capitulo40

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Sonia Miller

Abrí los ojos me encontraba en una parque observe detalladamente, luego mire mi cuerpo nada me dolía, no había golpe, será que estoy muerta me desespere, el corazón latía rápidamente, mi respiración estaba agitada—no, no, no yo no puedo estar muerta, no quiero, aun no Dios, quiero casarme con Kaleth y tener hijos con el—estaba desesperada buscaba alguien, miraba a mi alrededor no había nadie, me levante del suelo y empecé a caminar—yo conozco este parque mi madre siempre nos traía a los tres aquí, seguí caminado a lo lejos había una mujer en una banca sentada camine hasta ella

-Disculpe señora, ¿me puede decir dónde estoy?—pregunto cuando me acerco más y ella se gira, quedo atónita

-¿Mi tesoro que haces aquí?—me toma de la mano y me abraza—aun no te esperaba—me acaricia mis cabellos

-Mami—logro pronunciar una palabra— ¿estoy muerta?—digo y rompo en llanto, ella me abraza fuertemente y me acurruca en sus pecho

-No lo sé, eso depende de ti—dice mi madre con una voz suave— ¿porque estás aquí?_-pregunta mi madre, me encojo de hombro, no tengo ni idea

-Mami, solo recuerdo a J.M y Kaleth suplicándome que no me durmiera—expreso con total confusión—Adam logro su objetivo asesinarme a golpes el muy maldito—espeto molesta

-suhh—me susurra mi madre—nada de malas palabras Sonia, estamos en un lugar sagrado—mis mejillas se ruborizan por la vergüenza—hija, te diré un secreto, no estas muerta aun—me dice mi madre un frio recorre por todo mi cuerpo, ese aun no me gusta mucho

-Mami yo no quiero morir, nos es que le tema a la muerte simplemente que yo estoy a punto de casarme con el hombre de mi vida, mi otra mitad—digo entre sollozos, ella me da una sonrisa tierna

-Lo se mi tesorito, es un chico muy excepcional, de buen corazón, no sabes cuan orgullosa estoy de ti hija, has logrado tantas cosas en tan corta edad—lagrimas corren por sus mejillas—mírate, estas grande, me alegra que Dios me dé esta oportunidad de volverte a ver—dice mi madre abrazándome aún más fuerte

-¡Ay! mami, no sabes cuánto te extraño, nos haces mucha falta, tu ausencia es difícil de superar, no hay momento, ni lugar, ni día que no te recuerde—digo con tristeza—quizás por eso estoy aquí, en este lugar contigo—expreso con una sonrisa a media

-Mi niña, se el dolor que les causo mi partida pero mírame, estoy tranquila, no siento dolor, no sufro estoy en paz—me dice seriamente y con una voz que inspiraba paz

-Tienes mucha razón, aquí hay mucha paz es muy reconfortable—observo todo mi alrededor respiro hondo, exhalando el aire puro de este parque, que es tan hermoso, los árboles con sus hojas verde, la flores de todos colores, simplemente era hermoso

-Si es muy hermoso mi niña—responde mi madre con la vista ausente—Sonia quiero que luches por tu vida, no te entregues, pelea con la muerte, tú vas hacer muy feliz, serás grande, tus hermanos te necesitan, J.M y sobre todo tu padre y Kaleth vive por ellos—me ordena, yo asiento

-Mami a veces siento miedo de no ser lo que tú esperas, temo fallarte y fallarme a mí misma—expreso frustrada

-Si eso pasa, tú sabrás como salir adelante, eres una luchadora no sabes rendirte, has soportado tantas cosas, hasta el rechazo de tu padre –observo con total asombro a mi madre—si hija lo sé todo, siempre te estoy cuidando cariño—mi madre se levanta de la banca y me toma de la mano caminamos en silencio

-Gracia mamita tu siempre me haces sentir tan bien, tan segura, enserio desearía que vivieras—expreso indignada, la extrañaba tanto, y estar aquí en este plano espiritual me da una felicidad inmensa, porque la puedo ver nuevamente

-Hay cosas que no podemos cambiar, ese era mi momento debía partir, agradezco tanto a Dios por haber tenido una familia tan hermosa, me regalo 4 tesoros, y un esposo excelente estoy satisfecha, ya mi tiempo se cumplió en la tierra y estoy conforme—dijo mi madre—ahora tu prométeme que harás todo lo posible por ser feliz, que no te rendirás por nada, que lucharas hasta el final y que nunca abandonaras a tus seres queridos, apoyaras a cada uno de ellos y velaras por su bienestar—me observa mi madre fijamente

-Te lo prometo madre, peleare, luchare y velares por mi felicidad y el bienestar de cada uno de la familia y el mío—digo de manera firme, y colocando mi mano derecha al frente

-Ya es hora de regresar hija—me dice con tristeza, yo niego con la cabeza, no quiero irme aun no—si hija, gracias por recordarme siempre, llévame en tu corazón, y dile a tus hermanos que los amo tanto y a Thomas que siempre será el amor de mi vida—me da un beso en la Frente

-Te amooo mamita por siempre y para siempre, por toda la eternidad—una luz me ciega y regreso nuevamente a la total oscuridad, cayendo en un sueño profundo .


Volver a Amar (Completa) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora