Song-fics || Harry Potter - Homo

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Canción: Noche de Copas | Tony Tun Tun

Pareja: Albus Potter / Scorpius Malfoy

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James no le soltaba la mano, arrastrándolo quien sabe dónde, sin embargo, lo único que Albus quería era irse a casa y abrazar a su madre como si fuera un niño pequeño. No tenía ganas marcharse de fiesta para matar las penas como quería James. Su mente estaba hecha un desastre, no tenía nada claro, estaba seguro de que no eran simples alucinaciones suyas. Su novio llevaba meses de viaje, meces en los que no les contestaba muchas llamadas. Ya no le contestaba los mensajes con la rapidez de antes, de hecho, podía pasarse días sin leerlos, mientras que, por otras redes, subía vídeos con amigos y amigas nuevos.

Sin embargo, lo que más le molestaba a Albus era que fuese su prima, Rose, quien estaba de viaje con él. Ambos estaban en la misma empresa, trabajando en el mismo sector, por lo que no era raro que les hubiese tocado juntos. Era raro que se tomara el tiempo suficiente de ir a fiesta en donde se ponía a jugar a la botella y besar a Rose, pero no se tomara el tiempo para contestarle.

¿Cómo lo sabía? Había tardes que compartía con su primo, Hugo, hermano de Rose. En una de ellas, mientras Hugo estaba en Instragram viendo las historias que subían sus amigos y Albus, se curioso, viendo a través a de su teléfono, se dio cuenta que Rose no lo tenía a él mejores amigos (algo que, sinceramente, le daba igual). Rose había aprovechado para subir una foto con besándose con Scorpius, el novio de Albus.

«No te pido perdón, aunque a veces te llore, te jure mil veces que nunca más.»

Albus estaba temblando, no podía creer lo que había hecho. Se llevó las manos a la cabeza estirándose los mechones del cabello. Lágrimas caían por sus ojos y su llanto se volvía cada vez más agitado. Tenía que decírselo a alguien, no podía quedarse callado.

Corrió a la de su hermano sin tomarse la molestia de tocar la puerta. James lo miró asustado, deteniendo todos sus movimientos. Albus se había fijado en lo que estaba haciendo, pero se sentía tan mal que no tenía fuerzas para burlarse de su hermano por estar bailando un vals solo en su habitación.

James dejó todo lo que hacía estaba haciendo. Detuvo la música de fondo y se acercó Albus, quien estaba delante de su puerta. Su hermano menor no lo pensó mucho y se lanzó a los brazos James, llorando como si fuera un niño de dos años al que le habían roto un juguete.

—No quería, Jay. Te lo juro que no quería —aseguró Albus entre llantos, aferrándose al pijama de su hermano, quien se dedicaba a acariciarle la cabeza,

—Pero él también te fue infiel, ¿no? Ojo por ojo, diente por diente.

Le había confesado todo lo sucedido esa noche que salieron de fiesta. El alcohol en su cuerpo, la necesidad de contacto físico y el sudor en la pista de baile fue lo que lo llevó a la perdición.

«No te pido que calles para que me la guardes. Te amo sin peros y Dios dirá.»

No pudo evitarlo durante más tiempo, así que una tarde, siendo abrazado por su hermano y hermana, tuvo el valor de llamar a Scorpius para contarle la verdad.

La primera vez que lo llamó, no contestó. Albus se enojó demasiado, porque siempre era lo mismo. No le contestaba, pero seguramente estaba perdiendo el tiempo con sus nuevos amiguitos y Rose. Normalmente no lo llamaba de nuevo para no molestarlo, porque siempre cabía la posibilidad que estuviera en una reunión o en algún tema de trabajo. Pero ese día tenía que a hablar con él, era urgente hacerlo.