ᴠɪ. ᴍᴇɢᴀɴ

376 39 44
                                    

Park Hee Sook estaba convencida de que tenía la peor suerte del mundo.

Era prisionera de un muy mal sueño y siempre se levantaba entre horas, pero justo ese día de entre todos, a su cuerpo le dio por quedarse dormido. Ahora caminaba a paso apresurado por el aeropuerto de Nueva York, cuando su teléfono comenzó a resonar.

—¿Profesor Clark? —su voz sonó agitada mientras caminaba rápidamente con la maleta.

—Hee Sook —pronunció al otro lado de la línea. —Llamaba porque tengo grandes noticias. Estuve hablando con algunos amigos del City post y adivina qué...—pausó un momento, su tono de emoción era quizá demasiado evidente. —Hay una bacante como practicante para ti, el salario no es tan alto, pero es algo. Si lo quieres, el puesto es tuyo.

—Señor Clark...—se dio una bofetada mental al recordar su petición para trabajar en el City post, pero lo del vuelo había sido tan inesperado, que no tuvo chance de avisarle a prácticamente nadie además de su madre. —Digamos que hubo un cambio de planes.

—¿Cambio de planes?

—Sí —tragó fuerte antes de que las siguientes palabras que no creyó decir en mucho tiempo salieran de su boca. —Decidí regresar a Seúl. Estoy en el aeropuerto ahora mismo.

—¿Qué? —la confundida voz provocó un pinchazo en su pecho. —Quiero decir, eso es genial. Pero ¿qué te motivó a volver?

—Unos paquetes —respondió, antes de que siquiera pudiera formularlo.

—¿Paquetes?

—Uhm, yo solo...planeo investigar el caso de mi amigo por mi cuenta.

—Estás loca —afirmó el hombre, con el aliento escapándose fuertemente de sus labios. —No puedes hacer eso, debes dejárselo a la policía.

—Profesor Clark, usted me dijo que la única forma de superar lo que sucedió esa noche, era enfrentándome a ello...

—Me refería a terapia, Hee Sook ¡terapia! —regañó.

—Tal vez, pero, soy periodista...

—De primer año.

—¿Qué clase de profesional sería si ignorara lo que podría ser, literalmente, el caso más importante de mi vida?

—Una estudiante razonable y cuerda.

"Pasajeros del vuelo 97 con destino a Seúl favor de abordar por la sala 9".

La voz femenina resonó por todo el lugar, haciéndola apresurar sus pasos.

—Estaré bien, Señor Clark, ahora debo irme. Mi vuelo saldrá pronto.

—Hee Sook... —alargó preocupado antes de que la chica colgara la llamada. —Cuídate.

La coreana tragó saliva, grabándose esas últimas palabras en su mente antes de cortar la conversación. Ya estaba ahí, no había marcha atrás ahora.

La adrenalina consumió hasta sus huesos cuando finalmente se encontró sentada en el asiento, a lado de la ventanilla. Su estómago dio un vuelco y la sangre se congeló en sus venas al escuchar:

"Tripulación, preparados para el despegue".

MIENTRAS TANTO, AL OTRO LADO DEL MUNDO
(que pronto sería su mundo también...)

Las luces rojas bañaban por completo cada punto del bar, humo blanco se paseaba entre las mesas, en el suelo. En las bocinas resonaba alguna canción vieja de Britney Spears, tan fuerte que hacía vibrar las ventanas. El establecimiento estaba casi lleno, entre las lujosas mesas de cristal con cómodas sillas podían visualizarse un centenar de hombres bebiendo y apostando como si no hubiera un mañana. En los pequeños sillones de cuero negro se escuchaba el sonido de suaves jadeos, provocados por húmedos besos que amenazaban con convertirse en algo más.

𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐒𝐔𝐈𝐓 ; LEE MINHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora