Quatre

10 1 4
                                    

  El lunes a primera hora Seungmin se había despertado con un maravilloso humor, así que decidió preparar el desayuno para todos en la casa, hace mucho que no hacia algo así, pero no tuvo que lamentar nada, y al final pudieron desayunar en relativa paz, sí relativa, porque el menor de todos deseaba evitar a toda costa que su amigo fuera solo hasta la universidad.

— Innie no entiendo tu preocupación, si mi hermano no me ha venido a buscar aquí que es el lugar más obvio menos iría a la universidad, termine hace tres años.

— Lo se Seungmin, pero entiende que estoy preocupado si, solo iré contigo a dejarte y luego me iré a mi facultad, te lo prometo, pero dejame acompañarte.

  La suplica en la voz del menor era palpable, quería evitar por todos los medios que su mejor amigo se encontrará con la persona que le arruinó la vida, y mientras más tiempo estuvieran juntos más podría vigilar sus alrededores. No es que no confiara en Seungmin, pero lo de su ex novio era demasiado reciente y temía que ese imbécil lo encontrará y consiguiera engatusarlo otra vez.

— Esta bien, ¿Hyunjin esta de acuerdo?

— Él trabaja hoy, ademas dudo que le moleste que me desvíe un poco de mi camino.

— Entonces puedes acompañarme.

  El menor festejo como si le hubieran dado un premio millonario. El castaño solo rodo sus ojos, su amigo nunca aceptaba un no por respuesta.

— Será genial te lo prometo.

— Pero solo vamos a la universidad Jeongin, ¿Qué va ser tan genial?

— Es que han ampliado la cafetería y remodelado la biblioteca, creo que esperaron a que te vayas para que todo tenga un glow up.

— Igual no estaré allí por por mucho tiempo, solo hablaré con mí profesor y luego iré a una cafetería para conocer a mí nuevo alumno.

— ¿El que te dijo Minho?

— Si, ese mismo —. Revisaste los mensajes que le habías mandado ayer al chico, dónde ambos habían decidido hacer una primera entrevista en el café cercano a la facultad, Félix usaba muchos emojis y stickers al momento de escribir — Lindo.

— ¿Qué dijiste?

— Nada, nada, vamonos ya, no quiero llegar tarde.

La ida a la facultad fue tranquila, aunque Jeongin miraba cauteloso las notificaciones que le llegaban al celular de Seungmin y eso lo ponía un poco nervioso.

— Lo bloquee, no va llegar ningún mensaje.

— Lo siento, yo, bueno, solo estoy un poco preocupado.

— Entiendo, no pasa nada.

— Bueno te dejo, pero si quieres que te busque en cualquier momento tu solo me lo dices e iré enseguida, te lo prometo.

— Tranquilo, volveré en autobús, así que no tienes de que preocuparte.

El menor sonrió y te dio un pequeño abrazo antes de subir al auto e irse.

La universidad si que había cambiado, no solo había un edificio a medio hacer en uno de los lados, sino que las remodelaciones hacían que pareciera un lugar completamente nuevo. Seungmin intento no distraerse demasiado antes de ir con su profesor, hablaría unos minutos y luego solo iría al café a esperar a su nuevo alumno.

Félix, se preguntaba cómo sería ese chico, ¿Sería más lindo que en las fotos? Lo dudaba mucho, el muchacho ya parecía un ángel en sus publicaciones de instagram, parecía hasta difícil creer que alguien así de lindo pudiera existir. El castaño sacudió la cabeza antes de entrar a la oficina de su profesor, la cual parecía ser lo único que se mantenía igual en todo el edificio.

Hablaron por media hora antes de decidir que Seungmin participaría en un proyecto que el profesor estaba llevando a cabo el cual incluía trabajar en algunas escuelas secundarias de la cuidad. El castaño estaba muy emocionado por empezar, pero el proyecto todavía estaba en fase de preparación, faltaba que el decano de el visto bueno antes de llevar nada a cabo, pero su profesor le había prometido que él estaba como el primero para participar como su asistente.

Salió del lugar feliz y renovado, parecía que su vida no estaba acabada después de todo, ya casi no pensaba en el idiota de su ex, es más, había momentos en el que olvidaba por qué estaba como estaba, para bien o para mal, ya que quiso contarle a Changbin que había conseguido en puesto nada más salir, pero al ver qué su contacto estaba bloqueado terminó cayendo en cuenta de su situación una vez más.

Suspiro antes de escribirle a Félix para decirle que ya estaba de camino a la cafetería, el rubio le dijo que estaría ahí en cinco minutos.

¿Cómo sería ese chico cara a cara? No lo iba admitir pero había pasado la noche anterior stalkeandolo en redes sociales, por pura curiosidad, o eso era lo que iba decir si alguien se enteraba.

Una vez en la cafetería espero por diez minutos hasta que el australiano llego y oh por dios, los angeles verdaderamente existían.

Hola Seungmin — hablo con acento el chico antes de sentarse frente a él.

— Hola, Félix, es un placer conocerte — murmuró tartamudo en coreano, lo que hizo al rubio hacer un puchero ya que el solo entendía lo básico — Lo siento, lo olvidé, es un placer conocerte.

Sonrió, dios ese chico tenía la sonrisa más linda de todo el mundo.

"Concéntrate Seungmin, recuerda a que viniste."

Minho me dijo que eres el mejor profesor del mundo, aunque apenas lo entendí, sabes que no es muy fluido, convivir fue toda una odisea.

— Ya lo creo, Minho nunca fue bueno en idiomas, pero por lo menos lo intenta.

Ambos rieron un poco, Seungmin se notaba mucho más nervioso de lo que debería, como si esa fuera una primera cita, cosa que no era.

Bueno, planee una serie de tres clases por semanas con un refuerzo en tu casa, le pedí a Minho que de ahora en más te hablé siempre en coreano y te señale las cosas que menciona, de esa forma aprenderás más rápido, mientras en nuestras clases te enseñaré de manera más formal.

— Me parece estupendo, cuanto antes mejor, pienso quedarme una temporada así que debo aprender cuanto antes.

— ¿Por qué viniste a Corea Félix? — Tenía mucha curiosidad al respecto.

Bueno, tuve una discusión con mis padres respecto a mí futuro, quiero ser bailarín, mí profesor me hizo una recomendación a un estudio de aquí, pero mis padres quieren que sea profesor.

Félix había juntado sus manos sobre sus piernas, parecía algo triste mientras lo decía, pero muy decidido. Esa decisión movio un poco el corazón de Seungmin.

Pero es agua pasada, gracias a dios Minho me dejó quedarme con el. Apenas sepa el idioma me buscaré un trabajo a medio tiempo y cuando sea un gran bailarín le devolveré todo lo que me ha dado.

Eso suena genial, bueno si quieres te invito a comer algo y de paso te enseño como pedir.

El rubio asintió emocionado.

La primera clase fue sencilla, Felix aprendía rápido así que pudo pedir su tarta solito. Seungmin estaba encantado, aunque la grave voz del chico lo distraía por momentos.

Una vez terminaron de comer Seungmin se despidió con una ligera reverencia la cual Félix imito, para después irse cada uno por su lado.

— ¿Cómo te fue? — grito Jeongin desde la cocina.

— Bien, Félix es un ángel, además aprende rápido, creo que nos vamos a llevar bien.

— Me alegra mucho oír eso.

Sonrió, todo parecía ponerse al fin en buen camino.

C'est la vieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora