias a tu esfuerzo y méritos, e incluso si Minho no me lo hubiera pedido, yo habría enviado esa recomendación de todas formas.

𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐒𝐔𝐈𝐓 ; LEE MINHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora