10 » Sólo Amigos

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Al haber pasado ya ocho días desde mi incidente, mi manager vino a visitarme al día siguiente para ver cómo seguía. Y tal como me lo esperaba, al ver que yo aún sentía un poco de dolor, ella me pidió que reposara al menos una semana más para asegurarnos que mi tobillo estuviera completamente sano antes de regresar a la compañía.

Durante los próximos días los chicos continuaron visitandome para hacerme compañía. Al igual que la semana anterior, ellos se tomaron turnos para venir a verme. Pero de los ocho, San estuvo visitandome durante los días que los demás chicos habían estado aquí para pasar aunque sea un par de horas conmigo. Y, otra vez, él fue el último en venir a visitarme durante mi último día de reposo.

—Finalmente es mi turno —dijo San entrando por la puerta de mi apartamento.

Se me hizo algo extraño ver que él estuviera aquí más temprano de lo normal. Apenas eran las doce del medio día.

Yo lo miré divertida—. ¿Por qué no le pediste a uno de los chicos que cambiara de día contigo? Así no hubieses tenido que esperar hasta ahora.

San negó y se sentó a mi lado en la cama—. Porque quería que tu último día de descanso lo pasaras conmigo.

Sentí mis mejillas arder y mi corazón derretirse dentro de mí. Tuve que apartar la mirada de San y pretender revisar algo en mi celular junto a mí para ocultar la sonrisa que se había formado en mis labios.

Realmente no esperaba escuchar eso como respuesta.

—No habían muchas cosas qué hacer hoy en la compañía así que terminamos temprano. Ahora tengo el resto del día libre y estaba pensando en que tal vez podríamos salir a caminar por la ciudad, ¿qué te parece?

Volteé a verlo después de haber cambiado la expresión en mi cara—. Claro. Sólo deja me cambio de ropa y nos vamos.

San asintió con una sonrisa. Yo me puse de pie y busqué algo de ropa para irme al baño y cambiarme. Luego salí y tomé mi celular y las llaves de mi apartamento.

—¿Nos vamos? —dije mirándolo ahí sentado sobre mi cama con su celular en sus manos.

San guardó su celular, se puso de pie, y caminó hacia la puerta para abrirla y detenerla para dejarme salir primero. Esperé a que él saliera y cerré la puerta con seguro.

—¿Saldrán? —preguntó Wooyoung de repente.

Su voz nos tomó por sorpresa a San y a mí. Al parecer ninguno de los dos habíamos escuchado a Wooyoung salir de su apartamento.

—Iremos a caminar por la ciudad —respondió San a mi lado con voz seria.

—¿Puedo acompañarlos? —preguntó con una sonrisa.

San y yo intercambiamos miradas en silencio. Por la mirada en sus ojos noté que él no parecía estar muy feliz al respecto.

—Claro —respondí ignorando por completo la mirada de San. Wooyoung sonrió aún más feliz y pasó junto a nosotros dejándonos a San y a mí atrás mientras él se dirigía al elevador—. ¿Estás celoso? —pregunté en un susurro al ver a San con sus cejas fruncidas y haciendo un puchero.

Él se cruzó de brazos—. Hubiese preferido salir contigo a solas.

—Oh, vamos, San. No seas así.—Rodé los ojos divertida y lo tomé del brazo forzándolo a caminar—. Prometo salir contigo a solas otro día —susurré.

—Bien. —Sonrió satisfecho, dejó caer sus brazos a sus costados y yo dejé ir de él para comenzar a caminar.

Alcanzamos a Wooyoung y los tres esperamos a que las puertas del elevador se abrieran para entrar y bajar al primer piso. Salimos del edificio y comenzamos a caminar hacia el centro de la ciudad.

Promise » Choi San [ATEEZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora