Primera taza: Espresso

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Acomoda el mandil en su cintura y se retoca sus suaves labios, sonríe un poco sintiéndose listo para empezar un largo día en la cafetería, Solan Coffee se encuentra cerca de una universidad por lo cual cada mañana el local es lleno por varios universitarios que necesitan una dosis de cafeína para sobrevivir el día.

—Jungkook-ah, te necesito en la caja registradora. —Lo llama su jefa, quien sonríe al ver que el castaño sale para tomar su puesto no sin antes saludarla respetuosamente.

Una fila con más de doce estudiantes está esperándolo, su compañera de caja suspira aliviada- eran demasiados estudiantes para ella-la mitad se cambia hacia el lugar de Jungkook siendo en su mayoría chicas.

Jungkook es atractivo a la vista y sumándole el aroma a café, es adictivo, tanto que puedes sentir el sabor del café en tus labios sin necesidad de haber bebido siquiera un sorbo. El rosado en sus labios resalta en una sonrisa tímida que brinda a las clientas, quienes lo contemplan demasiado y otras se atreven a elogiar lo bonito que se mira con un poco de maquillaje encima.

—Apuesto a que sin nada de eso, aun sigues luciendo bonito. —Dice la chica recibiendo su café, tomando mas tiempo de lo debido en la fila provocando que le pidieran que saliera de la fila.

La chica le guiña el ojo a Jungkook antes de irse, dejando a un chico alto en su lugar quien pide su orden y frunce un poco el ceño al percatarse sobre la sombra en los ojos del castaño una vez que este baja la mirada para anotar en la pantalla.

Jungkook se encoge un poco pero prosigue con su labor, escribiendo el nombre del cliente en el vaso y yendo a prepararlo, una vez que extiende el vaso con café se le es tomado de forma brusca acompañada de un chasquido. No le sorprende, está demasiado acostumbrado a ese trato que unos chicos le dan solo por el hecho de usar un poco de labial y una ligera capa de sombra.

Solo quiere sentirse bonito, ¿eso acaso estaba mal?

Aspira un poco, tratando de relajarse; Seohyun, su compañera, le da una suave palmada en la espalda tratando de animarlo, el chico solo responde al gesto con una pequeña sonrisa.

La oleada de universitarios desaparece siendo reemplazados por la cantidad habitual del local dejando respirar a los jóvenes trabajadores pues aun siendo algo positivo tener muchas ventas no le quitaba lo cansado que era.

Por otra parte, ¿Qué clase de estudiante que asiste a Dogsuli University no ha bebido una taza de café en Solan? Claro, ese par de chicos que son arrastrados por su amigo, quien no paraba de parlotear lo delicioso que era el café desde que salieron de sus clases.

—Hoseok hyung, ¿podrías parar un poco? —Le pide el peliazul una vez entrando al local.

Las fosas nasales de cada uno fueron inundadas por el fuerte y cálido aroma a café casi sintiéndolo en la garganta, siendo el menor de los tres quien frunce el ceño.

—Además a Taehyungie no le gusta el café. —Agregó el peliazul, haciendo al mayor de cabellera negra fruncir los labios.

—Bueno, no importa. Que pida agua, pero tu no te salvas Jiminie. —Lo sentencia Hoseok haciendo al peliazul reír un poco.

Se formaron en la fila, Taehyung se peina sus rizados cabellos negros hacia atrás no odiando en ningún momento el aroma a café, podría detestar el café pero el aroma era demasiado adictivo que no le desagradaba, observa detenidamente la estructura del local mientras espera, quedando absolutamente anonadado al ver un hermoso mural en una de las paredes, era un atardecer o un amanecer, no lo sabía, pero era demasiado bello.

—Hyung, ¿Quién pintó el mural? —Pregunta curioso a lo que Hoseok sonríe.

—Jungkookie, un trabajador de aquí. —Los menores lo observan con asombro tras sus palabras— Él es estudiante de artes, mi hermana le pidió que pintara en la pared después de observar sus bocetos, cuando Jungkook hacia su tarea.

—Hyung, ya nos toca. —Indica Jimin, haciendo que los tres avanzaran un par de pasos más.

—Hey, Jungkookie. —Saluda Hoseok con demasiada energía al ver al castaño atendiendo en la caja. — ¿Qué tal tu turno?

—Hola hyung. —Responde el saludo bajando un poco la cabeza. —Algo cansado pero bien, ¿Qué van a ordenar? —pregunta al notar que el mayor va acompañado.

—A Taehyungie no le gusta el café así que serán dos espressos...¿Tiene chocolate caliente?

—¡Tres! —Exclama Taehyung con fervor, asustando un poco al castaño —Tres... —Repite, esta vez en voz baja algo apenado. —serán tres espressos, por favor.

—De acuerdo, tres espressos ... ¿para beber aquí?

—¿Huh? Ah sí, aquí. —Balbucea un poco, sintiéndose completamente como un tonto. —Esperaremos en la mesa. —Indica avergonzado, camina hacia una mesa siendo seguido por sus amigos, quienes se hallaban algo confusos.

—Tae, ¿por qué pediste tres si a ti no te gusta el café? —Le pregunta Jimin tratando de deducir la razón.

—¿Cómo que por qué? Pues... porque, digo, huh... Hoseok hyung ha hecho demasiado esfuerzo para convencernos y traernos hasta aquí, que el hecho de no probar una taza de café sería una total descortesía.

—¿Hmm? Por mí no había problema.

Jimin le alza la ceja queriendo saber la verdadera razón, pero Taehyung solo le desvía la mirada y es en ese momento en el que divisa al castaño caminar hacia ellos con una bandeja en manos.

El pelinegro lo mira demasiado embelesado una vez lo tiene cerca porque es cuando tiene la oportunidad de observar mejor aquellos ojos bonitos y oscuros que con el ligero sombreado se miraban mucho mas profundos, baja la mirada topándose con aquellos esponjosos labios rosados algo húmedos, y oh, Dios, había un bonito lunar debajo de ellos.

Simplemente atractivo es el chico.

Jungkook se endereza, sintiéndose ansioso por la mirada profunda hacia su persona ¿lo iba a insultar? Parece demasiado acostumbrado a este tipo de trato pero no lo está, diablos nunca lo estará.

Realiza una leve reverencia con un leve sonrojo y vuelve a su labor, sintiendo su palpitar un poco acelerado, deja escapar un suspiro sin saber en que momento había aguantado la respiración.

Taehyung le sonríe a la taza de café servida en la mesa, la toma y bebe de ella, haciendo una mueca al probarlo, demasiado amargo, intenso. Una risa algo tierna pero llena de burla se escucha, siendo Park Jimin dueño de ella.

—Ah, que adorable. —Comentó entre risas.

—Yah, ¿Qué sucede contigo? Es el mejor café del campus y su aroma es cálido. —Afirma Hoseok, pues aunque su complejo de hermana sea algo alto, el café efectivamente era delicioso.

—Si, su aroma es cálido... —Murmura Taehyung no refiriéndose precisamente del café.

 —Murmura Taehyung no refiriéndose precisamente del café

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Coffee; KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora