Volver a Amar (Completa) ©

capítulo 42

6 de enero Día de Reyes
Kaleth Campbell

Estos tres días han sido bastante fuerte para todos los Miller y para mí, Sonia ha evolucionado muy bien gracias al Señor, estoy vistiéndome para ir hasta el hospital debido a que me obligaron anoche a venir a descansar, yo no quería pero todos me empezaron a regañar que después me podía enfermar lo que no saben es que si a Sonia le pasara algo mi vida se acabaría con ella—suspiro y reprimo pensamiento negativo—me termino de vestir, salgo rápidamente hasta la cochera busco el auto me le quedo observado unos minuto, luego me subo lo enciendo lo pongo en marcha, este auto lo amo tanto como amo Sonia ella me lo ha regalado con mucho amor
Al cabo de una hora ya estoy en el hospital aparco el auto, me adentro hasta donde esta Sonia, visualizo al Dr. Solimán que está a cargo del caso de mi bella, le hago un ademan, él se detiene
-Buenos días Dr. Solimán ¿cómo amaneció Sonia Hoy?—pregunto nervioso, el coloca la mano en mi hombro y me da una sonrisa
-Está fuera de peligro, ya se han cumplido las 72 hora y paso la prueba, la hemos desconectado, está respirando con completamente con normalidad y por si sola—un alivio invade todo mi cuerpo—claro aún su estado de salud es delicado pero ya el riesgo paso, el edema cerebral disminuyo casi por completo, estará sedada unos dos días más, pero ella en cualquier momento despertara, pero es necesario que si eso ocurre nos notifique, para evaluarla, y volverla a sedar_-dijo el Dr. Solimán sereno, con delicadeza inspiraba mucha tranquilidad sus palabra aparte se notaba su experiencia y hombre muy sabio con una inteligencia amplia
-Muchas gracias Dr. No sabe cuan feliz me ha hecho—le doy un abrazo, el queda paralizado—ha salvado a la mujer de mi vida, le estaré eternamente agradecido—le doy otro abrazo, el suelta una carcajada
-Dele gracia al Señor que ha intercedido en ella y ha hecho el milagro—me da una palmada en el hombro—y tómelo como un regalo de los reyes mago, ahh y a la muchacha también porque sé cuánto ha luchado por salir con vida es usted un hombre afortunado—dice con una gran sonrisa el Dr. Solimán
-No sabe cuánto lo soy, Dios me ha bendecido—digo con humildad— ¿puedo pasar a verla?—pregunto, el asiente afirmativo y me encamino hasta su habitación, cuando tomo la manilla de la puerta suena mi teléfono miro la pantalla es J.M le contesto
-Hola J.M ¿cómo estás?  
-Bien Kaleth gracias a Dios, ¿y tú dónde estás?
-Estoy en el hospital, Sonia ya está fuera de peligro, la desconectaron ahorita estaba a punto de entrar cuando me llamaste
-¡Dios! que alegría mi amiii está fuera de peligro, ¡bendito sea el Señor!—se escucharon gritos al otro lado—ya vamos saliendo para allá, se nos hizo tarde porque Coraline se sintió mal anoche y tuvimos que llevarla al medico
-¿Está bien ella y él bebe?—pregunte preocupado
-si afortunadamente solo fue un pequeño susto, ambos están bien, solo tiene que guardar reposo
-Saludo a ella y que se mejore pronto
-con gusto, te dejo nos vemos allá en una hora
-Adiós. Colgué 
Fin de la llamada
Guardo el teléfono giro la manilla abro la puerta, cuando entra en mi campo de visión está sentado al lado de Sonia tomando su mano Johan Smith, el esposo de mi prima quise lanzarme y golpearlo pero me quede allí parado para escuchar algo que me dé un motivo para entender que hace el aquí, trato de hacer el menor ruido para poder escuchar bien
-Hola Sonia, cuanta tristeza sentí al enterarme de lo que te ha sucedido, quise venir el mismo día pero no lo vi conveniente, jamás pensé que fuera tan grave lo que te paso, ese hombre es un demente como se pudo ensañar así contigo, no puedo decir que hare justicia por ti porque ya tú tienes a alguien que vela por ti—una sonrisa amarga se dibuja en el rostro de Johan—se cuánto te ama Kaleth, me alegra que por fin hayas encontrado tu felicidad, yo no supe valorarte—dice Johan y hace una pausa
Qué demonios está diciendo este tipo, y claro que la amo estúpido no sabes cómo quisiera sacarte a golpe de la habitación
-Sé que nunca me amaste, y sé que tampoco te tome enserio, merezco todo lo que me dijiste ese día en la fiesta, cuanto quisiera que estuvieras despierta para pedirte perdón por todo el daño que te cause en el pasado, de verdad me arrepiento espero algún día decírtelo consciente y confió que me creas algún día
Acaso mi bella y el tuvieron algo, has memoria Kaleth, en la fiesta, claro ella me dijo que salieron varia veces pero ella luego me dijo que lo rechazo y le dijo que no la buscara mas
-De verdad te amé, me enamore como un estúpido y no supe luchar por ti, solo le pido Dios que te mejores pronto para que sigas siendo esa chica tan hermosa, imponente, soberbia y de carácter fuerte como siempre, me heriste mucho la última vez que te vi, pero me hizo reflexionar—otra risa amarga broto en él, y su rostro se tornó triste. Está llorando no lo puedo creer Johan Smith está llorando—se feliz con Kaleth él es muy afortunado al encontrarte, de verdad deseo que sean muy feliz, yo también lo estoy, logre querer al fin a mi esposa y tengo un bebe hermoso por el decidí darme la oportunidad de amarla, no tanto como te quise a ti pero si la amo—se limpia las lágrimas.
Yo estoy atónito en completo estado de Shock me siento en una película de terror en donde el malo quiere matar al protagonista, pero esta vez el malo soy yo porque quiero matarlo—respiro profundo—sigo escuchando  
-Bueno debo marchame antes de que llegue alguien y deba dar explicaciones, adiós mi amada espero verte pronto y de pie—le toma la mano la besa luego cuando se aproxima besarla reacciono
-¡Johan! ¿Qué te trae por acá?—grite evitando que la besara, el pego un salto y su rostro expresaba temor y vergüenza
-So-solo pase por acá a ver como estaba Sonia—balbuceo—antes de que te conociera fuimos muy amigos, pero ella ya no quiere verme—expreso Johan muy asustado, sus manos temblaban
-Mmm ya, bueno ya te puedes retirar, ya no necesita tu compañía puesto que su prometido ósea yo, está aquí para cuidar de ella y velar que nada ni nadie le haga daño—respondí con sarcasmo y total molestia
-Espero que siempre la estés cuidando Kaleth, así evitas que le vuelva a proporcionar otra golpiza querido, porque gracias a que la cuidas tanto casi la matan --dice  Johan irónicamente, la sangre se acumuló en mi rostro y mis mano forman un puño
-¡Quién demonios te crees para venir hasta acá y tratarme como te da la gana infeliz! ¡Lárgate de una maltita vez si no quieres que te saque a golpes de aquí! _-espete enojado reprimiendo las gana de darle un puñetazo en la cara      
-Eso no te incumbe quien soy yo para ella confórmate con saber que fuimos muy cercanos, tranquilo ya me voy querido amigo no es necesario que hagas un espectáculo—Dice con una sonrisa irónica el muy desgraciado infeliz, quiero romperle la cara a este bastardo
-Tu muy bien lo has dicho Johan fuiste muy cercano, tiempo pasado ósea estas en el olvido, en la parte donde mi bella no regresa a la que entierra y jamás recuerda—digo con un sarcasmo amplio y severo con mi mejor sonrisa, su expresión se tornó de dolor, te gane imbécil—haznos un favor lárgate de una vez, ve a cuidar a mi prima, sabes me gustaría ver qué cara pondría ella si se entera que su querido esposo le juraba amor eterno a mi prometida, de mi parte yo estoy tranquilo porque sé que mi Sonia me ama y tú no fuiste de mayor importancia en su vida, en cambio mi querida prima te dejaría en la calle y sin tu hermoso hijo—digo soltando una carcajada malévola
-Eres un desgraciado Kaleth, jamás se te ocurra decirle a ella sobre esto, sabes que no podría vivir sin mi hijo—me dice temeroso y muy molesto
-Tranquilo amigo simplemente es una suposición, ¡ahora lárgate de una vez por toda antes de que te rompa esa estúpida cara que tienes!—lo jale del brazo abrí la puerta y lo eché de la habitación respire profundo tratando de calmarme y luego me acerque hasta Sonia
-Perdóname por eso mi bella pero soy muy celoso y jamás permitiré que otro te bese no sabes cuánto me alegra que este dormida, te evito el mal rato—le hablo en el oído luego la beso en los labio, esta cálido como siempre ya no está fría como días anteriores—olvidemos a ese imbécil, sabes el Dr. Solimán me dijo que estas fuera de peligro, no sabes cuánto me hace feliz eso me ha devuelto las esperanza que ya las tenía casi perdida—lágrimas de alegría corren por mi mejillas estoy emocionado, coloco mi rostro en su mano y la beso