- "LITTLE PENGUIN" -Muchas preguntas se quedaron en el aire. El amor no era la única excusa para decidir pegarse un tiro, había muchas más razones de las cuales en aquel preciso momento ignoraba. Pero acabaría por descubrir cada uno de los secretos que me ocultaban.
Y tanto que los acabaría descubriendo.
— Sharon mírame. — Dijo Kai sacándome del trance. — Solo mírame a mí. — Decía mientras me sujetaba delicadamente de la cabeza. — Agarra mi mano.
Él no quería que viera el cuerpo inmóvil de, bueno, ya sabes a quién me refiero.
Entrelazamos nuestros dedos y, en silencio, nos dirigimos hacía la puerta. Una vez fuera del apartamento, Kai me introdujo en su BMW, dejándome sola en el asiento del copiloto. Atrapada en el coche. Trague saliva nerviosa, la angustia que sentía en ese instante no me dejaba razonar coherentemente. Desesperada, empecé a golpear la ventana.
— ¡No te vayas! — Grité. — ¡No me dejes sola!
Kai abrió la puerta del coche, se arrodilló y besó mi frente. Lo más seguro es que estuviera intentando encontrar las palabras adecuadas con las que tranquilizarme.
— Tranquila pequeño pingüino. — Sonrió dulcemente. — Confía en mí, ¿vale?
"Pequeño pingüino..."
Aquellas dos palabras. Esas insignificantes palabras. Aquel estúpido apodo con el que me llamó para poder tranquilizarme, hizo efecto. Provocó algo en mí, una pequeña parte de mi cerebro había hecho click. Pero lo dejé pasar, no le dí la importancia que realmente se merecía, ya que no me encontraba muy estable. Tenía que dejar la mente en blanco, no pensar y respirar profundamente. Lo necesitaba en ese momento.
— No tardes.
Eso fue lo último que le dije antes de que él diera media vuelta y desapareciera en el umbral de la puerta. Durante unos quince minutos me quedé ahí sentada, con la puerta del coche abierta, esperando a la llegada de mi hermano menor.
Fueron unos quince minutos realmente torturantes.
"Todo saldrá bien. Todo saldrá... saldrá... mierda."
Estaba aterrorizada. El corazón latía sin control alguno en mi pecho y mi respiración era cada vez más irregular. La angustia se estaba apoderando de mi cuerpo, haciéndome perder la nación del tiempo. En un fuerte impulso por disminuir aquella sensación, cerré los ojos, y preté mis párpados hasta sentir que me dolían. Pero un suave tacto en mi mejilla me sobresaltó, provocando que abriera de par en par mis ojos.
"¿Chaeyoung?"
Si, era Chaeyoung. No entendía porqué estaba ella allí, pero tampoco llegué a preguntárselo. En una milésima de segundo, me encontraba colgada de su cuello, apretando con mis nudillos su espalda y mojando su hombro con mis lágrimas. La morena tan solo se limitó a dar pequeñas caricias a mi enredado pelo, y guardó el mismo silencio que había ya antes. Solo se escuchaba de fondo mis sollozos perdiéndose en el viento.
— ¡¿Chaeyoung?! ¡¿Por qué has venido?!
Intentaba decir Kai llevándose una mano al pecho. Al parecer había venido corriendo.
— Kai, tenía que venir. — Soltó secamente la morena, sin apartar la mirada de mis asustados ojos.
— Gracias.
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° Close your eyes ° {MiChaeng}
FanficTras despertarse del coma, Minari, no recuerda nada de los últimos cuatro años. Aquel accidente automovilístico la marcó para toda su vida. Mientras ella estaba inducida por el coma, era consciente de la dulce voz que le hablaba todos los días, per...