3

8 1 0
                                    

No preste atención a ninguna de las clases, en realidad ni siquiera quería estar allí en esos momentos, deseaba poder ir a casa y huir de mis ensayos en donde vería al pálido chico.
Durante todo el día TaeHyung fue completamente comprensivo; no hizo ninguna broma o comentario fuera de lugar, y si veía al chico cerca se aseguraba de llevarme en otra dirección o esconderme tras él mientras pasaba de la mano con su novia. TaeHyung simplemente decía palabras de apoyo e intentaba animarme, NamJoon hyung de vez en cuando hacía lo mismo cuando nos encontrábamos por alguno de los pasillos.

-¿Irás a tu ensayo hoy? –pregunto mi mejor amigo cuando salíamos de la última clase.

Lo mire por un segundo antes de contestar, deteniendonos en el pasillo que daba a la salida y a la sala que se usaba para los ensayos. –La verdad es que no tengo ánimos pero, si no voy la señora Chong me mata.

-¿Quieres que te acompañe? –Cuando Tae se lo proponía, podía ser el mejor amigo del mundo, no dejando que nada ni nadie me lastimara, apoyándome y acompañándome en los momentos que sabía lo necesitaba.

Negue con la cabeza. -No, mejor vete a casa, solo te vas a aburrir. –Lo empuje en dirección opuesta a la mía.

Me dedicó una tierna sonrisa antes de despedirse lanzando una ola con la mano, le devolví el gesto para que se fuera tranquilo sin preocuparse.

Camine a paso lento hasta el salón de ensayos. No quería, porque sabía que YoonGi estaría allí y aún no me sentía lo suficientemente bien para mirarlo a los ojos después de como me sentí esa mañana, sentía que en algún momento terminaría llorando como el bebé que era, y eso era lo último que quería hacer.
Pero por que lloraría? Ah claro, porque pude llegar a ser un idiota y pensar que el chico tal vez sentía algo por mi, y después ver como, sin importarles mi presencia, se saludaban casi atragantandose con la lengua del otro.

Cuando entre al lugar, ya estaban los dos chicos esperando a que llegara, YoonGi hyung estaba ensayando en el piano y la señora Chong con él, corrigiéndole o dándole algunos consejos para que sonara "perfecto", justo como ella quería que saliera todo.

En el momento que entre al aula todos voltearon a verme, especialmente la señora Chong, quien me miraba molesta. Detestaba los retardos.

-Vaya, hasta que te dignas en aparecer Park, incluso pensé en sacarte o buscarte un reemplazo. –Su tono de voz era amargo. En otros días me hubiese preocupado e incluso me habría hecho sentir mal su comentario pero no esta vez, no me intereso en absoluto. Pero si quería continuar en el concurso tenía que guardarme todos los comentarios que quería decirle en ese mismo momento.

-Lo siento –fue lo único que se me ocurrió decir.

Soltó una risa burlona. – ¿Lo sientes? -comenzo a acercarse a dónde estaba aún de pie. ¿Eso es todo? Que descaro de tu parte venir aquí, después de casi treinta minutos y simplemente decir 'lo siento' –término diciendo imitando mi voz en la última parte.

Fruncí el ceño ante una molestia por su comentario. En serio que quería contestar algo, jamás me había sentido tan molesto con alguien como en ese momento y mucho menos había querido contestar de manera grosera a un mayor, que no fuera mi padre.

Los tres chicos estaban en completo silencio mirándonos un poco incómodos a ambos.

-Te quedaras ensayando 7 veces más tu solo cuando termine la hora, ¿entendiste? –Ni siquiera espero a que respondiera. Se dirigió a la entrada pasando por mi lado. –Espero que no suceda de nuevo, o estas fuera.

De acuerdo, era la mejor profesora de baile que el colegio hubiese conseguido entre tantos, pero era un dolor en el trasero. A veces incluso me preguntaba porque había entrado a ese estúpido concurso. Al final de todo, mis padres estaban molestos y no me apoyaban, y tenía que soportar a esa mujer amargada también.

Keep It HideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora