V. Sentimientos

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Shaoran le sonrió a la chica, con quién hablaba sin parar aquella noche fría.

Jia: Así que, ¿te haz casado, eh? (Le dijo con picardía).

Shaoran: Por supuesto (le sonrió). Mi esposa es una mujer muy buena, es algo torpe, no te lo voy a negar... Pero, ella es especial. Es muy comprensiva, aún sabiendo que suelo ser una persona bastante dura... (Se abraza a si mismo encantado).

Jia: No te ves como una persona dura ahora, pareces más un tonto enamorado (rió). ¿Cómo fue que esto pasó? ¿Cómo decidiste casarte tan rápido? ¿Conozco a la afortunada?

Shaoran: No, no creo que la hayas conocido antes. Simplemente, un día me encontré con ella en el pueblo, de nuevo. Tuve algunos problemas cuando le propuse que fuese mi esposa, pero, tuve que recurrir a mi último plan. No podía dejarla ir a su suerte, me enteré por ahí que le esperaba un futuro terrible y no podía permitirlo...

Jia: ¿No me digas que recurriste a amenazar a su familia con asesinarles si no aceptaban que se casara contigo? Creí que eras de esos chicos que dicen ser todos unos hombres caballerosos a favor de la libertad de las personas (rió irónicamente).

Shaoran: Eso es diferente.

Jia: ¿Ah sí? ¿En qué? (Le cuestionó divertida).

Shaoran: Yo no privo a mi mujer de hacer lo que ella desee mientras es mi esposa. Le he dicho muchas veces que es libre de ser y hacer lo que quiera. Ella puede decidir si amarme en un futuro; le he dicho que intentaría y me esforzaría para entrar en su corazón. Nunca le obligue a nada que fuese en contra de su voluntad, solo a contraer matrimonio conmigo. De ahí en fuera, es libre de amarme u odiarme si así lo desea, lo tendré bien merecido. Al menos yo no le obligo a hacer lo que todos saben que hacen tus padres con sus "sirvientes".

Jia: Lo sé, es terrible. Aunque, ¿Estás confundido acaso? Todos sabemos para que sirven los esclavos. Dime, ¿No es lo mismo que haz hecho con tu mujer? En teoría solo la convertiste en alguna clase de sirvienta con privilegios (dijo algo desconcertada).

El castaño se estiró un poco solo aguardo un segundo intentando no reírse.

Shaoran: Mi matrimonio es asunto mío... (Rió). Se muy bien lo que hago, y porque lo hago. Se bien lo que ella significa para mi. Tengo mis razones.

Jia: Supongo (sonrió). Yo... Mis padres me harán casarme, una locura... (Soltó una risita melancólica). Me comprometieron con alguno de los millonarios del pueblo del sur...

Shaoran: ¿Felicidades? (Dijo dudoso y soltó una risita).

Jia: En realidad... No deseaba casarme, pero mis padres creen que ya tengo la suficiente edad para ser la mujer de algún hombre poderoso (alzó sus hombros no muy convencida). Querían que me comprometiera contigo, pero cuando se enteraron que habías contraído repentinamente matrimonio, decidieron fijarse en otro pretendiente...

Shaoran: Se que son tus padres, pero nunca creí que hicieran las cosas bien.

Jia: Yo igual, pero tampoco puedo hacer nada al respecto. Piensan que ya soy lo suficiente grande como para no haber contraído matrimonio a mi edad. Tampoco los culpo. Al menos seré la señora de un hombre muy poderoso. Supongo que siempre soñé serlo...

Shaoran: ¿Pero ahora no estás lista? (Ella negó y se echó a llorar).

Jia: Es decir, ni siquiera le conozco, no tengo el privilegio de saber quién será mi futuro esposo...

¿Y quién era Shaoran para negarle consuelo a su mejor amiga de la infancia?

Le abrazó y le dijo que todo estaría bien...

¿Cómo No Amarte? [S×S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora