Paranoia

Pesadilla

Creí que tal vez lo que provocaba las voces dentro de mi cabeza era mi propia depresión, tal vez Laura tenía razón, sólo era un chico con muchos problemas y los enfoqué en mi propia autodestrucción.
- Si eso debe ser- dije en voz alta.
·¿Eso crees?, te demostraré que soy tan real como tu.· Dijo la voz de mi cabeza.
Sentí que las fuerzas que tenía se desvanecian y paulatinamente me fui quedando sin conocimiento.

No se sí fue un sueño o una pesadilla pero veía como golpeaba a muchos chicos de mi escuela, como en varias ocasiones acosé de forma incesante a la chica que me gustaba, pero está pesadilla aún no terminaba, encontré el cuchillo de mi abuelo y ví como sin piedad asesinaba un pequeño perro... Pero cuando desperté me di cuenta, eso no era un sueño, estaba devorando el corazón aún caliente de ese cachorro, definitivamente lo que vi no era un sueño, era yo convertido en un monstruo, un ser inconciente, lo peor fue que mientras lloraba seguía devorando ese pequeño corazón, las lágrimas y la sangre se volvieron uno. Decidí llamar a Laura, había pasado aproximadamente un mes desde la última vez que la visitaba.
- ¿Aló?- Dijo ella al otro lado de la línea.
-...- Aún no sabía que decir.
- Si no va hablar colgaré- Dijo fríamente.
- No, por favor no, Laura te necesito - Dije por fin.
- ¿Paul, eres tú?-
- Si, soy yo, necesito hablar contigo, es urgente -
- Claro, ¿donde estas?-
- Estoy cerca a la clínica, a un par de calles -
- De acuerdo, nos vemos-
Colgué la bocina de la cabina telefónica, abandoné mi camisa de la escuela y me quedé sólo con mi chamarra negra, camine intentando cubrir mi rostro para que los rastros de sangre no fueran tan notorios, por fin luego de cinco minutos llegue al consultorio de Laura.
- ¡¡Dios!! ¿Qué te sucedió?, estás lleno de sangre - Dijo preocupada cuando retire las manos de mi rostro.- llamaré a tus padres y te remitiré de inmediato a cuidados intensivos-.
Cuando se disponía a llamar puse mi mano sobre el teléfono y comencé:
- Laura, sí te dijera que hay un ser totalmente opuesto a mi ¿qué pensarías?-.
Ella me miró y aún sobresaltada me respondió:
- Todos tenemos el poder de hacer el bien o el mal -.
- Sabes que no te pregunté eso-
- Te diría sin dudas que necesitas medicamentos -

Le conté con lujo de detalles lo que me había sucedido hacia un mes, esa pesadilla en donde me volví una bestia agresiva, donde desperté de nuevo y aún con el sabor de la sangre en mi boca. Ella con sus penetrantes ojos negros me miraba mientras dudaba si mi historia era real o no. Luego de unos minutos por fin dijo:
- Esto que me cuentas podría ser esquizofrenia, pero deberíamos consultarlo primero con tus padres -
-¿Consultar que?-
- El siguiente paso -
Dudaba si era lo correcto poner en sobre aviso a mis padres, aunque ¿qué tan malo podría ser el siguiente paso?, no era que me abrieran el cerebro, digo no estamos el siglo XIX. Finamente accedí, mis padres hablaron con Laura acerca de mi extraño comportamiento durante ese mes, tomó un par de muestras de sangre y finalmente decidieron mi tratamiento. Ahora realmente se avecinaba lo peor para mi.

Mis padres decidieron remitirme unos días a una casa de reposo, para tener un poco de paz, tanto para ellos como para mi. Los primeros días lo tomé con calma más sin embargo lo que comenzó con calma total termino volviendose un espectáculo macabro.

Los encargados de la casa de reposo llamaron a mis padres y consecuentemente ellos acudieron a Laura. Cuando llegaron presenciaron la parte más mórbida de ese, mi otro yo. Laura pidió que la dejarán entrar en el cuarto donde me tenían encerrado, mientras que yo solo podía ver a través de mis ojos y rogando que mi otro yo no lastimara a Laura.
- Paul, ¿Me recuerdas?, ¿Sabes quién soy?-
-...-
- Soy Laura, tu psicóloga, ¿Quieres decirme que te sucede?-
-...-
- Así que realmente no eres el Paul que conozco ¿verdad?-
El ser dentro de mi levanto el rostro y miró fijamente a Laura y sonriendo le dijo:
- Hola pequeña, tal vez no sepas quien soy, pero yo se perfectamente quien eres-.
Laura me miró y dijo:
- Sabes Paul es fácil decir eso pero se que no sabes ni siquiera quien eres-.

De repente soltó una siniestra carcajada y dijo:
- Cuando tu madre murió también sonrió, ¿Recuerdas?, no podías detener tú llanto-

Laura palideció, llamó para que abrieran la puerta de mi habitación no sin antes decirme:
-Paul se que estas allí, te juro que te ayudaré. -
Cuando abrieron la puerta, me dio una ligera y triste sonrisa como despedida.
Luego que se fue Él hablo conmigo.
- ¿vez? Soy tan real como tú o ella, ¿Aún dudas de mi?, ¿Dudas de la veracidad de mi existencia?, definitivamente eres consciente de que yo no soy tu. -
- Entonces ¿Qué quieres de mi? -.
- Por el momento nada, ya que sabes quién soy te dejaré en paz... Sin embargo cuando llegue el momento tomaré hasta la última parte de tu ser, así que hasta entonces.-
La voz finalmente se detuvo, después de dos meses pude dormir, anhelando que todo hubiese sido una pesadilla.