Cap 9 ❤️

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(Narra la narradora)

Vegetta estaba haciendo el desayuno mientras Rubius estaba rogando que no lo provocará o algo haci.

V: Bueno Rubius ya está el desayuno, puedes degustar el desayuno o prefieres otra cosa.* Lo mira con cara pícara*.

R: ( Si a ti guapo) N-o no estoy bien jeje.

V: Va que es broma jeje (Aunque quisiera que no fuera broma).

(Narra Vegetta)

Como me encanta verlo comer, es demaciado hermoso con sus orejitas pa riba y su sudadera larga.

V:Oye estás bien? Te veo un poco rojo.

R: Ehhh no estoy bien solo que tengo un poco de calor jeje si calor. (Tengo unas ganas de comerte entero mi alfa).

V:Mmm no se - se acerca para ver mejor- óyeme estás caliente, estás bien.

R:(Joder) oye te puedes acercar?

Me hacer que porque el me me dijo.

(Narra la narradora)

Vegetta está a centímetros del rostro de Rubius, sus respiraciones se mezclaban tan bien que los dos disfrutaban de esa cercanía que los volvía locos cerraron los ojos por instinto.

Cuando menos sintió Vegetta tenía un pesor en sus labios y abrió los ojos y se encontró con un pequeño oso lo besaba, claramente respondió el beso que tanto había deseado.

Los dos estaban en un beso un tanto raro los dos luchaban para ver quién tomaba las riendas del asunto.

(Narra Rubius)

Tome la iniciativa porque no aguantaba esas ganas de comermelo enterito.

Uni mis labios con los suyos eran tan exquisitos que no aguanté más y me colgué en su cuello mientras el me agarraba de la cintura, tenía tanta calentura que la verdad teniendo o no teniendo me hubiera encantado.

Sentí que me mordió y solte un pequeño gemido, acto siguiente se aventuro hacia mi boca tocando todo de ella con su lengua, nos separamos por falta de aire pero yo no quería eso quería más de su tacto que me vuelve loco mejor dicho, el me vuelve loco.

(Narra la narradora)

Rubius y Vegetta estaban con sus respiraciones agitadas y con un hilo de saliva, Rubius pensando que solo eso iba a recibir eso de tacto, pero no, Vegetta lo levanto y lo beso fue un beso deseado por los dos.

Vegetta lo llevo a la sala y lo recostó en el sofá, el arriba y su osito abajo los besos fueron incrementando hasta el punto que se quedaron sin aire, Vegetta quiso probar otra cosa y fue haci que los besos fueron bajando a su cuello ese cuello que lo volvía loco mientras Rubius soltaba gemidos por la excitación que eso producía y sumando el celo, su bestia no iba a aguantar tener a esa obra de arte frente suya y desaprovecharla tan descarada mente.



Holaaa
Perdón por no actualizar eh tenido problemas tanto personales como de trabajo si lose suena a una excusa barata pero les prometo que actualizare más seguido no dejare está historia atrás.

Jeje perdón por las faltas de ortografía
Adiós.

MI NIÑERO ʕ·ᴥ·ʔ (RUBEGETTA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora