Junmyeon jura que es un hombre muy normal. Solo es un padre de familia promedio, con dinero suficiente para considerarse de clase media-alta, un trabajo decente que le da mucho dinero, y una esposa respetable y sumisa, perfecta para la sociedad de hoy en día.
Entonces... ¿se puede saber por qué diablos está en un centro de masajes eróticos, homosexual, esperando por uno?
Oh, sí, todo es culpa de su amigo de la infancia, Jongdae. El maldito es la única person que conoce su secreto más preciado. Junmyeon es gay y, como la mayor parte de los gays en Corea del sur, se ha casado con una mujer sumisa, que no le dé muchos problemas y con la cual no deba tener demasiadas relaciones sexuales, solo las justas para que ella no sospeche.
Joder...
Pero claro, ayer fue su cumpleaños, y el maldito ha decidido pagarle un masaje erótico en un centro homosexual como regalo de cumpleaños.
<<—Ya sabes, Junmyeon, se te está quedando cara de amargado, y esto no puede ser. Por eso mismo, follar un poco con alguien que sí te pueda gustar, te ayudará.
—Pero, Jongdae, tengo esposa...
—¿Y? Por dios, Junmyeon. Eres infeliz. Acabarás tirándote por las vías del tren si sigues así.
—Pero esto es...
—Si ella no se entera, no pasa nada.
—¿Le pondrías los cuernos a tu mujer, si te dijeran que jamás se enteraría?
—No. Lo mío es muy distinto. Yo sí la amo y sí me pone caliente, amigo. Así que toma esto, y disfruta>>.
Y es así como ha acabado ahí. Podría haberlo ignorado, haber agarrado ese cheque y no haber ido, pero joder, ya que se había gastado el dinero, al menos, que sirviera para algo, ¿no?
Pero Junmyeon, hasta ahora hombre ejemplar, esta nervioso. Mucho.
—Señor Kim, le esperan en la sala tres. — Escucha de una mujer.
Junmyeon se gira para poder verla. Viste un uniforme blanco, en forma de vestido, que le llega por las rodillas. Además, lleva unos zapatos de tacón de color negro que la hacen incluso más alta de lo que ya es.
—Por supuesto...
Se levanta con lentitud. Está nervioso, y teme que esto sirva de precedente para un antes y un después, que pueda marcar toda su existencia. Teme gustarle tanto que, de repente, comience a asistir a este tipo de lugares.
No debería ser ese tipo de hombre. Él debería ser el hombre ejemplar que sus padres siempre han querido que sea, pero esto... esto está lejos de serlo.
Y, sin embargo, ahí está, caminando por el pasillo hasta la puerta indicada, donde entra nervioso. Ahí, se queda sin aliento. Ante él, se encuentra un chico increíblemente hermoso, de aspecto casi felino. Es bello por naturaleza, con unos ojos especiales y lo que parece ser un cuerpo de infarto bajo una camiseta ajustada blanca, y unos pantalones ajustados que marcan sus torneadas piernas y su redondo trasero.
—Bienvenido a mi consulta, señor Kim. — Dice con su suave y melodiosa voz.
Se ha enamorado a primera vista de ese chico.
—Por favor, quítese la ropa y túmbese sobre esta camilla, por favor.
—Por... por supuesto...
Joder... realmente ha sido un terrible error acceder a venir. Jongdae se va a enterar cuando lo vea.
Poco a poco, y casi tímido como hace tiempo que no lo es, se quita todas y cada una de las prendas de ropa que lleva puestas, quedándose sin nada de protección contra ese hombre bello.
Se tumba sobre la camilla e intenta relajarse.
Siente como el chico hermoso se acerca y comienza a pasar un aceite por su cuerpo. Sus manos son suaves, de forma que, cuando comienzan a pasearse por su cuerpo, este no tarda en responder. Y es vergonzoso, porque hace mucho tiempo que su cuerpo no reacciona así ante nadie, después de tantos años intentando ser un heterosexual ejemplar.
Pero ese chico...
Ese chico es demasiado pecador.
Es su tipo.
El chico de ojos gatunos lo mira sonriente. Sus ojos entran en contacto con los del humilde trabajador, mientras acaricia su torso con sus habilidosas manos, esparciendo ese aceite. Realmente sabe dar masajes, igual que sabe como excitar a un hombre con apenas un toque.
Sabe lo poco que ha tardado en excitarse, y le causa gracia, pero ternura al mismo tiempo. Se ve como el típico gay en negación. La alianza en su mano indica que está casado, así que debe tener una esposa esperándole en casa, y seguramente tenga unos hijos hermosos como él.
¿Cuántos hombres así se ha encontrado desde que trabaja en ese sitio?
Poco a poco, sus manos bajan hasta el erecto miembro del hombre. No es la gran cosa, ni tampoco es excesivamente grande, pero a Minseok no le importa eso. Solo necesita concentrarse en hacer bien su trabajo, y fin. Con suerte, vuelve, y eso significará más dinero.
Acaricia su erecto miembro con sus dos manos. Las sube y las baja en un ritmo suave, digno del masaje que es. Este responde con un suave y pecaminoso jadeo. Está claro que esto le está gustando muchísimo, y es que Minseok se encarga de ponerle empeño.
Aprieta sus manos alrededor de ese erecto trozo de carne, y baja la cabeza para poder darle un lametón, desde la base hasta la punta. Entonces, escucha de fondo el dulce y ronco gemido que sale de la garganta del cliente. Lo vuelve a hacer, mirando directamente el rostro del desconocido, que se retuerce elegantemente.
Vaya, lo está disfrutando muchísimo.
<<¿Cuánto hará que no folla como dios manda?>>.
Bueno, pues él le hará la mejor felación de la historia, y así, de paso, se asegura que venga. Si se hace de su confianza, entonces, quizás, un día se suba sobre él y lo deje follarle.
Pocos clientes tienen ese privilegio.
Abre la boca y se mete, rápidamente, toda la dureza del sexy cliente que jadea de placer. Entonces, comienza a mover su cabeza en un ritmo duro y caliente, desesperado.
Junmyeon arde en placer. Es, literalmente, la menor felación que le han hecho en muchos años, y lo está disfrutando muchísimo. Agradece a Jongdae por ello, y, en medio de aquella nube de placer, se recuerda invitarlo a cenar por esto, porque es maravilloso.
A la mierda ser el hombre heterosexual perfecto.
A la mierda su esposa.
Él quiere esa boca y su esencia caliente dentro de su garganta.
Mueve sus caderas al ritmo que el chico marca, follándole la boca. El masajista parece acostumbrado, porque no se muestra perturbado, lo que motiva a Junmyeon para ser un poco más áspero, hasta que, finalmente, se corre dentro.
La vista más erótica que sus ojos pueden ver es cuando el chico traga todo, y lame las gotitas que se escapan por su dureza, que comienza a relajarse.
La ardiente mirada que se dedican después, deja claro todo.
Junmyeon va a volver, y Minseok tiene un nuevo cliente a su larga lista.
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XiuHarem ( One Shots )
FanfictionBueno aquí pondré one shots de diferentes parejas, aclaro que en todas estará Xiumin Iré publicando siempre que tenga alguno, algo que puede ser a menudo o muy de tarde en tarde, ya saben depende de la inspiracion XD