IV. ¿El primer amor de Shaoran?

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La chica le siguió hasta llegar a los sembradíos donde hombres trabajaban arduamente.

Habían pasado ya siete meses desde aquella noche.

La esmeralda luchaba con poder acostumbrarse y encajar en su nueva vida. No tenía escapatoria, así que solo le quedaba resignarse.

No planeaba encariñarse con el castaño, sin embargo, comenzaba a estimarlo. Siempre le cuidaba y procuraba que estuviese bien, sin embargo, ella aún se sentía vacía. Aún sentía que solo le cuidaba como si fuera alguna cosa de alto valor. Solo estimaba su vida, no a su persona. En pocas palabras, ¿Quién cuidaría de ella por su persona? Apenas y se conocían, ¿Cómo por qué le cuidaría tanto?

Así que simplemente supuso que era por eso.

El castaño se detuvo a conversar con uno de los trabajadores y Sakura se mantuvo a distancia. Era la primera vez que iba a los sembradíos desde que había llegado a la gran casa, y todo era bastante nuevo para ella. Decidió mantenerse un poco alejada de su esposo y no estorbar en sus conversaciones, observando con timidez como laboraban.

De repente, se escuchó a uno de los trabajadores detrás de ella, hablándole.



—Bonitas caderas...



Este le dió una leve nalgada e intento seguir su camino, no sin antes mirarle de reojo y mandarle una mirada coqueta.

La castaña al instante soltó un pequeño grito y le volteó el rostro de una bofetada, para después correr a los brazos de su esposo, importandole muy poco que se encontrara conversando con alguien, y siemplemente lloriqueó estando en sus brazos, llamando la atención de los presentes.



Shaoran: ¿Qué sucede?

Sakura: E-Ese sujeto... (Apuntó con su índice, con sus mejillas tornándose color carmín), ¡T-TOCÓ MI TRASERO! (Le gritó indignada). ¡Maldito cerdo idiota! (Sollozando).



Shaoran solo volteó a verle con una cara de pocos amigos, queriendo asesinarle.

No, si que lo mataría.



Shaoran: ¿Qué hiciste, qué? (Le cuestionó sin dejar de darle una mala mirada, haciendo que el empleado desease que la tierra se lo tragara).

—S-Seguramente fue alguna equivocación... (Comentó el encargado intentando calmar a su jefe).



Pero Shaoran quería muerto a ese hijo de puta, YA.



Shaoran: ¿Estás diciendo que mi señora esta mintiendo? (Le cuestionó ahora mirándole mal a él).

—¡N-No! ¡Por supuesto que no! (Rió con nerviosismo). Yo me encargaré de darle su merecida sanción a este empleado mal educado, pero no hay necesidad de llegar a algo peor... (Comentó intentando calmar las circunstancias).

Shaoran: Oh, no. Yo me encargaré de darle la sanción que se merece...



Se acercó a él y le tomó por el cuello de la camisa.



Shaoran: Estás despedido, pequeña mierda. Dí que te fue bien, porqué si fuese por mi, ya estarías sin cabeza...



Le soltó haciendo que cayera en el suelo, y el sujeto solo asintió, asustado.



Shaoran: Quiero que quede algo claro... (Alzó la voz), esa señorita es mi esposa, así que no quiero enterarme que otro imbécil se quiera pasar de listo con ella, o con cualquier mujer que se cruce frente a ustedes, mucho menos frente a mis narices, porque si no, yo mismo me encargaré de que aprendan a respetar a una señorita, y la manera no les va a gustar...



¿Cómo No Amarte? [S×S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora