8. No estoy lista.

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¡Ahgggg! Mi cabeza me duele. Todo me da vuelta siento como si me martillaran la cabeza. Joder el alcohol es lo peor. Después de haberme metido o mejor dicho después de que de Liam me lanzara a la piscina, salimos de allí y él me presto su suéter ya que tenía demasiado frio. Estuve otro par de horas en la fiesta y luego regresé a casa. Zoo y claudia me acompañaron para que no regresara sola. No puedo creer que a pesar de todo disfruté la fiesta como pude. Una pequeña sonrisa se formó en mí rostro, solo de recordar el juego, el momento de furia (aun no se por qué me dio malgenio) y Liam tirándome a la piscina, son los mejores momentos que he tenido.

Me siento en la cama estirándome, veo la hora en el reloj que hay en la mesita de noche. Son las diez de la mañana, me levante dirigiéndome al baño. Tenía que darme una larga ducha no podía con el dolor de cabeza. Luego de salir del baño me visto con una camiseta y un short de jeans me hago una cola alta en mi cabello rizado. Arreglo un poco la habitación y salgo para dirigirme a la cocina donde estará mamá y el idiota de Fred.

Entro a la cocina sin decir una sola palabra. Mamá esta haciendo lo que supongo el desayuno y Fred esta sentado en la mesa tomando una taza de café mientras lee el periódico. Me siento frente a él, al parecer no nota mi presencia y es algo que agradezco. Con la ultima persona que quisiera hablar sería con él.

-Buenos días, Juno – saluda mi mamá frunciendo el ceño, conozco esa mirada está enojada.

- Buenos días – dije mientras tomé una manzana de la mesa, sentí nauseas al solo olerla.

- ¿Que tal la fiesta? – comenta Fred con voz burlona, en serio no se podía quedar callado.

- No estuvo tan mal – conteste

-Espero la hayas disfrutado, porque estas castigada – eso ya lo veía venir, sabía que mamá no perdonaría mi comportamiento. Asentí con la cabeza no reprocharía no tenía ganas de discutir – No saldrás, iras del instituto a la casa y de la casa al instituto. Además de eso no podrás ver a Lorenzo y no lo quiero acá en la casa.

-¿Qué? Mamá no puedes hacerme eso, Zoo no tiene nada que ver – alce la voz

-Sin reproches, ya he dicho y harás caso a todo lo que te diga Fred.

-Mamá – reproche

-¿Entendido?

-Si, entendido – dije, mamá no podía hacerme esto no con Zoo. Sé que lo vería en el instituto, pero no era justo.

- Ya me voy, tal vez esta noche ya no venga. Así que espero que los dos se comporten y traten de convivir – se despidió, me dio un beso en la frente e hizo lo mismo con Fred.

Me quedé sentada en la mesa sin decir una palabra, Fred hizo lo mismo y agradecí. Es increíble cuando se te pasa el efecto del alcohol. Mi cabeza no paraba de doler y las náuseas se aumentaban aun más. Prefería estar en la habitación, pero me sentía muy mareada como para subir. Agaché mi cabeza sobre la mesa y cerré los ojos, una pequeña sonrisa se formó en mis labios de solo recordar la fiesta.

De un momento a otro me quede dormida hay encima de la mesa, hasta que un pequeño golpe me despertó de repente. Abrí mis ojos con dificultad, aún tenía náuseas y estaba mareada. Mire a mi lado y había una bebida algo rara y Fred estaba al lado mío. Fruncí en ceño y ahora que quería.

-Tomate eso – habla señalando la bebida. – te ayudara bajar la resaca.

- ¿Qué? – dije confundida.

- Ahí te lo dejo – dice alejándose – no querrás estar todo el día con nauseas.

Fred sale de la cocina dejándome ahí. Me tomo un par de minutos y luego hago caso. Tomo la bebida que tiene un sabor algo dulce. Vuelvo a la posición de antes y me quedo pensando en lo que acaba de hacer Fred, es la primera vez que hacía algo así. No se sintió el aura de incomodidad de costumbre fue algo así "normal". Como dos hermanos que se llevan bien o algo así.

MI GRAN LÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora