Song-fics || Harry Potter - Homo

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Canción: Mi Última carta | Prince Royce

Pareja: Lucius Malfoy / Remus Lupin

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Llevaba tantas horas sentado que ya sentía las piernas entumecidas, pero se había propuesto quedarse así hasta acabar la carta que quería escribir. El problema era que, cuando se encontraba a la mitad de la carta o casi acabándola, no le gustaba, de deshacía de ella y repetía lo mismo.

«Y ya son las dos de la mañana y todavía sigo aquí...»

Pensaba en esos ojos tan hermosos y el daño que les había causado. Todavía tenía la imagen nítida de dichos ojos cristalizados, agrietados, como si estuvieran a punto de romperse.

«Escribiendo una carta para ti.»

Si le preguntaran por algo de lo que se arrepentía, seguramente diría que nada. Pero, siendo completamente sincero, habían muchas de sus decisiones pasadas de las que se arrepentía profundamente.

«Solo pensando en todo lo que sucedió...»

Sucedió en su último año en Hogwarts, justo en épocas navideñas. Sus padres se habían ido a un viaje de negocios y él le había pedido a Remus que fuera a su casa para estar juntos. Y así fue, todo estaba bien, todo estaba correcto, vivían alegres y felices, se encontraban perdidos en su mundo, que no dejaba de ser la casa de Lucius.

Hasta que Remus, tan curioso como lo eran los malditos a estudiantes de Gryffindor y Ravenclaw, se le dio por dar un paseo más a fondo en su habitación. Encontró, de pura casualidad, unos algo que no tenía que encontrar.

«Y en los errores cometidos en este amor.»

—Lucius. —Ese fue el primer signo de que algo andaba mal, Remus no solía llamarlo por su nombre—. Tenemos que hablar. —Tembló, tenía que admitirlo.

—¿Qué ocurre, mi amor? —preguntó con toda su atención puesta en Remus, quien tenía unos pergaminos en sus manos.

Dejó los pergaminos en la mesa que había delante de él, junto con el collar que él le había regalado meses atrás. Era el símbolo de una promesa de amarse por siempre.

—No podemos seguir con esto.

«¿Cómo es posible que mi esposa me botó?»

—Espera, espera. —Lucius se acercó a Remus—. ¿Por qué lo dices?

—Narcisa Black. —Esa fue su única respuesta.

—No sé de lo que estás hablando —aseguró Lucius, Remus señaló los pergaminos con un dedo.

Esos eran los pergaminos firmados por las familias Malfoy y Black conforme a que sus hijos se unirían en matrimonio una vez finalizados sus estudios. Eso aseguraba la pureza de ambas familias, Narcisa tendría que irse a vivir con Lucius y con un poco de suerte tendrían dos hijos.

«Mi hogar, mi alma, todo lo destruyó.»

—Déjame explicarte, Remus —pidió Lucius, pero el Gryffindor se negó.