Corazón Solitario.

Capítulo 41. Carga Pesada.

Como en trance, Bulma se había dirigido al hotel. Su estómago se estaba rebelando nuevamente, y cuando entró pálida y temblorosa en el elevador, pensó que iba a perder el conocimiento en cualquier momento. Con un suspiro, se apoyó contra una de las paredes y se sorprendió cuando se vio en el espejo. Ella se veía realmente horrible. Lentamente, se llevó una mano al estómago y sonrió. Pero este momento solo duró brevemente antes de que las lágrimas cayeran por su rostro nuevamente.

Ella tendría un hijo. Fue un regalo. Es un milagro. Y, sin embargo, estaba tan aterrorizada por la reacción de Vegeta. ¿Y si la dejaba o nunca aceptaba al niño? Ella no sobreviviría a eso. Ella lo necesitaba a él. Ella no podría hacerlo sin él.

No habría buenos o malos momentos para esta noticia. Tenía que decirle de inmediato. Solo se atormentaría si seguía empujándolo hacia adelante. Con un suave zumbido, la puerta del ascensor ahora se deslizó hacia un lado y ella entró en el lujoso pasillo. En el camino a su sala común, tuvo que apoyarse contra la pared y respirar profundamente para calmar su estómago.
Impaciente, rebuscó en su bolso la tarjeta de la habitación y tomó tres intentos antes de que la pequeña luz roja finalmente se volviera verde y la cerradura se cerró audiblemente. Cuando entró en la habitación, escuchó que Vegeta estaba en el baño  duchándose. Aliviada, se dejó caer en la cama y se sintió extrañamente segura de que tendría unos minutos más para recuperarse. Cogió una de las botellas de agua de la mesita de noche junto a la cama y la vació de una vez. Se había secado por completo. Para su alivio, mantuvo el agua con ella y notó cómo su mareo se evaporaba lentamente. Ella cerró los ojos y trató de poner las palabras correctas en su cabeza. Pero todas las oraciones que se formaron no querían tener ningún sentido real. Desesperadamente, dejó salir el aire de sus pulmones y volvió a abrir los ojos. Las palabras tuvieron que llegar a ella espontáneamente. Pero, ¿Cómo se le explicó adecuadamente al príncipe Saiyajin que se convertiría en padre? ¿De un niño que sería mitad humano, mitad Saiyajin? ¿Entonces apenas era digno de él? ¿Qué había quedado embarazada a pesar de que estaba tomando la píldora y el índice de que fallará era del 99%?

Aparentemente, el esperma Saiyajin condujo un uno por ciento radicalmente. Ella siempre había usado anticonceptivos regularmente y muy concienzudamente. El embarazo debería haber sido imposible. Pero ahora había sucedido. Y ella haría lo mejor posible. Este niño merecía una vida hermosa y protegida. Ya sea con o sin padre. Pero la sola idea de convertirse en madre soltera hizo que su corazón se tensara. Bulma se congeló cuando la puerta del baño se abrió de repente. Por el momento, Vegeta se detuvo en el marco de la puerta y la miró a través de sus ojos oscuros. Un escalofrío le recorrió la espalda. "¿Dónde has estado?", Quería saber. Pero para sorpresa de Bulma, no parecía enojado ni impaciente. "Por favor, siéntate conmigo, Vegeta", dijo Bulma en un susurro y dio unas palmaditas en el colchón junto a ella. Las cejas de Vegeta se alzaron al instante. Estaba alarmado. "¿Qué demonios te pasa Bulma? Te ves horrible y dejas el hotel sin decir una palabra esta mañana, a pesar de que estuviste a punto de morir ayer", dijo impaciente y duramente.

Bulma sonrió brevemente. Vegeta estaba preocupado. Al parecer, aún no había entendido que ella no estaba en una condición que amenazara su vida. "Estoy bien", murmuró Bulma. "Pero algo ha cambiado", trató de comenzar. Vegeta cruzó escépticamente sus brazos sobre su pecho y la miró fríamente. "¿Y qué se supone que es eso?", Preguntó un poco más fuerte de lo previsto. ¿Por qué reaccionó tan duro? Esto hizo la situación aún más difícil y Bulma tuvo que tragar un bulto seco  vigorosamente antes de poder seguir hablando. "Sé que esto es una sorpresa para ti y deseo ..." "¿Qué está pasando?", Interrumpió con impaciencia. "Estoy embarazada", soltó Bulma y lo miró esperanzada. Sus ojos parpadearon brevemente, pero todavía no había comprensión en ello.