This time, I won't let go of your hand (KiriBaku)

161 15 0
                                    

Summary: Aquella noche el rescate no tuvo éxito, el plan de Midoriya falló, All for One ganó la batalla y los villanos se llevaron a Bakugou.

Kirishima fue el único sobreviviente de sus compañeros y jamás dejo de buscar a Bakugou

Encerrado en la oscuridad que te brinda aquel rincón, no te permites recibir ayuda, sabes que no mereces ni una efímera ilusión de salvación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Encerrado en la oscuridad que te brinda aquel rincón, no te permites recibir ayuda, sabes que no mereces ni una efímera ilusión de salvación. Dejas que esa oscuridad te abrace en una desesperada busca de consuelo, consuelo que nadie debe darte, porque sabes que eres culpable y has sido condenado. La culpa carcome tus entrañas y torna de rojo todo a tu alrededor, arde desde adentro, recorre cada fibra de tu cuerpo en una eterna agonía, como llamas que queman tu desdichado ser.

Todo esto es culpa tuya y nada puede cambiar esto, ¿es que piensas que puedes seguir y convertirte en un héroe digno de admiración? ¿cuando le arrebataste su sueño a ellos?

Ellos nunca se volveran heroes, ellos nunca volverán, porque esto no es un sueño, Kirishima, es la realidad, y la verdad es que no fuiste capaz de salvar a nadie.

¿Cómo te sentiste en ese momento? ¿Asustado? ¿Pequeño? ¿Vulnerable? al menos no sentiste el golpe de gracias, no viste como te arrebatan tu propia vida, ¿Qué sabes tú de su sufrimiento en ese momento? Fuiste tú en primer lugar que les hizo ir, fue tu culpa, sino fuera por ti seguirían aquí, ¿Por qué fuiste tú el único que sobrevivió? ¿Qué derecho gozas para ser el único de ellos que salió de ahí?

Ni siquiera pudiste salvarme. No pudiste hacer nada, no eres un héroe, no eres nada.

Tus compañeros se desvanecieron en un abrir y cerrar de ojos, una masacre que tornó tu vida en carmesí, hermoso carmesí, ¿Por qué te resistes a ello? Deja de pelear, has perdido todo, has olvidado quién eres. Créeme, una vez que la hayas aceptado es más fácil, más tolerable, deja de luchar contra el dolor, la pena y la incertidumbre, sólo dejate consumir por ella, después de todo nadie vendrá a salvarte.

Porque ya no existen héroes, no hay símbolo de la paz, no hay esperanza, no hay nada.

Han pasado años y aún no te has rendido, pero ambos sabemos que estas tan cansado que la menor brisa te hará caer. No te hagas el fuerte, sabes que tus hombros no pueden más, estas apunto de derrumbarte y eso te aterra. Te aterra no poder con todo, no poder redimir lo que has hecho, no poder perdonarte a ti mismo por tal pecado mortal. Estás avergonzado, furioso y triste.

Ahora que estamos frente a frente, en tus ojos se ve un brillo de esperanza, esperanza en solucionar parte de tu error, en poder realmente salvarme, en salvarte de este agonizante temor al que llamas vida, ves en mí una salvación.

Pero la salvación no existe, ya no hay nada que salvar.

Rojo fuego recorre tu cuerpo, la sangre que brota de tu piel y te hace estremecer apenas te permite moverte, marca los rasgos de tu demacrado ser, tal como él en ese momento, tal como el símbolo de la paz que ha muerto. Esperanza en repugnante agonía, culposo deleite.

Pero aún no es tarde. Aún hay algo en ti que sigue deslumbrando, una llama que no a muerto pese a tu demacrada apariencia. Cada paso es una batalla para no caer, cada respiración son mil agujas que se clavan en tus pulmones, tan difícil y aún no te rindes. Y entonces llegas.

Llegas hasta donde estoy, sin importar lo mucho que te he herido, lo mucho que he lastimado a tus allegados, tanto daño que he hecho sin remordimiento alguno. Tanta sangre derramada por las manos que alguna vez se empuñaron para jurar ser un héroe.

—Ven — susurras con agonizante aliento, extiendes tu mano una vez más, temblorosa y a la vez tan firme, la chispa rojiza en tu mirada sigue viva, aún vive como en aquel día en que no pude alcanzarte —, ven, Bakugou...

—Idiota...

Al sentir otra vez tu piel, como en aquellos días antes de que todo se tornara tan gélido, tan turbio, tu mano se siente fría, fría y débil.

—Pude alcanzarte, blasty... —como un último murmullo aferrado a una ilusión que le da significado a tu último aliento, caes sin soltar mi mano, enterrando aquel otro puño en mi estómago, poniendo fin a este estúpido requiem de dolorosa angustia que parecía eterno.

Al fin ha terminado, Kirishima, te tengo y no soltaré tu mano está vez..

.

.

.

.

.

.

.

Notas: 

No sé qué decir, desde el capítulo pasado (o desde hace algunos fan arts del rescate fallido) había querido escribir algo con respecto a esto, no sé qué decir, en realidad.

No se supone que deba estar escribiendo, pero por algún motivo estas cosas cortas KiriBaku salen de la nada.

Gracias por leer.

Iridescent Heart (BNHA Drabbles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora