- IV -

115 10 0
                                    

- CONFUSIONES -

- Mina, tu memoria a largo plazo está intacta y soy muy optimista encuanto a que el resto de tu memoria mejore con el paso del tiempo. 

El doctor Kim estaba sonriendo, siempre tenía una cálida sonrisa para mí. 

- Vamos, son muy buenas noticias. 

Tan cálido, tan alegre de poder ver a sus pacientes prosperar y no quedarse estancados. Pero yo no podía evitar perderme en las gotas de lluvia que se escurrian por la ventana mientras intentaba comer con ganas la gelatina de fresa que me había traido Bambam. 

Entonces fue cuando mi padre apareció, con la respiración agitada y el pelo revuelto. 

- Señor Myoui, me alegra que haya venido. - Dijo el doctor, acomodando una silla para que se sentara. 

No tardé en sentir los corpulentos brazos de mi padre rodeando mi cuerpo, inundándome en su pecho. Él ha estado a mi lado desde que tengo uso de razón, me vió crecer y convertirme en adulta, y tras la muerte de mi madre nunca me ha dejado sola, no hasta el día que desperté en el hospital y no lo vi a mi lado. Al igual que a Kai, mi hermano mayor tampoco estuvo. 

- Mi niña, cuanto te quiero. ¿Cómo te encuentras? ¿Necesitas algo? - Conforme hablaba iba dejando castos besos sobre mi frente. 

- Está bien, está bien. Yo también te quiero papá. - Apreté con fuerza su cuerpo con los brazos, aferrándome a su camisa como una niña pequeña temorosa lo haría.

Pero sabía que estaba mintiendo, yo no estaba bien. A un ser querido como él no puedes mentirle, ya que siempre sabrá la verdad. Sabrá todo sobre ti como si de una capa transparente estuvieras hecha. 

- Ahora estoy aquí mi vida, y tu hermano está de camino. 

"¿De camino? ¿Kai no está en casa?"

Miré tras la espalda de mi padre, intentando visualizar al rubio, el cual se encontraba algo apartado de nosotros y extrañamente en silencio, con los brazos cruzados sobre su pecho. Y tras un último beso mi padre se dió la media vuelta, encarando a Bambam. Aquella era la conversación que estaba esperando escuchar. La confrontación entre mi padre y mi supuesto novio. Pero este último me sorprendió extendiendo el brazo hacia Akira, ofreciéndole así la mano con toda la educación posible.  

- Soy Bambam, el novio de Mina, encantado de conocerle señor. 

Pero mi padre no le estrechó la mano. 

- ¿A caso sabes lo que es enterarse por terceros de que mi hija ha estado durante semanas en la UCI y que nadie me lo haya dicho? - Akira resopló, notablemente cabreado ante su presencia. - Deberías haberme llamado. 

- Lo... Lo lamento. - Respondió Bambam, mirando hacia a mí en vez de hacia mi padre. 

Fruncí el ceño, confusa por su reacción. Como si nunca hubieran hablado antes, como si fueran dos completos desconocidos y Bambam no hubiera venido a mi casa cuando teníamos catorce años a jugar a juegos de mesa y comer pizza casera de mi madre. 

- No lo entiendo, ¿nunca os habéis conocido? Éramos amigos en el instituto papá... 

- Cuando será el siguente paso, doctor. - Me interrumpió de nuevo Bambam, opacando mi voz sobre la suya. 

El doctor Kim habló, dirigiendo su atención hacia mi padre en vez de al rubio. 

- Señor Myoui, cuanto antes vuelva a su vida habitual, a su rutina normal, mucho mejor. Y dentro de una semana voy a recomendar que Mina vea a un neuropsicólogo. 

° Close your eyes °   {MiChaeng}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora