Promise » Choi San [ATEEZ]

06 » Un Sueño

Después de que las practicas de canto terminaran, las chicas y yo decidimos salir e ir a pasear por el centro de la ciudad. Esta sería la primera vez que todas saldríamos después de varios días. Lo único que hacíamos era pasar la mayor parte del día practicando sin parar y creo que nos merecíamos al menos un día libre, o al menos una tarde. Sabíamos que esto era parte de ser una trainee, pero a nadie le hacía mal salir aunque fuera una vez de vez en cuando porque estaba segura que nos volveríamos locas de estar todo el día encerradas en un sólo cuarto de baile.

—Yo sólo quiero comprar algo de maquillaje —dijo Yiren.

—¿Algo? —Jinae la miró incrédula—. Quieres decir una bolsa grande llena de maquillaje, ¿no?

Yiren puso su dedo índice frente a sus labios—. Shh. No divulgues mi secreto. —dijo seria y nosotras comenzamos a reír a carcajadas.

Caminando por las calles de Seúl, las chicas y yo entramos a varias tiendas de maquillaje, ropa, y demás. Después de pasar varias horas así, las chicas decidieron que sería una buena idea ir a uno de los muchos locales de café en esta parte de la ciudad.

—Miren, un café de gatitos. —Yiren apuntó hacia en frente al otro lado de la calle donde se encontraba ese lugar—. Vamos.

Comenzó a caminar con rapidez.

—Yiren, ¿podrías caminar más lento? No es como si los gatos fueran a irse del lugar.

—Lo siento. —Yiren se detuvo y se dió la vuelta para esperarnos.

Caminamos todas juntas al café. Estuvimos ahí alrededor de media hora hablando sobre nuestras vidas antes de convertirnos en trainees mientras jugábamos con los gatitos de este lugar.

Mientras todas le prestaban atención a lo que Miyoung estaba diciendo, yo me distraje en mis propios pensamientos.

Hace varios días que no veía a los chicos. San me había dicho que estarían ocupados y yo entendía eso. Últimamente se la pasaban casi todo el día practicando sus nuevas coreografias o grabando nuevas canciones para su comeback. Incluso a veces los escuchaba llegar tarde a su departamento. Y aunque ellos vivían a unos metros de mí, no creía que fuera buena idea ir a molestarlos. Sabía que ellos me irían a buscar cuando tuvieran tiempo para divertirse.

—¿Te sientes bien? —la voz de Yura me atrajo a la realidad. Elevé mis cejas y la miré desconcertada por su pregunta.

—¿Qué?

—Te veías distraída. Creímos que te sentías mal otra vez.

—Oh, no. Sólo estaba pensando en unas cosas sin importancia... ¿Qué decían?

—Que ya nos vamos porque ya está oscureciendo afuera.

Miré a través de la ventana a mi lado y sí, ya estaba comenzando a anochecer.

Las chicas y yo nos pusimos de pie y pagamos por nuestros cafés. Salimos del local y caminamos por el centro de la ciudad durante unos minutos.

Caminando por alguna partes, de vez en cuando veíamos a personas cantando, tocando un instrumento, o bailando en público. No era nada raro ver este tipo de cosas por aquí. Nosotras incluso aprovechamos para detenernos unas cuantas veces para ver y admirar el talento de todas estas personas.

—Allá parece que hay un grupo de personas bailando, miren. —Todas desviamos nuestra atención de dos chicos bailando para ver en la dirección que Jinae estaba viendo—. Me pregunto si son trainees. Con eso de que a veces las compañías dejan que sus trainees den mini presentaciones en público antes de su debut... —Jinae se alejó de nosotras para comenzar a caminar hacia un grupo de personas que rodeaban al grupo de personas que se encontraban bailando.