III. Siendo sincero

423 38 17
                                    

Sakura: Sé que es inapropiado preguntar, pero... ¿Tú fuiste una de esas personas... A las que trataron como esclavos?

Tomoyo: Por desgracia, sí, lo era... (Murmura con tristeza). Pero, estoy muy agradecida ahora... La familia del joven Li me salvó hace unos años, me rescataron, me trataron bien a pesar de que en el pasado me dedicaba a ser la esclava de una familia adinerada y me dieron empleo, uno digno y de verdad, y además, con el tiempo conocí a alguien especial y nos mostramos interés mutuo (sonríe levemente). En verdad les agradezco todo lo que han hecho por mí. Sé que puede sonar demasiado loco, pero, por favor, ¿podrías tomarte el tiempo de conocer bien al joven Li?. Yo sé que con el tiempo él te agradará, e incluso, podrías llegar a tomarle cariño. El joven Li suele ser tan serio, pero estoy convencida que si te das la oportunidad, podrías... No sé, ¿Llegar a sentir algo por él, quizás?

Sakura: Tomoyo, yo no podría... (Baja la mirada). Haga lo que haga, él seguirá siendo la persona que intentó asesinar a mi hermano, solo por no quererle otorgar mi mano...

Tomoyo: Sakura...




El día cayó, y era la hora de cenar. La chica fue arreglada, y ahora lucía como debía hacerlo una digna señora de la casa, tan deslumbrante. Portaba ropas ligeras, pero no significaba que estas no fueran tan finas. Estás fueron confeccionadas por Tomoyo con la más costosa seda.

Se sentía extraño, en realidad no era su estilo.

Estaba tan acostumbrada a portar ropa simple, pero al ver que la amatista le miró maravillada al momento de portar su hermosa creación supo que eso era algo que le hacía feliz, así que se pondría todo lo que confeccionara para ella.

Ahora estaba en la sala de estar, sentada en el lujoso sofá, mirando atentamente unas cuantas flores frescas que se encontraban en un jarrón al centro de la mesita que estaba delante suyo. No tenía nada con que distraerse después de que Tomoyo le negara que le ayudara con los quehaceres domésticos. ¿Qué se supone que haría ahora? Estaba completamente frustrada y aburrida.

Cuando de repente, la entrada se abrió dejando ver a su ahora esposo entrando junto con otro joven.




Shaoran: Necesito más información acerca de esas personas, Eriol. También necesitaré un poco de apoyo para la próxima.




Ambos hombres pararon en seco y miraron que la chica les observaba. La esmeralda se puso de pie inmediatamente e hizo una pequeña reverencia.




Sakura: Es bueno que esté de vuelta en casa... (Dijo con las mejillas coloreadas de carmín).




¿Tendría que hacer esto cada que él volviera? De alguna forma se sentía un poco (demasiado) humillada.




Shaoran: ¿Acaso eres mi empleada? No es necesario hacer eso. (Le miró serio y ella solo bajó la mirada). Él es Eriol Hiragizawa, mi mano derecha y hombre de confianza. Hiragizawa, ella es mi esposa...

Eriol: Vaya vaya, ¿Por qué no me dijiste que te casaste? (Cuestionó acercándose a ella). Puedes llamarme solo Eriol, ¿Señorita...?

Sakura: Sakura... (Estuvo a punto de decir su antiguo apellido, pero recordó que este ya no le pertenecía más) S-Solo Sakura... (Cabizbaja).




Shaoran pudo notarlo y solo rodó los ojos con fastidio (quizás decepcionado también). De repente, la amatista apareció por el pasillo rompiendo la tensión que había en el ambiente.




Tomoyo: Joven Li, joven Hiragizawa, bienvenidos, es bueno verles. Que bueno que estén de regreso sanos y salvos... (Hizo una reverencia). ¿Gustan algo de tomar? Quizás algo de agua...

¿Cómo No Amarte? [S×S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora