Capítulo Trece: Confesiones

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Nota de la traductora: tres capitulos en el rango de una semana, no esta nada mal eh?


* * *


La sala común estaba llena de risas y tranquilas conversaciones. Todo el espacio olía a curry indio y mil especias, como Bruce había prometido.

Para un profundo alivio de Peter, el mundo no se detuvo abruptamente en el momento en que salió del ascensor. Banner continuó dirigiendo a Widow en la cocina (aunque parecía perfectamente bien administrar múltiples ollas por su cuenta), Barton siguió hablando por teléfono mientras caminaba por el ancho de la habitación. Sólo Pepper Potts interrumpió lo que había estado haciendo, poniendo un libro cuidadosamente en la mesa de café.

Se veía radiante con un vestido rojo atardecer sin tirantes. Peter devolvió su bonita sonrisa tímidamente; siempre se había sentido fuera de su elemento alrededor de esta mujer. No sólo era hermosa y carismática como todo el infierno, sino que parecía leer a través de él completamente sin esfuerzo. Siempre había cuidado de él, aunque no se conocieran tan bien, o se vieran tan a menudo. Eso era justo lo que era: un alma cariñosa. Como tía May.

Como...

−Bonitos tacones, -comentó Peter, con los ojos fijados en los stilettos de aspecto letal de cinco pulgadas abrazando los delicados tacones de la Srta. Potts. Se sentía un poco nervioso (el tema del día, en realidad), y tuvo que sofocar una risa histérica cuando se dio cuenta de que con el rubor manchando sus mejillas, los dos probablemente coincidían.

−Pensé que tendrías hambre. -Suavemente, pero con firmeza, Potts puso un plato en sus manos y lo llevó al sofá en el que había estado sentada hace un momento. Ella eligió el lugar justo al lado de él y tomó su propio plato. −Sólo algunos amuse-gueules mientras Bruce está ocupado con los muchos platos principales.

La saliva inundó la boca de Peter. No había tenido samosas en años. Y curry de pollo. Y biryani de cordero. Todavía nervioso, pero en su mayoría hambriento, seleccionó la samosa más grande y tomó la mordida más grande que pudo.

D-e-l-i-c-i-o-s-o.

Que fue precisamente lo que le respondió a Ned y Michelle cuando le enviaron un mensaje de texto preguntando sobre su día. No mencionó el dato de Todos-en-la Torre-Saben. Sin embargo, se disculpó con la Srta. Potts.

−No hay necesidad de eso, Peter, -le tranquilizó, rompiendo un pedazo de samosa con mucha más gracia que él. −Probablemente pasaré la noche interrumpiendo a la gente debido a que otras personas me interrumpen.

Y eso fue todo: sin preguntas, sin atisbo de curiosidad. Comieron e intercambiaron placeres sobre las increíbles habilidades culinarias del Dr. Banner. La Srta. Potts reveló algunos de los asuntos más recientes de Stark Industries que pretendía abordar, y Peter le dio una idea de la enseñanza del FRIDAY.

−... en mucho tiempo. Esa sería mi turno, -la Srta. Potts recuperó su teléfono de un bolsillo en la parte posterior de su vestido y recogió el plato vacío de Peter. Hasta luego, dijo moviendo mudamente los labios hacia Peter.

Peter estaba empezando a relajarse cuando Barton cayó en el lugar en que la Srta. Potts acababa de dejar vacante.

−Hola, Peter. -Su cabello estaba peinado hacia atrás, y no estaba vestido con equipo militar para variar. −Hoy no hay náuseas; Eso está bien. Toma, come un poco más.

Directo al punto; todo lo contrario, a como se le acercó la Srta. Potts. Peter pensó en luchar contra el hambre, pero Barton todavía no había hecho ninguna broma, y, además, ¿por qué fingir que no tenía que comer para dos? Tomó su tenedor de la mesa y pinchó un pedazo de cordero. La carne prácticamente se derritió en su lengua, y la salsa picante sabía tan bien que era indecente. Puede o no haber gemido de placer, despreocupado de la mano que había presionado en su vientre para calmar el agitado haz de energía que estaba despertando.

Las Horas Faltantes | Traducción | STARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora